Titulo: Tres Consecuencias.
Romanos 3:21-26 es uno de los pasajes biblicos que contiene expresiones mas profundas y sublimes del plan de salvación que cualquier otro texto de la Escritura. Entre otras cosas, el apostol dejo claramente establecido en estos versiculos las bases de la salvacion:
En los capitulos siguientes el apostol va a dedicar bastante tiempo a explicar e ilustrar la verdad que en forma reducida y compacta presentó en estos versiculos. Pero antes de hacerlo se detiene por un momento, da un vistazo hacia lo que acaba de decir, y saca algunas conclusiones que desprenden del glorioso plan de la salvación que acaba de esbozar. No quiere que nada de lo que dijo pueda ser mal entendido; y asi los versiculos ventisiete al treinta y uno contienen tres consecuencias, que se derivan de lo dicho en la seccion anterior. Las mencionaremos a las tres, para despues comentarlas en turno:
I. En primer lugar el apostol ya habia establecido, y repetidamente, que la salvación es un don de Dios, recibida por fe en los meritos de Cristo. Ademas, declaro que nadie es justo, ni aun uno; que toda boca debe cerrarse, porque todo el mundo esta bajo el juicio de Dios; que por la obediencia a la ley ningun ser humano sera justificado, porque la justicia de Dios se manifesto aparte de la ley.
Ahora, en la seccion que estamos considerando la acentua otra vez, no queriendo que nadie pierda este punto tan vital, que no hay lugar en absoluto para la jactancia humana, porque Dios es el autor y consumador de la salvación del hombre. No es que Dios pone una parte y el hombre pone otra parte. Dios lo puso todo; el hombre no contribuye para su salvación; o como lo dijera un teologo contemporaneo: "Todo lo que el hombre contribuye para su salvación es el pecado del cual necesita ser rescatado". Y es por eso, porque el hombre no contribuye, que toda jactancia queda excluida.
Esta verdad, sin embargo es dificilmente aceptada por el corazon natural. El hombre es orgulloso por naturaleza, centrado en si mismo, por eso se interesa mas facilmente en algun plan donde el puede contribuir, donde cuenta lo que el hace, y puede asi recibir credito y reconocimiento. Es por eso que "el corazon orgulloso lucha para ganar la salvación…"
Le cuesta creer que la salvación no hay que ganarla, que ya fue ganada por los meritos de Cristo, que solo hay que aceptarla. Los judios particularmente eran muy dados a jactarse, a gloriarse por lo que eran y por lo que hacian. Eran hijos de Abraham y obedecian la ley, por lo tanto tenian derecho al cielo. Esta, ademas, habia sido la experiencia muy particular del apostol Pablo mientras militaba en el judaismo. De su jactancia, de su confianza en la carne, dejo constancia, en un registro muy candido y sincero.
Circuncidado al octavo dia, del linaje de Israel, de la tribu de Benjamin, hebreo de hebreos; en cuanto a la ley, fariseo; en cuanto al celo, perseguidor de al iglesia; en cuando a la justicia que es por la ley, irresprensible (Fil. 3:5,6).
Con lo que era y hacia estaba construyendo su propia torre para llegar al cielo. El sabia muy bien que lo que habia sido su gran problema antes de su conversion, antes de su encuentro con Jesus, era el problema de todo ser humano: egoismo, confianza en la carne, afan por hacer, y luego jactancia por los logros. Escribiendo a los Efesios subraya con toda claridad este principio:
Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no es de vosotros pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se glorie [glorie es la misma palabra que uso en Rom. 3:27, solo que alli esta traducida jactancia] (Efe. 2:8, 9).
Escribiendo sobre este mismo asunto, dice E. G. White:
¿Que es la justificacion por la fe? Es la obra de Dios que abate en el polvo la gloria del hombre, y hace por el hombre lo que el no tiene la capacidad de hacer por si mismo (TM 464).
Y en otro lugar agrega:
Si se pudiera reunir todo lo bueno, santo, noble y amable que hay en el hombre, y entonces se presentara a los angeles de Dios como algo que tiene una parte en la salvación del hombre o que tiene algun merito, la proposicion seria rechazada como traicion (MS 36, 1890).
A traves de las paginas de la Escritura, resalta constantemente el contraste entre la jactancia del hombre, y la fe que implicitamente confia en lo que Dios hizo y en su misericordia. Jesus mismo ilustro este contraste con la historia del fariseo y el publicano que fueron al templo a adorar: uno gloriandose en lo que hacia, el otro, implorando misericordia (Luc. 18:9-14).
En otra ocasion algunos de los ancianos de los judios intercedieron ante Jesus para que sanara al siervo de un centurion. Y es interesante notar los argumentos que usaron para pedirle el favor: "es digno de que le concedas esto".¿Por que? Fijate lo que ha hecho: ama nuestra nacion y nos edifico una sinagoga; por todo lo que hizo, ¿no crees que lo merece, que gano el derecho a que lo ayudes? Instantes despues el centurion envio unos amigos para que se entrevistaran con Jesus y le dijeran: "No soy digno de que entres debajo de mi techo…" Ante esta actitud, la del centurion, no la de los judios, Jesus se maravillo y dijo "… ni aun en Israel he hallado tanta fe" (Luc. 7:1-10), y sano al siervo, no porque el centurion fuese digno, sino porque sintio su indignidad y confio sin reservas en Jesus.
Por eso el apostol enfatiza con tanta insistencia que en el plan de la salvación no hay lugar para la menor jactancia, porque la excluye el principio de la fe. Y lo subraya aun mas al decir: "Concluimos, pues, que el hombre es justificado por la fe sin las obras de la ley" (Rom. 3:28).
II.La segunda consecuencia que señala el apostol, despues de haber presentado la esencia del plan de Dios para salvar al hombre, es que no hay diferencia entre judios y gentiles. Dios es uno, y existe un solo plan de salvacion. Y aunque parezca sencillo, este fue otro aspecto muy dificil de entender y aceptar para los judios. Ellos se consideraban los favoritos de Dios, ciudadanos de primera clase, privilegiados, mientras que los gentiles ocupaban un lugar secundario en el favor de Dios.
Pero en Romanos ambos son puestos en pie de igualdad, "porque no hay acepcion de personas para con Dios" (Rom.2:11). Ya habia acusado a judios y a gentiles, que todos estaban igualmente condenados (3:10), y que por las obras de la ley ningun ser humano sera justificado delante de Dios (3:20), ya que el hombre—todo hombre—es justificado por la fe (3:28).
En el versiculo treinta de la seccion bajo consideracion esta verdad queda inconfundiblemente clara cuando dice que "Dios es uno, y el justificara por la fe a los de la circuncision [judios], y por medio de la fe a los de la incircuncision [gentiles]". No solo los judios tuvieron dificultad para entender este concepto, sino aun la iglesia primitiva. Dieciocho años despues de Pentecostes se llevo a cabo un concilio de dirigentes religiosos en Jerusalen. Este concilio fue convocado con el proposito de aclarar algunos malos entendidos que aun persistian en cuanto a la salvacion de judios y gentiles.
Algunos hermanos habian ido de Jerusalen a Antioquia insistiendo que los conversos gentiles tenian que circuncidarse y guardar la ley de Moises para poder ser salvos (Hch. 15:1, 5). Despues de mucha discusion se levanto Pedro y aclaro algo que uno cree debia haber estado claro ya por muchos años:
Ninguna diferencia hizo entre nosotros y ellos [judios y gentiles]…antes creemos que por la gracia de Jesus seremos salvos, de igual modo que ellos (ver. 9, 11).
No solo los judios y los primeros cristianos tuvieron dificultad en entender que hay un solo plan de salvacion para todos y en todos los tiempos. Hoy, casi veinte siglos mas tarde, la confusion aun persiste. En nuestros dias se ha hecho popular en el mundo protestante el principio hermeneutico dispensacionalista, que sostiene que desde la entrada del pecado ha habido varias—siete—dispensaciones, teniendo Dios un plan distinto para cada una de ellas. Insisten, por ejemplo, que en la dispensacion del Antiguo Testamento la salvacion era por obras, por obediencia a la ley, y que en el Nuevo Testamento la ley ya no cuenta, y que la salvacion es por gracia.
Otros creen que la ultima generacion de cristianos tendra una norma diferente que la de las generaciones anteriores; una especie de dispensacionalismo. El apostol insiste que hay un solo Dios, y el salvara a todos de la misma manera. Cada persona que entre en el reino entrara bajo el mismo plan, exactamente: fe en lo provisto por Dios, judios y gentiles, Enoc y el ladron en la cruz, Abraham y la mujer samaritana, los de la primera generacion como los de la ultima. No hay otro camino; no hay dos maneras, no hay dos sistemas. Jesus asi lo dijo: Yo soy el camino, y la verdad y la vida; nadie viene al Padre, sino por mi" (Juan 14:6).
III.Y por ultimo, la salvacion por gracia, aparte de la ley, no invalida la ley. Este texto esta muy relacionado con la discusion precedente. El apostol habia argumentado, al exponer el plan de salvacion que:
. "por las obras de la ley ningun ser humano sera justificado" (ver. 20).
. la justicia de Dios se manifesto "aparte de la ley" (ver. 27).
. el hombre es justificado por fe, sin las obras de la ley (ver. 28).
Es muy natural que en este contexto surja la pregunta: bueno, si es asi, podemos disponer de la ley, esta no cuenta, ¿de que sirve? Pero el apostol es claro al respecto, el plan de la salvacion no invalida la ley, al contrario, la establece.
En realidad, es precisamente la inmutabilidad de la ley de Dios que hizo necesaria la cruz. Al tomar Jesus nuestros pecados sobre el, y sufrir el castigo que ellos merecian, declaro que la ley de Dios no puede hacerse a un lado. "Si hubiera sido posible que la ley fuera cambiada o abrogada, Cristo no habria necesitado morir" (DTG 711). La ley es eterna como el caracter de su autor.
No esta diciendo, sin embargo, el apostol que la persona que acepta a Cristo, puede ahora obedecer la ley perfectamente, y luego ser justificado de acuerdo a su actuacion. Enfatizo que no es por las obras de la ley. La ley no fue, y nunca sera, un metodo para obtener la salvacion. En ese error cayeron los judios—y Pablo mismo antes de encontrarse con Cristo—y es una tentacion constante para el hombre. No hay lugar para jactancia; Dios lo hizo todo. ¿Y entonces la ley? Si bien no es un metodo para ganar la salvacion, es una norma para indicarle a quienes han aceptado por fe la justicia de Cristo, como vivir con seguridad; cual es el mejor camino a seguir.
Esta leccion quedo para siempre establecida en el momento mismo en que la ley fue dada en el Sinai. Todos sabemos que los diez mandamientos se encuentran en Exodo 20:3-17, y muchos los hemos memorizado. Pero con frecuencia pasamos por alto, o no prestamos suficiente atencion a Exodo 20:2, el versiculo que precede los diez mandamientos: "Yo soy Jehova que te saque de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre". Dios redimio al pueblo de Israel, lo saco con mano poderosa del dominio del enemigo, lo llevo fuera de peligro, y luego le dio la ley como una norma de vida, para ayudarlos a mantenerse fuera de peligro, no para que ganasen la liberacion por obediencia; ya habian sido liberados.
El apostol no esta discutiendo, sin embargo, el lugar de la ley, la obediencia en el plan de la salvacion, eso lo va a hacer mas adelante. Esta muy posiblemente anticipandose a una objecion que algunos podrian levantar ante su exposicion del evangelio, que la ley no tiene que ver con el plan de la salvacion. Todo lo que dice aqui es que sí, tiene que ver, y mucho; la ley queda inamovible, tiene un proposito. El hecho de que pueda usarse mal, ilegítimamente, (1Tim. 1:8), si se usa como un metodo de salvación, creyendo que se ganan meritos por su observancia, no quita el hecho de que "la ley a la verdad es santa, y el mandamiento santo, justo y bueno" (Rom. 7:12).
Conclucion:
Asi como el caracter de su autor, la ley es eterna, y cumple un proposito fundamental en el plan de la salvación, ya que fue dada para convencer del pecado, revelar la necesidad de un Salvador, y mostrar al hombre su deber para con Dios y para con sus semejantes.
Por lo tanto toda presentacion genuina del evangelio no va a dar lugar para la jactancia humana, sino que va a exaltar a Cristo como el unico camino de salvación, sin disminuir en lo mas minimo la validez y permanencia de la santa ley de Dios.