NUEVO BAZTAN

Al Sureste de la Comunidad de Madrid, en la Comarca de Alcalá de Henares, a 831 metros de altitud y a nueve leguas de la Villa y Corte, se yergue majestuoso, con una belleza impactante, el Conjunto Histórico-Artístico de Nuevo Baztán, que erigiera José Benito de Churriguera, a principios del XVIII, por encargo del prócer navarro, Juan de Goyeneche, inventor de esta villa señorial.  Goyeneche, que ya tenía haciendas e industrias en La Olmeda, decide ampliar su obra industrializadora, para lo cual adquiere el Bosque de Acevedo, sito a un cuarto de legua de La Olmeda, y funda Nuevo Baztán, en recuerdo de su villa natal.  Precisamente, en el barrio Ordoqui de Arizcun se encontraba la casa solariega de su familia, llamada Goyenechea.


Iglesia de San Francisco Javier y palacio de Goyeneche

 


Don Juan de Goyeneche y Gastón



Vista del Nuevo Baztán

 


Retablo principal de la iglesia de San Francisco Javier

Nuevo Baztán se inscribe en el mundo barroco.  Don José de Churriguera, el célebre arquitecto, trabajó a las órdenes de Goyeneche, construyendo la villa entre 1709 y 1713. La misma, que se organiza al pie de un conjunto monumental formado por la iglesia-palacio, comprendió el complejo industrial más avanzado de su tiempo, precursor de la gran tarea de modernización e industrialización de España, emprendida por los primeros Borbones.  

El conjunto monumental que forman el Palacio y la Iglesia sorprende por su armoniosa edificación. El señorial Palacio, flanqueado en su lado izquierdo por un elegante torreón, adornado con remates de bola, cuenta con dos plantas, engalanadas con arcos de medio punto y comunicadas a través de un patio cuadrangular.  La escalera que las une es similar a la del palacio Goyeneche, de Madrid, hoy Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. En la portada principal del Palacio figura la cabeza de un león, sujetando el escudo heráldico ajedrezado del Valle de Baztán.

La Iglesia, de mayor altura que el Palacio, termina en tres altivas torres, con chapiteles de pizarra, a cuatro aguas.  En el centro de la fachada, una hornacina acoge la figura en piedra de San Francisco Javier, copatrón de Navarra y apóstol de las Indias, de ascendencia baztanesa, ya que su madre era de Azpilcueta.

El retablo del altar mayor, de mármol conquense, lo preside la escultura en mármol de San Francisco Javier, esculpida por Churriguera.  Remata aquél un medallón del Santo, bautizando a un rey infiel, acompañado por dos indios.  Atesora la Iglesia varias tallas de marfiles filipinos, de la época de Goyeneche, con gran calidad artística.  La más venerada es la del Cristo del Socorro.  También son de admirar un San Juan Bautista, una Sagrada Familia y una Virgen con el Niño.

En la Iglesia, en un estado de conservación muy aceptable, se celebran oficios religiosos a lo largo de todo el año, teniendo gran relieve las solemnidades litúrgicas principales.

Delante de la fachada principal se abre la plaza de la Iglesia, con sus jardines.  En la parte posterior, la plaza de Fiestas o de Toros, enmarcada por una larga balconada, con arcos y barandillas, albergaba en época de los Goyeneches corridas de toros, a las que asistió en alguna ocasión Felipe V y su familia.

Completa el conjunto arquitectónico una extensa superficie de terreno, en parte arbolada, denominada La Campa, que era el antiguo jardín de Palacio. 

Textos e imágenes reproducidos por gentileza de la Asociación del Patrimonio Histórico de Nuevo Baztán