Comenzaremos contando la larga y accidentada gestación de lo que luego ha llegado a ser la peña Los Plátanos.

Corría el año 1989 cuando siendo aún unos ingenuos adolescentes de diversas, (muy diversas), procedencias llegamos a juntarnos en un garito de 4x5 metros la nada despreciable suma de 50 almas (bastante mal avenidas por cierto) que nos aguantamos como pudimos durante una semana. Poco después pasó lo que tenía que pasar, aquello explotó es 2 o 3 grupos bien definidos y algunos satélites con una definición algo más dudosa. Aquel maremagno se dio en llamar Perro Muerto.

Al año siguiente y como resultado de tan esperada explosión surgieron 2 peñas, entre ellas Los Plátanos, que es la que nos ocupa y que a partir de aquel momento de alegre gestación comenzó a peregrinar de un lado para otro, llegando a tener su sede social en los lugares más insospechados, a saber:

1990.- En las eras, pero lejos, MUY LEJOS.

1991.- En la cuesta de San José; conseguimos lo que el año anterior parecía imposible, ALEJARNOS MÁS. De este año guarda un recuerdo imborrable D. RAUL PUERTO (MATRACAS), cuya nariz dio en el suelo de la citada cuesta de San José, con tan mala fortuna que tuvo que visitar Urgencias del Miguel Servet.

Dan acto de fe de este penoso incidente amen de la borrachera que aquel día llevava el citado Sr. Puerto D. José Fernando Plou Mateo (Picholo) y su inseparable amigo D. Santiago Tomás (Chiche), ambos Perros Muertos por aquel entonces.

Sobre estas líneas podemos ver el deplorable estado en que quedó la napia del susodicho Sr. Puerto.

1992.- Dios mío, nos hemos desplazado a un lugar dentro del casco urbano, junto a la discoteca.

Este año el local de nuestra peña vio desfilar por sus interiores lo que ningún otro local ha visto. Desde felaciones en vivo, si digo bien, felaciones, hasta cortejos en toda regla cuyas consecuencias todavía hoy perduran.

 
 
 
 
 
 
 

Acontecimientos importantes	Ganamos a los CHIVANIS en el tiro de soga
	Los del Meneo creyeron ver las garras del Demonio cuando su peña comenzó a ARDER por obra y gracia de los del Perro Muerto.

 

1993.- Vuelven los problemas, en una era y con una caseta de chapa hay que improvisar una peña, además volvemos a estar cerca de 40 y la situación se hace insostenible con sólo 3x6 metros de espacio vital.

1994.- Volvemos al lado mismo del garito del año 1990, eso si, en un local recién construido por el abuelo de sus nietos. Como se preveía desde el año anterior todo fue de culo, a las pruebas me remito.
Angel, Jesús, Toño y Blas (por ese orden) nos muestran su "opinión" sobre el tema.

1995.- La peña salta por los aires, sólo 12 seguimos el camino emprendido hace ya 6 o 7 años. Esta vez nos alojamos en el Barrio Bajo, lugar del cual seríamos expulsados poco después; el motivo: un jodido caballo que se empeño en vivir allí.

1996, 1997 y 1998.- La vida en la peña se tranquiliza y nos establecemos en la calle de la Virgen, parece que todo va sobre ruedas pero...

Podemos ver, previa a una merienda, la foto de faimila, de dcha a izda: Picholo, Pili la Chata, Bea la Palomera, Eva y Raquel; abajo (de izda. a dcha): Rodolfo -Barri-, Luisa, Roberto y Alfonso, oculto entre la negritud.

Ó Los Plátanos 1997

Pecadorp@geocities.com