
Estadistica

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Hay
un nuevo método anticonceptivo: su forma, su tamaño y su modo de
colocación son similares a los del DIU (dispositivo intrauterino),
pero mientras éste actúa simplemente como barrera, el nuevo endoceptivo
destruye la función reproductiva del espermatozoide.
Se
trata de una estructura plástica en forma de T, que libera una sustancia
llamada levonorgestrel, capaz de modificar el moco cervical de la
cavidad uterina, inhibiendo la función de los espermatozoides. Su
inserción es rápida e indolora y debe ser realizada por tu ginecólogo/a.
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Según los informes del laboratorio Schering, responsable del endoceptivo,
cuyo nombre comercial es Mirena, su eficacia prevalece durante 5 años
y el método es reversible, ya que no detiene la función ovárica normal.
Está indicado preferentemente para mujeres que ya tuvieron hijos,
aunque no es excluyente. Es un punto que debe evaluar cada paciente
con su ginecólogo/a. La carga hormonal que posee es ínfima y actúa
a nivel local, es decir, no entra en torrente sanguíneo, como la de
los anticonceptivos orales. Además, disminuye los días de menstruado,
el caudal de hemorragia y el típico "dolor de ovarios" que nos acompaña
a muchas. Esta sería su principal ventaja sobre el DIU, que trae aparejado
una menstruación larga, abundante y a veces insoportablemente dolorosa.
Este endoceptivo empezó a desarrollarse hace 13 años en Finlandia
y ya ha sido aprobado en los cinco continentes con mujeres de distintos
orígenes étnicos. Empezó a usarse en Europa en 1997 y actualmente
lo utilizan en ese continente más de medio millón de mujeres. En este
momento, está siendo lanzado en todo Latinoamérica, excepto Perú,
Uruguay y Colombia que ya lo tienen a la venta. |
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La
anticoncepción después de los hijos
Es
muy común que una mujer se replantee su método anticonceptivo después
de haber sido madre. Además, los mitos alrededor de la lactancia
generan muchas dudas e incertidumbres. ¿Somos más fértiles después
de parir o la falta de menstruación indica que no podemos quedar
embarazadas de nuevo? Cuando una mujer amamanta a su bebé, aprovecha
la ausencia de menstruación como método anticonceptivo.
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Sin
embargo esto puede ser una trampa: para que esto ocurra de hecho el
bebé debe tener menos de 6 meses, la madre debe estar totalmente libre
de sangrados menstruales y debe estar alimentando al niño exclusivamente
con leche materna. Aún cumpliendo con todos estos requisitos, la mujer
puede quedar embarazada durante la lactancia. Por eso, es importante
tomar rápidamente una medida: si hay pocas semanas de diferencia entre
el parto y una nueva concepción, la salud de la madre puede verse
perjudicada. El endoceptivo puede colocarse de 6 á 8 semanas después
del parto, y al ser un método totalmente reversible, puede extraerse
cuando la mujer desea ser fértil de nuevo. Además, la sustancia que
libera no interfiere en la leche materna, por lo que la lactancia
puede continuarse sin problemas. |
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Ventajas
y contraindicaciones
• Es
particularmente útil para mujeres que poseen hemorragias abundantes
y dolores profundos durante la menstruación, ya que disminuye el
sangrado y los días de duración de la regla.
• Es ideal para mujeres que no pueden tomar píldoras con estrógenos
(por ejemplo, si eres fumadora mayor de 35 años)
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Tiene una eficacia de 99,9 %, o dicho de otra forma, de cada 1000
mujeres usuarias se producen solamente 2 embarazos en el lapso de
1 año.
• También actúa sobre patologías femeninas muy comunes como la menorragia
idiopática (hemorragia constante) o la enfermedad pélvica inflamatoria.
• Reduce el riesgo de embarazos ectópicos.
• Puede ser combinado con cualquier tratamiento de reemplazo hormonal.
• Está contraindicado para mujeres con cáncer de ovarios, cuello o
endometrio. Tampoco pueden usarlo aquellas que posean algún tipo de
deformidad de la cavidad uterina. |
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Las
etapas de la anticoncepción
En
Latinoamérica existen 114 millones de mujeres en edad fértil, pero
sólo 46 millones utiliza algún tipo de anticonceptivo, por lo cual
el índice de natalidad es muy alto en esta parte del mundo. La primera
menstruación llega entre los 11 y los 14 años y la primera relación
sexual se da entre los 16 y los 20.
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En
esta etapa, el método más elegido es la píldora (el 9,96 % de las
latinoamericanas la utiliza) o el preservativo: (tan sólo el 6%).
Esto último explica el altísimo y creciente índice de HIV entre la
población femenina. La época de mayor uso de anticonceptivos ocurre
entre los 20 y los 24 años. Sin embargo, siguen siendo muchísimos
los casos de embarazos no deseados, tal es así que en Latinoamérica
hay 6 millones de abortos al año. En México, las mujeres tienen un
promedio de cuatro hijos; en Venezuela, tres; en la Argentina, 2,7
y en Brasil, Chile y Colombia, 2,6 hijos por mujer. De todos los nacimientos
registrados, un 16,5 % corresponde a madres de entre 15 y 19 años.
Todos estos datos permiten comprender la importancia de la planificación
familiar y la educación sexual. Según un informe realizado por Population
Action International, lo que se está haciendo no alcanza: sólo un
52 % de las mujeres latinoamericanas en edad fértil (que se extiende
desde los 15 a los 44 años de edad) utiliza algún método anticonceptivo,
porcentaje que se sitúa muy por debajo del europeo y el norteamericano.
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