La posición de manejo ideal es la siguiente:
Brazos ligeramente flexionados, formando un ángulo de 130 ó 140 grados aproximadamente
Piernas también ligeramente flexionadas de manera que permita un apoyo correcto en toda la banqueta y que al accionar los pedales no queden completamente estiradas
Espalda apoyada en todo el respaldo, permitiendo que los bordes del asiento ejerzan una correcta sujeción
La inclinación del respaldo debe ser lo más vertical posible (al estilo de los pilotos de rally), permitiendo un correcto apoyo de la espalda y una distancia al apoyacabezas no mayor a 9 cm
La distancia a los mandos debe ser aquélla que permita girar el volante y accionar la palanca de cambios (5ta. marcha) sin despegar la espalda del respaldo. Generalmente se debe poder apoyar la muñeca en la parte superior del aro del volante
Las piernas nunca deben tocar el volante, mucho menos al accionar el pedal del freno
El cinturón de seguridad debe atravesar la clavícula aproximadamente por el medio, es decir ni muy cerca del hombro ni tocando el cuello
Una
vez que encontró la posición correcta y cómoda, ubique los espejos
retrovisores . (Al
Inicio)
LEA
Y RESPETE LAS INDICACIONES DEL MANUAL DEL USUARIO;
Antes
de conducir un vehículo que no se conoce, verificar por lo menos cómo se
accionan las luces, los limpiaparabrisas y las balizas por cualquier emergencia;
Al
poner en marcha el vehículo, no lo caliente detenido ya que de esa manera sólo
toma temperatura el motor. Inicie la marcha inmediatamente de manera suave y
lenta por una cuadras, para que calienten de manera pareja el motor, la caja, el
diferencias y demás elementos mecánicos;
Verifique
periódicamente el nivel de líquidos (refrigerante, aceite, lavaparabrisas,
frenos, batería, etc.);
Controle
al menos una vez al mes la presión de las cubiertas. Recuerde que ello debe
hacerse con las cubiertas FRIAS, esto es que hayan circulado como máximo 3 kilómetros
a un ritmo lento. El aumento de temperatura del neumático aumenta la presión,
y ello puede llevar a reducirla sin necesidad. Utilice la presión indicada por
el fabricante;
Todas
las luces deben funcionar correctamente. Además, alta y baja deben estar
correctamente alineados para no encandilar y tener buena visibilidad;
Una
vez que estamos correctamente ubicados y con el cinturón de seguridad colocado,
podemos iniciar la marcha.
Al
estar en movimiento, llevar la mayor cantidad del tiempo posible las manos sobre
el volante. Para saber la manera de tomar el volante, vamos a simular que el
mismo es el cuadrante de un reloj:
a.
La
posición inicial y para circular derecho debe ser tomando el volante a las 9 y
15.
b.
Para
girar hacia la derecha, el procedimiento es subir la mano derecha hasta las 12
dejando la mano izquierda en las 9. Tirar hacia la derecha y abajo con la mano
diestra, dejando deslizar el aro del volante por la mano izquierda que comienza
a descender hasta oponerse a la derecha. Una vez que las manos se encuentran
nuevamente en posición opuesta, completar el giro con ambas manos y enderezar
tirando hacia abajo con la izquierda hasta la posición inicial.
Una
de las situaciones más difíciles de afrontar es el "aquaplaning",
que se produce cuando el neumático pierde el contacto con el piso porque una
capa de agua se interpone entre ambos, vale decir que la o las ruedas "planean".
En la mayoría de los casos de aquaplaning se pierde el control del vehículo,
debiendo el conductor evitar -generalmente- cualquier maniobra brusca o violenta
y esperar que el auto vuelva a tomar contacto con el piso.
Si
el agua involucra las cuatro ruedas circulando derecho hay que desacelerar y
sostener el volante con firmeza, volviendo a acelerar una vez que se vuelve a
tomar adherencia.
Si
en cambio el "planeo" sólo se produce de un lado del vehículo, éste
tenderá a girar hacia el lado que tomó contacto con el agua sacando al coche
de la trayectoria. En este caso debe tomarse firmemente el volante, si es
necesario girando suavemente hacia el otro lado para recuperar direccionalidad.
En ningún caso debe frenarse hasta tanto se tenga una adherencia razonable.
Este
tema lo vamos a encarar desde dos puntos de vista, el de la trayectoria "segura"
y el de la trayectoria "ideal".
Seguimos
sosteniendo aquí el concepto de que hay que mirar más allá de la trompa del
propio vehículo, anticipando los obstáculos o las dificultades que se nos
pueden presentar.
Imaginemos
que toda curva tiene un punto de ingreso, un punto de cuerda y un punto de
salida. La ubicación del punto de ingreso coincide con el inicio de la curva,
el de salida con el fin de la misma, y el punto de cuerda puede variar según se
trate de un manejo "defensivo o seguro" o de un manejo
"ideal".
El
punto de cuerda seguro siempre se encuentra después del punto de cuerda ideal.
De acuerdo a los distintos tipos de curva, la ubicación de los puntos es la
siguiente:
Curvas
de 90°: El punto de cuerda ideal se encuentra exactamente a mitad de la curva,
mientras que el seguro está más adelante y se caracteriza por un radio de giro
más estrecho al ingreso y más amplio a la salida del giro, permitiendo un
panorama más amplio de la curva y consintiendo una aceleración prácticamente
en línea recta a la salida.
Curvas
de 180°: La trayectoria ideal es la misma que en las curvas de 90°, es decir
con el punto de cuerda en el medio de la trayectoria. El punto seguro aquí se
encuentra aún más adelante que en la curva anterior.
Curvas
en S: En este caso es siempre aconsejable utilizar el punto de cuerda seguro en
ambos giros, sacrificando la entrada a la primera curva en favor de la segunda.
Debemos
convenir que acelerar, acelera cualquiera, en cambio no todos pueden frenar
correctamente.
Como
primera medida, jamás apriete el embrague al frenar, ya que la fuerza que
ejerce el motor ayuda a retardar el bloqueo de las ruedas de tracción. No
importa que una vez detenido el motor se pare.
El
tiempo medio de reacción entre que se detecta la necesidad de frenar y el apoyo
del pie en el pedal del freno se estima en 7/10 de segundo.
Si
tenemos en cuenta que a 100 km/h se recorren casi 28 metros por segundo, entre
que se advierte la necesidad de frenar y se comienza la frenada recorrimos cerca
de 19 metros. Esto nos lleva a reflexionar lo importante que es mantener la
distancia respecto del vehículo que nos precede.
Importante:
En caso de emergencia hay que aprovechar siempre el primer momento de la frenada,
ya que es el momento de más adherencia porque el auto viene mejor apoyado, con
un reparto de peso equitativo entre ambos ejes. Una vez iniciada la frenada,
gran parte de la carga se transfiere al tren delantero, provocando una exigencia
sobre los neumáticos que, en ocasiones, sobrepasa el límite de adherencia y
provoca el bloqueo.
a.
Frenada
sin ABS: En este caso, superado el límite de adherencia de alguno o todos los
neumáticos, se puede producir un bloqueo. El bloqueo se produce cuando las
ruedas dejan de girar. Si bien en algunas ocasiones el bloqueo consiente
espacios de frenada menores, su peor consecuencia es que el conductor pierde el
dominio del rodado. Hay que tener en cuenta también que el frenado con las
ruedas bloqueadas muchas veces alarga las distancias de detención, en general
por las condiciones del suelo. Ahora bien, ante el bloqueo de las ruedas lo
ideal es disminuir levemente la presión de frenado hasta que las mismas vuelvan
a girar, pudiendo aumentarse nuevamente la presión sobre el pedal. De esta
manera se evita la pérdida de control y se pueden esquivar obstáculos.
b.
Frenada
con ABS: En este supuesto, el conductor debe limitarse a presionar con toda su
fuerza el pedal del freno y la electrónica se hace cargo de evitar el bloqueo,
pudiendo el conductor dominar la dirección de su vehículo en todo momento. Así
se disminuye el espacio de frenada y se mantiene el control del vehículo.