Los peces de distintos lugares tienen exigencias diferentes en lo que se refiere a la composición del agua. Para el mantenimiento y sobre todo la reproducción es necesario que las condiciones del agua de nuestro acuario sean lo más parecidas a las naturales. Estas propiedades que debemos controlar para tener éxito son : la temperatura, la acidez pH, la dureza total GH, la dureza de carbonatos KH, el nivel de oxígeno, la cantidad de compuestos nitrogenados (amoniaco, nitritos y nitratos) y los fosfatos.

La temperatura es un factor importante, que para mantener la mayoría de las especies tropicales, debería de estar entorno a los 24ºC. En el caso de la reproducción hay que tener en cuenta las exigencias de cada especie.

La acidez (pH) que deberá tener nuestro acuario depende según las especies, pero para mantener a la mayoría de estas un pH=7 rodando la neutralidad será suficiente. En la naturaleza pueden darse casos de peces viviendo en aguas acidas (pH=5,5) o tan alcalinas como pH=9 en el caso de los lagos africanos. La medición del pH es sencilla y existen en el mercado kits de medición muy fáciles de manejar. Pero para medirlo adecuadamente hay que saber que el pH puede variar al cabo del dia de tal forma que la medición ha de hacerse siempre a la misma hora.

La dureza total representa la cantidad de calcio y magnesio que contiene el agua. Está ligada al pH ya que, aguas de dureza baja (blandas) suelen ser al mismo tiempo acidas (pH bajo) y aguas de dureza elevada (duras) son por lo general alcalinas (pH alto). La dureza puede ser temporal o permanente. La primera puede ser eliminada hirviendo el agua, la segunda solamente se puede eliminar por métodos químicos algo complicados. Para disminuir la dureza por lo tanto hay que mezclar el agua que tenemos con agua blanda (agua desionizada ) o usar en nuestro filtro una resina intercambiadora de iones (que se vende en las tiendas especializadas) que puede rebajar la dureza a niveles inapreciables, y para aumentarla, mezclarla con agua dura (añadiendo piedras de yeso en el sustrato o como decoración). Para un gran número de especies es suficiente con un agua de dureza media de 7-10 GH.

La dureza de carbonatos es la concetración de carbonatos en el agua. Forma parte de la dureza total y tiene importancia sobre todo si pretendemos la reproducción de especies. Para la mayoría valores de KH entre 1 y 2 son suficientes.
 

La oxigenación (nivel de O₂) es otro factor a tener en cuenta, representa la cantidad de oxígeno en el agua y tiene importancia en los acuarios muy poblados. El oxígeno puede ser introducido en el acuario inyectando aire com piedras porosas, introduciendo plantas oxigenadoras (elodea, ambulia...) y agitando la superficie del agua. Si la oxigención es muy baja los peces suben a la superficie a respirar siendo esto motivo suficiente para que tratemos de aumentar el nivel de oxígeno en nuestro acuario.

El dióxido de carbono (CO₂) es importante en tanques en los que se pretenda mantener plantas. En cuanto a los peces se refiere, no les afecta apenas una subida o una bajada de los niveles de CO2 a no ser que sea muy pronunciada y afecte al pH. Pero esto no tiene lugar en los acuarios normales, solamente en acuarios plantados, con dureza baja y sistemas de inyección de dióxido de carbono.

Los compuestos nitrogenados (nitratos, nitritos, amoniaco) son un factor perjudicial que no debe ser ignorado. Son el resultado de la descomposición de los alimentos y los excrementos de los peces (ver ciclo de nitrógeno). Su acumulación es inevitable con el tiempo y por eso son uno de los principales motivos de la necesidad de cambios de agua. Se puede disminuir su concentración con una mayor filtración, disminuyendo el número de peces, alimentando menos y plantando plantas en nuestro acuario.

Los fosfatos no influyen practicamente en la vida de nuestros peces pero son un factor importante para nuestras plantas ya que son uno de los principales motivos de la aparición de algas en nuestros acuarios. Se introducen en el acuario mediante los alimentos y alcanzan su nivel máximo justo antes del cambio de agua. Para evitarlos deberemos disminuir la cantidad de alimento que damos a nuestros peces y aumentar el número de plantas de crecimiento rápido.