En este primer Menú de inversiones acerca de la inflación se abordan conceptos y maneras inmediatas para enfrentarla. Para la próxima edición estudiaremos enfoques macroeconómicos a través de  especialistas.

Eso de llegar a la bodega,  ver el precio de la leche y decir "este país se lo llevo quien 1o trajo", mientras el bodeguero responde con cara de yo no fui "y dicen que vendrá más cara", quizás sea la manera menos exacta de evaluar cuanto sube el costo de la vida.... pero sirve.

Y tanto que con un pequeño esfuerzo de calculo de sus ingresos personales y del registro de los artículos que usted  consume mensualmente,  sabrá cuan deprimido esta su poder adquisitivo.

Es sencillo,  cuando realice el mercado al final de mes, haga una lista de los artículos de rutina  y agregue agua, luz,  teléfono, electricidad, gas y no deje de incluir aspirinas, por aquello de que previene los infartos.

Hecha la lista anote su costo. Repita la actividad el mes siguiente. Reste y el resultado lo divide entre lo gastado el primer mes y lo multiplica por 100.

Ejercite la operación mes a mes siempre respecto al mes anterior para saber cuanto aumentó el costo de su canasta cada 30 días. Si desea saber cuanto subió en relación al primer mes, tome éste como base,  reste lo gastado y haga el mismo procedimiento.

Ahora, con sus porcientos en la libreta, puede pararse en la esquina del  Banco Central y decirles cuan exacto o fuera de lugar esta ese numerito (que tiene de cabezas a los estrategas Macroeconómicos del Gobierno) de nombre inflación.

PARA TODOS LOS GUSTOS

Pero a la hora de comparar su índice con el del Gobierno, trate de no irse de veloz a emitir juicios indebidos.  La inflación  que aparece en la prensa es por lo común  la general y mide la variación de precios de una infinidad de artículos, que quizás muchas no tengan nada que ver  con su patrón de  vida.

De hecho el economista Domingo Maza Zavala afirma que “la gente de menores ingresos gasta más en alimentos que los de altos ingresos”.

Quienes poseen ingresos desorbitados casi ni les preocupa la inflación. Los de medianos ingresos se ven afectados por el alza en la recreación o artículos durables como neveras, computadoras, mientras que la mayoría de la población que vive en la pobreza, casi todo lo gasta en comida.
 Acorde a este criterio, los datos de inflación que da el Gobierno están divididos en 4 estratos socioeconómicos y 4 rubros de consumo:  Alimentos, bebidas y tabacos, vestidos y calzado; gastos del hogar y gastos diversos.

Familias de menor estrato poseen menores ingresos y viceversa,  debido a que la inflación afectará de distinta manera  a cada quien, acorde a los patrones de consumo  e  ingreso.
Aclarado el punto, cuando haga su lista fíjese sobre que rubro pesan más sus gastos, saque su índice y compare con el publicado en el boletín de Indicadores del Gobierno.

IMAGÍNESE

Es más, su índice  no solo le será útil para saber como la inflación hace añicos su salario o ganancias de su negocio y cuanta especulación y usura tiene el bodeguero por sus limitados ingresos.  También le permitirá conocer su capacidad de ahorro y la tasa de interés que más le conviene. 

Imagínese que lo gastado en la mesada lo coloca en algún banco por un mes. Saca el monto más lo ganado por intereses y vuelve a realizar sus gastos. Si no le alcanza es porque las tasas de interés son reales negativas.  Si sobra es lo contrario, reales positivas.

    Pero como la inflación avanza de distinta manera según el rubro de consumo, quizás a usted le afecta más el alza de los diskettes, las hamburguesas o las medicinas, gastos que podrían hacer que su tasa de interés sea negativa.

    De cualquier modo,  busque  tasas de interés por encima del doble de la inflación.  Si percibe con el tiempo que no ahorrara el monto que brinde esa tasa,  revise los artículos de su casa.  A lo mejor falta algo por comprar o gasta demasiado en artículos innecesarios.