
La Navarra
invertebrada
La sociedad Navarra es un ejemplo de sociedad
invertebrada. La diversidad y la riqueza de matices que ofrece la Comunidad
Foral de Navarra, si la cruzamos de Norte a Sur, es enorme. En lo cultural, en
lo lingüístico, en lo institucional o en el plano económico. Y esto determina
comportamientos y aptitudes distintas y casi siempre encontrados, tanto en lo
sociológico como el lo estrictamente político.
Lo rural y lo urbano, lo conservador y lo progresista o lo vasco-navarro y lo
hispano-navarro coexisten en una sociedad plural, invertebrada, que vive en el
desencuentro y que se dan la espalda. Según Pablo Antoñana, reciente
Premio Príncipe de Viana, "los navarros nos tratamos, nos
aguantamos....., pero no nos queremos".
la navarra oficial
La exclusión de los navarros vasquistas del sistema de juego Navarro. El
proceso de deslegitimación del nacionalismo vasco-navarro propiciado y
ejecutado por la derecha y sus grupos de presión mediática ha propiciado las
bases para la división de Navarra en dos grandes bloques: La Navarra oficial y
la Navarra real.
La existencia de lobbies o grupos de presión "que no se presentan a las
elecciones" pero con gran influencia en la Administración es muy
importante en Navarra. En este terreno, poderes como los que representan las
organizaciones empresariales o el Diario de Navarra desempeñan un significativo
papel.
La Navarra oficial se ha basado en una histórica hegemonía que únicamente
se truncó durante el mandato del anterior Gobierno tripartito. Una cosa es
gobernar y otra tener la hegemonía. Durante la historia democrática Navarra,
la Derecha ha podido perder el Gobierno, pasando a manos del PSN, pero nunca ha
perdido la hegemonía (excepto en la breve experiencia del tripartito),
La hegemonía de la derecha está garantizada por el coto cerrado del actual
modelo de vertebración político-institucional, y sólo se ve amenazada por la
vertebración Vasco-Navarra. Sólo así se puede entender la coincidencia entre
la derecha de UPN y el Gobierno de Urralburu, la gestora de Víctor Manuel
Arbeloa o el sindicalismo de Ancízar.
Los otros
navarros
Hay una parte de los navarros que se queda fuera de la Navarra Oficial, que
les hace sentirse extranjeros en su propia tierra. Forman parte de una Navarra
real: no distinta, pero sí más allá de la oficial. Una Navarra más
dinámica, con comportamientos que desdicen lo oficial y que rompen el
estereotipo.
El asentamiento del sindicalismo Vasco en Navarra, la intensa actividad de
los movimientos sociales, el crecimiento de la matriculación escolar en euskera,
las iniciativas populares de las ikastolas o la negativa que en su día dieron
los navarros a la OTAN son algunos ejemplos de la mencionada desintonía entre
la sociedad Navarra y sus estamentos oficiales.
A pesar de los corsés del reduccionismo oficial, hay una Navarra más
crítica, más autónoma, que es capaz de tomar iniciativas culturales o
sociales más allá de las dictadas o las consideradas por la Navarra oficial.
Los otros Navarros
