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Historia del Término Municipal de Los Palacios

Area: 755 kilómetros cuadrados.
Población absoluta: 20,576 habitantes.
Habitantes por KM. cuadrado : 27.3.
Población Rural: 64.4 por 100.
Número de fincas: 1,069.
Area total cultivada: 8,582.3 hectáreas.
Patronos: Jesús de Nazareno y la Inmaculada Concepción.
Barrios: Limones, Macurijes, Paso Real, Santo Domingo,
Santa Mónica, Sierra y Urbano.

SITUACION Y LIMITES:
Está situado casi en el centro de la provincia, entre la costa Sur y la Sierra del Rosario. Limita por el Norte, con los Términos Municipales de Consolación del Norte y Cabañas; por el Este, con el Término Municipal de San Cristóbal; por el Sur, con el mar de Las Antillas, y por el Oeste, con el Término Municipal de Consolación del Sur.
El territorio, que corresponde a la vertiente meridional de la cordillera de Guaniguanico, es montañoso en la parte norte; al centro está ocupado por la fértil llanura de piamonte y al sur por el llano costero, que es bajo y anegadizo. Las principales alturas son: la Loma Pelada, las Cuchillas de los Quemados, el Quemado de Magüeyes, Rancho Viejo o La Yaya, la Cuchilla del Español, los Paredones de la cueva del Limón y el Pilar del Carmen.
Dentro del territorio se encuentran algunas cavernas, de las cuales la más notable es la de la loma Pelada, con una entrada como de 10 metros de circunferencia, excelente agua potable y capacidad para 200 personas. Es relativamente importante la del Mármol, que, aunque menor, contiene una entrada subterránea cuyo fín no ha sido explorado.
El Término Municipal es regado por los ríos San Diego o Caiguanabo, Los Palacios y Bacunagua, con sus tributarios, todos los cuales van a desaguar en la costa sur. El río San Diego, que nace en la hacienda Ceja de Ana de Luna, Cuchilla de Sabanas, en territorio de Consolación del Norte, separa el Término Municipal de Los Palacios, del Término Municipal de Consolación del Sur, y forma un delta agudo en el extremo occidental de la ensenada de Dayaniguas. El río Los Palacios es una larga corriente que tiene su nacimiento en las sierras de Chotón y otras pertenecientes al barrio Las Pozas, del Término Municipal de Consolación del Norte, corre hacia el sur, atravesando por un cauce subterráneo la sierra del corral Sumidero, reapareciendo en la falda meridional por el punto que llaman Las Cuevitas; entra después en el Término Municipal de Los Palacios, atravesando la serranía de Pinares, pasada la cual su valle se desarrolla formando una llanura bastante extensa y se confunde con el valle de San Diego. Pasa por la villa de Los Palacios, que se encuentra en su orilla izquierda, recibiendo los derrames de varias lagunas; más abajo forma vastos remansos en terrenos de la hacienda Macurijes; se derrama en la de Carraguao, dando lugar a la ciénaga de esa denominación y, por fín, después de recibir por la derecha un brazo (el de La Palma) que le envía el río San Diego, entra en la ciénaga de la costa sur, en la que desagua como a cinco kilómetros al este de la boca del San Diego y tres kilómetros al Oeste de la Punta de Carraguao. El río Bacunagua nace en las lomas de San Bartolomé y Sierra Limones, siendo sus afluentes los arroyos Limones, la Isabela y otros que se le reúnen algo más abajo del caserío de la Isabela, donde se reconoce con el nombre de río de Santo Domingo. Después, y ya con el nombre de Bacunagua, se dirige al sur, hasta desaguar por las ciénagas de la costa, recibiendo también la denominación de Cacunagua. Otros dos tributarios suyos son el arroyo Hatillo y el río Manso, que nace en terrenos de la hacienda Linares.
La cabecera es la villa de Los Palacios, fundada en 1760 en terrenos del hato "El Ciego". Está situada junto al río de su nombre, y según el censo de 1953 contaba entonces con una población de 5,250 habitantes.
Además de la cabecera, el Término Municipal cuenta con dos núcleos de población dignos de citarse: Paso Real de San Diego y Bacunagua.
Paso Real, antes llamado Julián Diaz, está situado en ambas orillas del río San Diego, sobre la línea de los Ferrocarriles Occidentales a siete kilómetros de Los Palacios, con el que se comunica tambien por carretera, existiendo otra que lo une a la Cerretera Central y al pueblo de San Diego de los Baños. Su población urbana era en 1953 de 1,436 habitantes. Bacunagua es un caserío existente entre Los Palacios y Taco-Taco, a orillas de la línea férrea

ECONOMIA:
El Término Municipal de Los Palacios, tenía una producción bastante variada, que aumentó considerablemente en los últimos años al extenderse el cultivo del arroz.
Equivalía a poco más del 4 por ciento de la producción agropecuaria anual de la provincia, estando representada por caña de azúcar, tabaco, ganado, piña morada, arroz, maíz, boniato, yuca dulce, malanga blanca y otras viandas, etc. El cultivo de la caña constituía el 24 por 100 de la producción municipal, lo que supone un 9 por 100 de la producción cañera de la provincia. El tabaco, por su parte, contribuía con el 22 por 100 de la producción agropecuaria muni-cipal, en tanto que los productos de la ganadería aportaban el 18 por 100 y el arroz el 6 por 100. El cultivo de la piña morada tenía significativa importancia, aun-que no en la proporción de otros Términos Municipales vecinos. Sus áreas dedicadas a pasto eran 42,426 hectáreas; las cubiertas de monte, 10,312, y las afectadas por el marabú (aroma), 10,961, lo que hacía de Los Palacios uno de los Términos Municipales vueltabajeros más perjudicados por esta plaga.
Aunque el beneficio del arroz vino a significar una nueva fuente de trabajo, la industria de mayor significación es el central La Francia, (antiguamente llamado Virginia), fundado en 1916; propiedad cubana; tenía capacidad para moler 230,000 arrobas de caña en veinticuatro horas; rendimiento en azúcar según promedio de ocho años (1951-58) de 11.93 arrobas, con 1,088 caballerías controladas y 271 caballerias utilizadas, con 143 colonias, un total aproximado de 650 obreros empleados durante la zafra y 59.5 kilómetros de vía férrea. Produjo durante las zafras de 1957 y 1958 un total de 143,839 y 183,105 sacos de 250 libras de azúcar, respectivamente, y 925,500 y 1,000,240 galones de miel, también respectivamente.
OTROS DATOS CENSALES:
Durante la República este Término Municipal incrementó considerablemente la población que tenía al cesar la soberanía española, conforme podrá apreciarse a continuación:
1887 11,421. 1899 4,327. 1907 ----. 1919 13,490. 1931 18,270. 1943 18,519. 1953 20,576.
Adviértase que la acción de la guerra emancipadora y sobre todo la de la reconcentración campesina ordenada por el gobierno colonial, determinaron que el Término Munical perdiera aproximadamente las dos terceras partes de la población. De igual modo los datos correspondientes a los censos de 1931, 1943 y 1953 ponen de manifiesto que desde el gobierno de Machado hasta el desplome del gobierno de Batista en 1958, el Término Municipal de Los Palacios, prácticamente languideció, siendo en verdad insignificante el aumento registrado en el número de sus habitantes, prueba inequívoca de escaso respaldo por parte del gobierno central.
Otros datos de interés ofrecidos por el censo de 1953, son:
a) El número de viviendas urbanas era un 1953 de 1,612, y el de las rurales era a su vez de 2,500, lo que hacía un total de 4,112.
b) La población económicamente activa de catorce y más años de edad era de 7,009 habitantes.
c) Figuraban empadronados 5,676 analfabetos, equivalentes a un 38.5 por 100 de la población de diez y más años de edad.
d) Los electores registrados sumaban 9,474.
La línea de los Ferrocarriles Occidentales y la Carretera Central cruzan el Término Municipal de Este a Oeste, comunicando a Los Palacios con Pinar del Rio, de una parte, y con San Cristóbal y La Habana, de la otra. Existe una pequeña carretera que une a la cabecera con el kilómetro 122 (Entronque) de la Carretera Central y otra que pone en comunicación a Paso Real de San Diego con Los Palacios, por un lado, y con la Carretera Central y San Diego de los Baños, por el otro. Contaba con servicio de correos, de telégrafo y de teléfono local y de larga distancia.

HISTORIA LOCAL:
La lista de las mercedes más antiguas incluye la del Hato Dayaniguas y el Corral Sabanas Nuevas, otorgadas en 1569 a Juan Gutierrez Manibalda y al propio gobernador general Don Pedro Meñendez Avilés, respectivamente; la del Hato El Ciego, o Sabana del Ciego, concedida en 1590 a Juan Sánchez; las de los corrales Bacunagua Arriba y Bacunagua Abajo, que en 1599 correspondieron a Juan Solís y la del Corral Taco-Taco, que fue dada en 1609 a Fernándo Sánchez.
El pueblo de Los Palacios fue fundado en 1760, en terrenos del Hato El Ciego, conforme hemos dicho anteriormente. Sobre su nombre existen varias versiones, entre ellas: Una destaca que se llamó "LOS PALACIOS", en memoria del pueblo de ese nombre, bastante antiguo por cierto, que aún existe en Andalucía, en España, de donde procedían muchas de las familias fundadoras del nuevo poblado, según apunta en su magnífico e interesante trabajo, Origen y Fundación de Los Palacios, el palaceño E.R. Torres, cariñosamente conocido como Mongo Torres. Otra, pasada de generación en generación, señala que mucho antes de la fundación del pueblo, vivían en la orilla oeste del rio Los Palacios, una numerosa familia de apellido Palacios y se oía a los vecinos y habitantes cercanos del lugar, decir: "voy a pasar por el sitio de los Palacios","mañana iré a la casa de los Palacios", refiriéndose claramente al apellido de dicha familia. La fundación se produjo en una época en que todavía solían verse por las inmediaciones algunos aborígenes.
El mismo año (1760) se estableció una modesta ermita en una casa de vivienda, pero quedó destruída por un incendio el año 1763, y en su lugar, las religiosas del convento de Santa Catalina, de La Habana, que habían obtenido la merced del Corral de Sacaleyes, reemplazaron el rústico templo por uno construído gracias a sus recursos. La Iglesia contribuyó notablemente al progreso de la naciente población, según acostumbraba suceder. Al principio figuró como auxiliar de la de Santa Cruz de los Pinos, hasta que, a los pocos años, el obispo Morell de Santa Cruz la hizo parroquía. En 1816 era tan ruinoso su estado que en ocasión de efectuar su visita pastoral el obispo Espada y Landa solicitó de la piedad de los fieles la reconstrucción del templo, iniciándose poco después las obras de uno nuevo que no quedó terminado hasta 1827, templo que fue remozado en 1872 y 1879, sólo para resultar totalmente destruído durante el incendio de Los Palacios, por las fuerzas mambisas en 1896. Siete años más tarde, en 1903, los vecinos dotaron al pueblo de una nueva iglesia, en el lugar donde hoy existe.
En su famoso libro "VIAJE POR LA VUELTA--ABAJO", el ilustre escritor costumbrista, Cirilo Villaverde, nacido precisamente en la propia zona, describe al pueblo y la iglesia de ésta forma: "La iglesia construída en la calle Real, consta de dos grandes y esbeltas torres, de estilo clásico-barroco, de belleza innegable y conceptuada así en toda la Vuelta Abajo. Además de otros tiene dos gran altares, dedicados uno a la Cruz de Mayo y el otro a Jesús de Nazareno. Es verdadero arte de orfebrería y ebanistería, incrustadas de oro y maderas finas; obra de un célebre arquitecto francés, contratado al efecto por los fundadores. (No hemos podido averiguar a cual de las construcciones se refiere). Esta iglesia, según Cirilo Villaverde, fué destruída por un terrible huracán en los primeros dias de Octubre de 1888. Existen otras opiniones.
"El pueblo, sigue Villaverde, está intregrado en su mayoría, por fábricas o casas de "mampostería y tejas" y algunas son verdaderos palacetes, como los de Los Gutierrez, José Ramón y Gregorio Cruz y otros. Hay en la zona aserríos y depósitos de maderas de todas clases; depósitos de guano y abonos, que extraen de una mina llamada "Cueva del Indio" de gran producción y mucha utilidad. Se cultiva en la zona tabaco, cacao, café, frutas, frutos menores y caña, en gran cantidad que se benefician en ingenios o trapiches conocidos por El Desvelo, Limones, de Fierro. Del pueblo se sale por el Norte-Este, entre hermosos pinares y vegas se llega al lugar llamado "La Santa Cruz de Los Pinos", en donde hay enclavada también una doble cruz, símbolo de las familias fundadoras y según la mitólogía del lugar es La Entrada al Vuelta--Abajo del Oeste. Asi es".
"Con el tiempo, llegan nuevos emigrantes y se establecen en la comarca, acrecentando la población nuevas familias que se aclimatan y forman parte del comercio, la industria y otras actividades y de ahí que forman legión los descendientes, familias como las de Alvarez, Bustillos, Arango, Viñas, Tapias, Franchis, Sánchez, Inclán, Garcia, González, Fernández, Figueroas, Fúster, Lens, Cabrera y otras que van aumentando el predio municipal. Además con las peripecias políticas y la guerra de independencia, veteranos enamorados del lugar, como Martínez, Palacios, Moreiras, Quesadas, Diaz, Nuñez, Solanos, Arrebatos, Rivera, etc. Descendientes de extranjeros emprendedores, establecidos en Guacamaya, La Estratagema, Zumalacarregui, Norton, Bravo y los nombres del Sabino, Jagüey, Caimital, Santa Rosa, Arroyo Hondo, La Herradura, Landa, que se confunden con el pueblo, con honra familiar y provecho regional.
Originalmente una Capitanía Pedánea adscrita a la Tenencia de Gobierno de San Cristóbal, Los Palacios, pasó a la condición de Término Municipal el 1 de Enero de 1879, al dotársele de Ayuntamiento, conservando dicho carácter hasta la promulgación de la Orden Militar 23 de 1902 que lo suprimió, incorporando sus barrios al Término Municipal de San Cristóbal. Una ley de 20 de Julio de 1910, iniciativa del representante pinareño Severo Moleón y Guerra, le restituyó el carácter de municipio. Al principio la población inmediata, Paso Real de San Diego, tenía vida propia y era conocida con el nombre de Julián Diaz. Fundada en 1820, no tardó en convertirse en Capitanía Pedánea, llegando a contar en 1851 con 50 casas y 248 habitantes, pero como carecía de iglesia y de todo culto, el pueblo no progresaba. El 1 de Septiembre de 1866 se le reconoció como Término Municipal, dotándosele de Ayuntamiento y dándosele el nombre de Paso Real de San Diego, que conservó hasta decisión del gobernador general de 29 de Julio de 1898 restituyéndole el nombre antiguo de Julián Diaz, sólo para que en definitiva el Ayuntamiento fuera suprimido por la Orden Militar 423 de 1900, que dispuso que parte de sus barrios se incorporaran a Los Palacios y parte a Consolación del Sur.
Por lo que se refiere a la lucha separatista, Los Palacios, no debió permanecer indiferente, como lo demuestra el hecho de que un hijo de la localidad, el patriota Tomás Ceballos Pérez, fuera fusilado el 9 de Mayo de 1896, en Zapata.
Un doloroso suceso se registró en el territorio de éste Término Municipal el 11 de Agosto de 1931, cuando en el Hoyo del Majagual, en las proximidades de la Loma del Toro, fuerzas del ejército que perseguían a una partida de rebeldes alzada en armas contra el gobierno de Machado, sorprendieron el campamento del general del Ejército Libertador, Francisco Peraza y dieron muerte a éste y a sus subordinados, el teniente Miguel de Miguel; los estudiantes, Eusebio (Chacho) Hidalgo, Mario Leclerc y Porfirio Fleites; los jóvenes Edmundo y Mario Fernández Trevejo, César Bugallo, César Aspeitía y el capitán José Menéndez, siendo conducidos sus cadáveres al pueblo de Los Palacios, para identificación por sus familiares.
La lista de los hijos distinguidos de Los Palacios, debería incluir, entre otros, a) dentro del campo de los que se han significado en la vida pública del país, al senador Miguel Suárez y Gutierrez (que fue también representante a la Cámara y Secretario del Trabajo y Comunicaciones), los representantes Federico Argos y Díaz y Oscar del Pino y Ponce de León (que fue también gobernador provincial) y Filiberto Azcuy Pérez y b) dentro de los que han sobresalido en el ejercicio profesional y en la docencia, Luis Felipe Rodríguez y Molina, profesor y decano de la Facultad de Medicina; Francisco Suárez Gutierrez, también profesor de la propia facultad, y Mario Diaz Cruz, abogado de prestigio.
El Término Municipal de Los Palacios, pertenece al Partido Judicial de San Cristóbal y contaba con Juzgado Municipal de Tercera Clase en la cabecera. Le correspondía el Distrito Fiscal de Consolación del Sur. Tenía Jefatura Local de Salubridad, Junta de Educación, Oficina Local de Comunicaciones y Junta Municipal Electoral.
ALCALDES MUNICIPALES:
La relación de alcaldes municipales y fechas de elección o designación es la siguiente:
1899, Pedro Costa.
1899-1900, Tomás Marrero.
1901, Luis A. Fernández Aguirre.
1902-09, No existía el Término Municipal.
1910, José Tapia.
1912-16-20, Filiberto Azcuy y Pérez.
1922, Pedro Liz Cabezas.
1926, Higinio Alvarez.
1932, Evelio del Pino y Ponce de León.
1933, Emilio Puentes y Leal (facto).
1936, Pedro Liz Cabezas.
1940, Lucilo Diaz Fernández.
1944-46-50-54, Francisco Bugallo Blanco.
Consideramos más que apropiado el finalizar éste trabajo relacionado con la historia de nuestro querido pueblo Los Palacios, usando las frases textuales que aparecen al final del folleto del palaceño Mongo Torres:
"Pero el antiguo pueblito indio, ha de sobrevivir, y como el AVE FENIX DE LA LEYENDA, ha de surgir de sus cenizas. MACURIJES, es decir, LOS PALACIOS ha de volver a ser, algún día lo que fue por la laboriosidad de sus hijos. Joya rica, de la VIRGEN CUBA, que ciñe en sus sienes, la esmeralda vuelta--abajera...Asi será, si Dios nos ayuda".
OSVALDO GOTERA PERUGORRIA
Katy, Texas, U.S.A.
Enero, 1993.

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