Adrian Ilie llegó a Valencia sin hacer mucho ruido. Nadie pensaba allá por diciembre que este joven delantero nacido en Craiova(Rumanía) sería una de las revelaciones de la segunda vuelta del campeonato de Liga. Y es que el internacional se ha convertido en una de las grandes estrellas de la competición y uno de los delanteros con más talento y peligrosidad del momento. Además, sus primeras horas en España sembraron la incertidumbre por una supuesta enfermedad mal curada que nunca existió. Todo fue un invento de su ex equipo, el Galatasaray,que quería recuperar como fuera a su mejor hombre. La polémica pronto quedó archivada y el delantero se encargó de acallar todas las bocas que ya empezaban entonces a bombardear el acierto de su fichaje. Adrian «explotó» con su gran juego y con sus goles. Y es que su estilo de juego es muy peculiar. Parece que no esté en el campo, pero es letal. Da la sensación que está perdido, pero nada es lo que parece. Aparece cuando tiene que aparecer y los defensas rivales comienzan a notar el peligro del internacionaI rumano. El nuevo jugador del Valencia es, sin duda alguna, una de las grandes luces que iluminan la Liga de las Estrellas.

Eso sí, Adrian reconoce que cuando empezó en su ciudad natal de muy pequeñito no podía imaginar que llegaría tan lejos, que unos cuantos años después sería titular con su selección nacional -uno de los grandes sueños de todo futbolista- y además un jugador cotizado en el concierto futbolístico internacional. Su constancia ha sido siempre encomiable y en los peores momentos fue capaz de sacar fuerzas de donde no las tenía y demostrarle al mundo que se trata de un futbolista especial, de otra pasta, capaz de romper la cintura a un defensa en segundos y marcar goles, muchos goles.