El patito feo, feo, feo ...

( Basado en un cuento de Andersen )

Había llegado la primavera, y el buen
tiempo provocaba una gran alegria en el
gallinero, las gallinas se paseaban
junto a sus pollitos, los pavos
charlaban continuamente y los patos se
zambullian en la laguna. Todo era
movimiento en el corral.
Pero habia en medio de ese bullicio un
rincón de quietud: una pata permanec¡a
en su nido, empollando. Los patitos
tardaban en salir del cascarón y la pata
estaba empezando a impacientarse.
Hasta que de pronto, un d¡a feliz,
comenzaron a aparecer las lindas
cabecitas amarillas. Muy contenta
estaba la pata, pero de pronto not¢
extrañada que uno de los huevos no se
habia roto.
Un poco pesarosa, volvio a su lugar
hasta que por fin la cascara se rompio y
otro patito asomo la cabeza.
La pata lo miro sorprendida y extrañada
pues el patito era gris y muy feo, no se
parecia al resto de sus hijos.
Penso que quizas algún bromista habia
puesto en su nido un huevo de pavo.
Disimulando su sorpresa, se dijo:
" pronto lo sabra, los llevaré a todos
a la laguna, y si es un pavo no podrá
nadar".
Cuando estuvieron junto a la laguna,
la pata les dio su primera lección de
natación. Se convencio asi que, aunque muy
feo, aquel animalito era un patito y
tan hijo suyo como los demás.
Pero en el corral se miraba con burla y
desconfianza al pequeño. Este sufria
mucho, porque ademas de mofarse de el,
lo lastimaban a picotazos, molestandolo
continuamente. Sus hermanos se
apartaban, y solo su mamá lo trataba
con cariño.
Con mucha pena advirtió que ella se
sentia avergonzada y un día decidio
alejarse de aquel lugar, esperó a que
todos durmiesen y salió a escondidas.
Caminó y caminó, y asi pasò el patito
feo su primera noche lejos del hogar.
Transcurrian los dias y el patito no
lo pasaba mal entre sus nuevos
compañeros. Pero una mañana, la
tranquilidad del pantano fue
interrumpida por unos terribles
estampidos. Los patos silvestres
comenzaron a gritar.
Comprendio entonces el patito que se
trataba de una partida de caza, y muerto
de miedo se escondio entre unos
matorrales.
Alli permanecio quietecito, hasta que se
escucho un ruido, y asomandose vio que
sobre un árbol se encontraba un pájaro
muy feo con ojos penetrantes. Se dijo a
si mismo: "Que animal tan espantoso! Yo
al lado de el casi que me siento lindo".
Mirandolo con curiosidad le dijo:
- Buenos dias! perdone, pero me
gustaria saber qu‚ animal es usted?
- Se puede saber la causa de tu
pregunta? -le respondi¢ la lechuza con
mal humor, pues de ella se trataba-.
Acaso te llama la atención mi belleza?
- No en realidad -le respondio el
patito, que no sabia mentir.
- Al contrario, siento curiosidad
porque veo que usted es todavia mas fea
que yo-. Cuando escucho esto la lechuza
se puso furiosa y lo corrio a picotazos
gritandole:
-Mocoso insolente! Te voy a enseñar a
no faltarme el respeto!
Desde aquel momento el patito feo
considero que el pantano no era un
lugar tranquilo para vivir. Anduvo
mucho y por muchos caminos, siempre
solo y sin pedir refugio en ningún lado.
El buen tiempo paso y comenzó a llegar
el frio.
Las noches eran largas y heladas, el
patito recordando a veces el lejano
gallinero donde estaba su mamá.
Asi anduvo durante todo el invierno,
guareciendose entre las plantas y
evitando encontrarse con alguien.
Estaba muy triste y su único consuelo
era el recuerdo de su mamá y todos sus
hermanitos, a pesar del trato poco
cariñoso que le brindaban.
Pero un buen dia notó el patito, que
el sol comenzaba a calentar mas y que
llegaba la primavera, ya no sentia
tanto frio.
Movio las alas y se sorprendi¢ al ver
que poco esfuerzo le costaba volar. Habia
crecido y podia elevarse muy alto.
Volo mucho, hasta que de pronto se
encontró sobre un hermoso jardin con
flores, árboles y un bello lago. "Me
gustaria vivir allí.
Sin embargo, la tentación fue muy
fuerte, y el patito, bajó hasta el lago.
En la orilla, algunos niños arrojaban
migas a las aves. De pronto uno de ellos
gritó: -Hay un cisne nuevo!
El patito feo, que avanzaba sobre el agua
tratando de no llamar la atención, bajo
la cabeza y se vio reflejado en el lago.
Que sorpresa! El mismo era un hermoso
cisne blanco de largo cuello; al crecer
habia dejado de ser el "patito feo".
Los niños corrian alborozados por la
orilla.
Y el se sentia inmensamente afortunado.
Era un ser bello, pero no experimentaba
por eso ninguna vanidad. Mucho era lo
que había sufrido, y se sentía feliz
por ser querido. "Nunca más ser‚
desgraciado -se dijo-. Vivir‚ dichoso
en este lago, entre mis compañeros,
porque me siento tan bueno y humilde
como cuando era tan solo un "patito feo".

Y colorín colorado, éste cuento se ha acabado; y colorín colorete, por la chimenea sale un ... ¡¡ cohete !!