AQUELLOS VIEJOS CACHARROS

Primero fue el carro tirado por mulas, luego vendría un antiguo Ford de antes de la guerra al que le siguió, entre otros, un Austin. Fueron las herramientas de trabajo de los Cerro hasta los años 50, unas tareas de mudanzas que se realizaban a pulso, sólo ayudados por la fuerza y, sobre todo, la maña en conocer bien los puntos de apollo para levantar pesadas cargas.

Hoy la cosa ha cambiado y el sector ya dispone de modernas grúas y aparataje, que hacen más cómodo y eficaz el transporte, y vehículos Capitoné, con mecanismos para proteger la mercancía.