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El factor padres como obstaculizador o facilitador del proceso de integración
El sueño de todo docente comprometido y enamorado del proyecto de integración de niños con necesidades especiales al aula regular, es lograr dicha integración con todos lo niños que llegan a sus manos y con la mayor brevedad posible. Por esto, muchas veces nos olvidamos de tomar en cuenta ciertos factores determinantes que contribuirán u obstaculizarán este proceso.
Uno de los factores a tomar en cuenta, y quizás el más importante, se refiere a la actitud de los padres de estos niños, hacia el proceso de integración.
Por lo general, cuando recibimos a un niño especial en un colegio regular, se da por sentado que sus padres desean y apoyan la idea de que sea integrado a un aula regular. Sin embargo, y aunque así lo manifiesten a viva voz, sus actitudes y respuestas hacia el proceso, no hacen más que obstaculizarlo.
Estas actitudes se pueden manifestar, principalmente, de dos formas. La primera consiste en la negación del problema: "Si mi hijo está en un colegio 'normal' es porque no tiene nada y no necesita ningún tipo de ayuda". En estos casos, se obstaculiza el proceso, pues los padres se cierran a recibir consejos, así como también, a que el niño reciba la atención especializada que necesita. Se trabaja con el niño, sólo en el colegio y se pierde la continuidad cuando se marcha a casa. De esta forma es muy poco o nada, lo que se puede avanzar para alcanzar la meta fijada.
La segunda actitud, es quizás un poco más dañina para el proceso de integración, y se da cuando los padres han etiquetado a sus propios hijos como "minusválidos, impedidos e incapaces de desarrollar al máximo sus potencialidades".
Cuando etiquetamos a una persona, ya la estamos limitando. Esta etiqueta hace que se le brinden un número limitado de oportunidades, lo que a su vez, limita también su desarrollo y aprendizaje y, por tanto, obstaculiza su proceso de integración.
Para poder alcanzar la meta de integrar exitosamente a un niño con necesidades especiales al aula regular, lo primero que tenemos que eliminar son las etiquetas que los limitan y, no sólo, a nivel de docentes, sino también de padres y de la comunidad en la que se encuentra inmerso.
Los docentes sólo somos COLABORADORES de este proceso y por más que luchemos y trabajemos, si no se cuenta con el apoyo y colaboración total de los padres y de la comunidad, no se podrá alcanzar el éxito en el proyecto de integración
Jeannette Bakhos