Principios que Orientan nuestra Acción Educativa.-
Los principios que proponemos, implica el reconocimiento del valor absoluto de la persona, por encima de cualquier realidad material o social, y aún sobre cualquier otro ser humano. La educación integral que ofrecemos implica que ésta sea un proceso centrado en la persona, tanto en su dimensión personal como social.
PRINCIPIO
DE LIBERTAD.
La educación sólo es posible en la libertad. Sin libertad no hay educación. Sólo en la libre posibilidad de elegir cada sujeto se hace persona o construye su propia personalidad y aprende a administrar su libertad.
El educador debe proporcionar al alumno múltiples y amplias oportunidades para escoger, decidir, expresarse e investigar.
PRINCIPIO
DE SOCIALIZACION Y COMUNICACION.
Como reconocemos que la persona no está clausurada en sí misma, no vive aislada, vive abierta a la naturaleza, a los demás hombres y a Dios, la educación que brinda Fe y Alegría promueve la socialización de la persona, es decir llegar a ser alguien capaz de vivir en una sociedad civilizada, capaz de crear una comunidad donde se favorezca el diálogo, la solidaridad, la iniciativa, el desarrollo de todas las personas y el respeto de la naturaleza, y de tener una relación personal con Dios.
La vivencia y desarrollo de la comunicación se logra cuando cada persona se siente aceptada, respetada y valorada y se crea un clima de espontaneidad y alegría, y se promueve en todo el proceso educativo la capacidad crítica, la expresión personal de sentimientos, deseos, proyectos, la vivencia de un gran pluralismo de ideas, que se busque el interés común, no los caprichos ni la conveniencia de algunos y se deje actuar al alumno como persona libre y responsable.
PRINCIPIO
DE PARTICIPACION.
En el educar para la participación democrática, vemos importante dos aspectos: El primero, que esté abierto a todos los pobladores de la zona, especialmente a los más pobres y el segundo aspecto, que dentro de toda la Institución se viva democráticamente.
Para promover la participación, los educadores tienen que centrar su quehacer educativo en el alumno o participante del programa y no en ellos, ya que aquél es el sujeto y objeto del proceso y además crear situaciones de aprendizaje que pongan al niño, joven o adulto en actitud o situación de participar, e incentivar que aporten sugerencias, tomen parte en diversas actividades y las asuman con responsabilidad.
PRINCIPIO
DE LA REALIDAD.
Se debe orientar la labor educativa desde el pueblo, a partir de la realidad sociocultural y favorecer en el educando la toma de conciencia de su situación de marginación, el compromiso con su crecimiento personal y la exigencia de transformar y transformarse sin perder su identidad personal y social.
PRINCIPIO
DE LA INDIVIDUALIDAD O SINGULARIDAD.
La persona es única e irremplazable con características físicas, psíquicas y sociales específicas. Los educadores deben crear situaciones de aprendizaje que se adapten a cada uno de los alumnos; es decir, que tengan en cuenta las diferencias de inteligencia, nivel y modo de aprendizaje, aptitudes, ritmo de trabajo, reacciones afectivas, fatigabilidad, y todo factor que incide en el aprendizaje
PRINCIPIO
DE ACTIVIDAD.-
El promover la actividad en los educandos es imprescindible para que ellos sean capaces de construir conocimientos. Este criterio se apoya en la certeza que los conocimientos de la humanidad se van haciendo por la observación, investigación, descubrimiento, construcción y creación, y no por la recepción pasiva de conocimientos.
PRINCIPIO
DE CAPACIDAD CRÍTICA.-
Entendemos por capacidad crítica la actitud de juzgar y ofrecer una opinión, con una actitud positiva, sobre ideas, personas y hechos, y proponer alternativas y soluciones. Fe y Alegría ve imprescindible que sus escuelas y programas educativos ofrezcan ambientes de libertad, respeto y tolerancia para que los alumnos puedan pensar y expresar sus opiniones y puedan desarrollar su capacidad crítica.
PRINCIPIO
DE SOLIDARIDAD.-
Educar en la solidaridad significa para Fe y Alegría educar en una manera de vivir y de estar en el mundo, estar dispuesto a ayudar en lo que se puede en las necesidades de los demás, y listo para denunciar críticamente las injusticias, dispuesto a involucrarse en la solución de las mismas.
PRINCIPIO
DE LA ESPERANZA.-
Consideramos la niñez y la juventud como las etapas oportunas para poner en práctica el sueño de José María Vélez de descubrir, recuperar, vivir el valor de la esperanza, del anhelo de la confianza y prepararse para construir el futuro. Podremos hacerlo si nuestra vida es un proyecto de esperanza y nuestra actitud mental es positiva porque educamos más por lo que somos y por cómo nos portamos, que por lo que decimos.