El Periódico de la Familia Cafetera

MEDELLIN - COLOMBIA, SEPTIEMBRE DE 2007

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En Salgar, caficultores jóvenes serán empresarios y dueños de las tierras

La Federación Nacional de Cafeteros de Colombia puso en marcha el 21 de septiembre, en el municipio de Salgar, suroeste de Antioquia, un novedoso programa que permitirá lograr un cambio generacional en la caficultura, mejorar y modernizar la producción y abrir las puertas a un nuevo modelo de redistribución de tierras en el país.

En un acto especial que contó con la asistencia del presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez, varios de sus ministros y de reconocidos representantes del gremio y del sector financiero, la Federación instaló el primer proyecto productivo con un grupo de 44 jóvenes cafeteros que se asociaron para hacer empresa rural.

“Se trata del más revolucionario programa que se haya adoptado en el país para buscar que campesinos de bajos recursos, y sin tierra, se conviertan en socios de empresas cafeteras rentables e innovadoras”, dijo el Gerente General de la Federación, Gabriel Silva.

Explicó que este programa, llamado Modelos Innovadores-Jóvenes Agricultores, busca, en primera instancia, probar modelos que den oportunidades a las nuevas generaciones de caficultores colombianos, como han recomendado los estudios para la modernización y supervivencia de la industria. La edad promedio de los productores de café está hoy en 53 años y la meta es bajarla a 40 en los próximos años.

Pero no sólo se busca contar con caficultores jóvenes, sino acelerar la transferencia de tecnología, promover cambios en los sistemas de producción e incentivar el trabajo rural en equipo.

El programa busca frenar el éxodo de campesinos jóvenes hacia pueblos y ciudades, con una novedosa oferta que los convierte en caficultores propietarios de tierra, con seguridad social, apoyo institucional permanente y con perspectivas de capitalizarse hacia el futuro con aumentos en productividad, mejor calidad del café y reducción de costos.

El esquema es relativamente simple. El equipo que lidera el proyecto busca una buena finca cafetera que esté para la venta, la hace avaluar, la negocia al mejor precio posible, consigue los recursos en el sistema financiero, la compra, y luego la entrega a un grupos de jóvenes caficultores para que la trabajen y la paguen por cuotas en un plazo máximo de doce años.
La primera finca, El Silencio (vereda La Siberia), que se entregó, tiene 243 hectáreas, fue comprada con un crédito que se obtuvo con el Grupo Bolívar (Bancafé), y en los doce años de plazo del crédito se completarán 220 hectáreas sembradas con café, y el resto será para otros productos agropecuarios y para las viviendas de los jóvenes.

Primera etapa US$ 26 millones
Para poner en marcha este programa, la Federación de Cafeteros gestionó un crédito por seis millones de dólares con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), recursos que servirán de base para arrancar este nuevo modelo empresarial rural.

El programa espera llegar a más de 1.000 jóvenes y sus familias para el 2010. Para lograr esa meta, aparte de los seis millones de dólares del BID, en los próximos tres años el programa deberá conseguir con el sistema financiero y el mercado de capitales el equivalente a 20 millones de dólares para compra de fincas y capital de trabajo.

A las convocatorias para la creación de estas empresas rurales sólo se pueden inscribir caficultores que tengan entre 18 y 35 años, con su situación militar resuelta (en el caso de los hombres), que hayan terminado cuarto de bachillerato (9° grado de educación), que sean de la región de la finca que se piensa adjudicar, que hayan estado durante los últimos tres años en la actividad cafetera y que puedan demostrar que no tienen tierra.