No
temas al dolor que dan las penas, es
fuerte y hace daño mientras nace, pero
el tiempo lo vuelve aprendizaje para
saber apreciar cosas pequeñas, algún
trozo del alma, que nos hace que
merezca la pena seguir nuestro viaje.
 No
temas a soñar mientras caminas, ni
a sonreír a aquél que va pasando, ni
a lo imposible del sueño que imaginas, no
importa la razón, dónde ni cuándo, con
los sueños, despierto, te iluminas y
al dormir, también, vives soñando.
 No
temas al mañana, no hay motivo para
temer a lo desconocido y
vive en el amor intensamente, no
seas de tus miedos el cautivo, ni
temas a la luz que se ha escondido, el
mañana es un logro del presente si,
al despertar, te dice que estás vivo.
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