El Periódico de la Familia Cafetera

MEDELLIN - COLOMBIA, SEPTIEMBRE DE 2007

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La Voz del Comité

Por: Pbro. Víctor Fernando Estrada Arredondo Vicepresidente Comité Departamental de Cafeteros de Antioquia

Los 80 años de nuestra Federación El estudio del hombre y de su mundo interior es cada día más fascinante... Desde los tiempos remotos ha existido en todos los pueblos un deseo incontenible de descorrer el velo del misterio humano... Hoy más que nunca el progreso de la humanidad, y el deseo vehemente del hombre por salir adelante, se han agudizado hasta el ansia de captar hasta lo más íntimo de la vida humanada. Las dos ciencias que estudian al hombre, la Antropología y la Sicología han abierto en esta misma dirección horizontes totalmente desconocidos. El avance de las ciencias del hombre, nos ha hecho caer en la cuenta de que ha habido un viraje en redondo en la concepción del Ser Humano... Del hombre, ser individual, hemos dado un salto al hombre que vive, que se mueve, al hombre que participa, que actúa, no por sí solo, sino en grupo y en comunidad... El cambio no ha sido ajeno al hombre, sino que se ha dado en la misma base del hombre... Queramos o no, estamos moviéndonos en un mundo cuyo signo es comunitario, es participativo. Y es que la persona, querámoslo o no, está en el centro de los problemas diarios... Se cumplen una vez más y se hacen realidad las palabras de un escritor de la antigüedad que decía: Por muy numerosas que sean las maravillas, ninguna sobrepasa al hombre... O si prefieren las palabras de Teilhard de Chardin cuando dice: el hombre abajo, el hombre arriba y el hombre en el centro... Por lo tanto ya no tenemos otro remedio que olvidamos de todo y ocupamos muy certeramente del hombre. La fiebre del tener, propagada por la filosofía de la sociedad de consumo en la que inconscientemente cabalgamos, nos ha hecho olvidar de la verdadera definición del Hombre... En esta crisis colectiva, nuestra máxima aspiración es la de poseer. Hemos desvalorizado nuestro ser de personas, hemos menospreciado nuestros grandes valores, hemos tirado abajo la aspiración por ser cada día más humanos. Este ha sido nuestro más grave error. En este proceso de humanización de la persona en una forma oportuna ha intervenido la Federación Nacional de Cafeteros, los Comités Departamentales proclamando y enseñando con cada una de sus actividades y proyectos que la razón de ser de cada hombre es la formación integral de la persona, han valorado estas instituciones y gremios la riqueza interior del hombre y la gran capacidad de participación. El conflicto ideológico que sacude hoy a los pueblos todos, tiene las raíces ahondadas en el más fiero egoísmo, que es el enemigo destructor número uno en el trabajo comunitario. Ochenta años de nuestra Institución Cafetera es la demostración de que nuestro gremio es uno de los mejores caminos para el progreso y para la solución de las necesidades que le son más comunes a las distintas personas y grupos. La fidelidad y la lealtad de los Caficultores federados a la Federación, es el resultado de 80 años de trabajo en este gremio. Me gusta sobremanera el proceso formativo de la Federación. Aquí ante todo se hace tomar conciencia del ser de persona, osea la humanización; pues el componente esencial de la Institución Cafetera no son los .ángeles, ni los animales ni obras de infraestructura, sino que el componente primordial de nuestra empresa es el Hombre. Aquí al hombre se le hace tomar atenta nota de lo que es y para lo que está hecho. Después de este proceso de humanización que se lleva a efecto en nuestra empresa cafetera, viene luego otro de no menos importancia, como es la socialización. El hombre no puede vivir solo, necesita de los demás. Necesita ver en los demás, no obstáculos para su desenvolvimiento, sino medios de realización. El hombre que es capaz de vivir en sociedad está hecho para el trascendente. Si los hombres no nos unimos, nuestros pueblos irán al fracaso y a la frustración. Las fuerzas destinadas a un mismo ideal, hacen posible el adelanto de los pueblos y la gran satisfacción de los hombres. Todo este progreso y adelanto, que ha impregnado la federación es palpable en la construcción de: escuelas, centros de salud, vías, electrificación mejoramiento básico, puentes, acueductos, subsidio a la renovación de cafetales, proyectos productivos de gran magnitud, asistencia técnica, tejido social bien fundamentado y en primera línea. Todo esto habla no de una Federación vieja de 80 años, sino que habla de una niña de 8 décadas. Qué pesar de aquellos que dicen que hay que intervenir la Federación, nosotros los federados decimos que si la Federación no existiera habría que inventarla. Gracias Federación, gracias Comité, el trabajo apenas empieza, ya que nuestro café tiene más futuro que pasado, por eso hacemos la diferencia.