FORTALEZAS |
EL CONJUNTO DE LAS MURALLAS REALES
Conforma un sistema defensivo de fortificaciones permanentes abaluartadas. Ubicado en la zona oeste del istmo de La Almina que, en los documentos de la época, recibe la denominación de "Fortificaciones del Frente de Tierra". Su construcción data de los siglos XVI, XVII y XVIII.
Por encargo de D. Juan III de Portugal, el arquitecto español Miguel Arruda, proyectó en 1.541 unas nuevas fortificaciones que sustituyeran a las árabes hasta entonces existentes y, entre 1.543 y 1.549 se construyeron la Muralla Real, los baluartes que la flanquean y el Foso se prolongó hasta comunicarse con las aguas de la Bahía Sur, haciéndolo navegable.
Atacada la ciudad en 1.694 por el sultán Muley Ismail y establecido el cerco que la plaza debió sufrir hasta 1.727, se puso de manifiesto la necesidad de avanzar las fortificaciones hasta más allá de la orilla occidental del Foso y, a pesar de los continuos ataques con los que los sitiadores pretendían impedirlas, se realizaron importantes obras cuya ejecución se prolongaría hasta mediados del siglo XVIII época en la que, en lo fundamental, pueden darse por concluidas.
Actualmente subsisten los baluartes de la Bandera, la impresionante Muralla Real, el baluarte de la Coraza y el bellísimo Foso; los baluartes de San Pedro, de Santa Ana y la Plaza de Armas; el Angulo de San Pablo, el revellín de San Ignacio y la Contraguardia de San Francisco Javier.
Todo este singular recinto fue declarado "Bien de Interés Cultural" con la categoría de Conjunto Monumental, por Real Decreto de 3 de julio de l.985.
|
|
Imagen del Foso durante la II República |
EL BALUARTE DE LA BANDERA
Domina la embocadura norte del Foso de la Muralla Real, sobre la que se tiende el Puente del Cristo. Ha sido conocido por baluarte de la Banda del Norte o del Albacar, de Santiago, de San Antonio y del Caballero. Su actual identificación como Baluarte de la Bandera, hace referencia a que sobre el mismo ondea, desde el alba al atardecer, la bandera de España, dando fe de la irrevocable españolidad de Ceuta.
Su estructura es la de un gran bastión de flancos rectos rematados por dos orejones curvos.
LAS MURALLAS DE LA BRECHA
Ceuta, debido a su condición de ribereña del Estrecho de Gibraltar y llave principal de su puerta africana, ha sido una ciudad fuertemente amurallada.
Cuando los portugueses la toman se la encuentran rodeada de murallas medievales que reforman completamente. Desde entonces y hasta el siglo XVIII las obras nuevas y las de mejora fueron prácticamente continuas.
Las Murallas de la Brecha se conservan a lo largo de la calle Independencia, hacia cuya mitad, se alzaba el Torreón de San Miguel, del que aún se puede contemplar su estructura.
En el año 1.674 un fuerte temporal de levante arrasó parte de estos muros, produciendo una gran brecha, suceso que es el origen de esta vieja denominación, tanto de la muralla como de la calle que, a partir de entonces se la conoció como "Calle de la Brecha", a pesar de que tal estropicio fuera reparado por el Gobernador D. Francisco de Velasco y Tovar quien, para testificar su autoría, ordenó empotrar en el muro su escudo de armas y una cartela en la que consta el año 1.683.
MURALLAS Y PUERTAS DE FUENTES CABALLOS
La puerta de "Fuente Caballos" es, junto a las de la Rivera y del Agujero, una de las escasas antiguas entradas por las que aún se puede acceder desde el mar a la población.
Situada en la playa actualmente conocida como "de la Peña", pertenece al extenso paño de murallas que arranca en el Foso de la Almina y termina en el Recinto Sur, en cuyo primer tramo se conservan las baterías de San José y de San Carlos y el Torreón de San Jerónimo.
Todas estas defensas fueron ordenadas construir por el Capitán General D. Luis Rigio, Príncipe de Campo Florido en el año 1.720.
EL CASTILLO DEL DESNARIGADO
Debe su actual denominación a un pirata berberisco que desembarcó en estos parajes en 1.417. Hasta entonces el lugar era conocido como "Finisterre" y estaba defendido por una antigua y pequeña torre cuadrangular, de cronología aún no determinada, desde la que se domina la playa de la Torrecilla.
El gobernador D. Francisco Bernardo de Barona (1.689-1.692) ordenó la construcción de un fortín que fue terminado en tiempos de su sucesor el marqués de Valparaíso (1.692-1.695). Dicho fortín, de planta semicircular y capaz para cinco cañones, fue sustituido a fines del siglo XIX por el actual castillo, cuyo proyecto está firmado el 4 de agosto de 1.864, por el capitán de Ingenieros D. Ramón Carbonell. En uso hasta 1.963, después de varios abandonos y reutilizaciones, en 1.983 fue restaurado y recuperado para instalar el actual Museo Militar.
GARITA DEL CUERPO DE GUARDIA DE SAN ANDRES
Todo el litoral del Recinto Sur de la Almina fue fortificado durante el primer cuarto del siglo XVIII, conservándose abundantes vestigios de sus fortificaciones entre los que destacan los de la desaparecida guardia de San Andrés.
BATERIA DEL PINTOR
Del antiguo emplazamiento de esta batería, situada a la altura del desaparecido Patio Centenero, quedaban importantes restos en total abandono que en 1.990 fueron acertadamente restaurados por la Dirección Especial del Ministerio de Obras Públicas, rescatando parte del patrimonio histórico ceutí y proporcionando al ciudadano un magnífico mirador sobre las azules aguas de la Bahía Sur.
LA FORTALEZA DEL MONTE HACHO
Corona la cima del promontorio de igual denominación, cuyo origen es muy posible, que esté íntimamente ligado al de la ciudad, ya que el valor estratégico de este montículo de más de doscientos metros de altura, dominador de ambas orillas del Estrecho, no podía ser ignorado por ninguno de los pobladores de Ceuta ha tenido a través de su historia.
Autores árabes, atribuyen al caudillo cordobés Almanzor (930-1.001) la construcción de una ciudadela en la cima del monte Almina, para trasladar a ella la ciudad, constando que a su muerte aún no estaba terminada y que el traslado no llegó a producirse.
EL CASTILLO DE SAN AMARO
Situado al borde de la playa de la misma denominación, fue construido en la segunda mitad del siglo XVII durante el mandato de D. Sebastián González de Andía, Marqués de Valparaíso, quien gobernó la plaza de Ceuta desde 1.692 a 1.695. Con posterioridad entre 1.707 y 1.714 se hicieron importantes reformas y se instaló una poderosa batería de costa.
Muy desfigurado por obras modernas, se conservan importantes restos de su muralla.
El principal mérito de esta fortificación, radica en que está situada en el mismo lugar por el que, una mañana de agosto de 1.415, desembarcaran las tropas de la armada portuguesa que D. Juan I fletara en Lisboa para la conquista de Ceuta, poniendo fin -setenta y siete años antes de la toma de Granada por los Reyes Católicos- a la dominación musulmana de la ciudad.
Lamentablemente, no existe en el lugar la menor constancia de tan importante acontecimiento histórico.
LAS MURALLAS MERINIDAS
Se alzan sobre la orilla occidental del barranco por el que discurre el arroyo de Fez, ocupando terrenos de las barriadas de Villajovita y Pedro Lamata, donde se pueden contemplar unos quinientos metros de lienzos de tapial fabricado a base de mortero de barro y cal, de los que, algo más de la mitad, permanecen ocultos por las casas de la calle Lope de Vega y del Regimiento Mixto de Artillería, destacando sus airosas siete torres almenadas de 16 metros de altura y los restos de la monumental Puerta de Fez.
El sultán merinida Abu Said, en 1.328 ordenó la construcción, fuera de la ciudad, de un amplio recinto amurallado, llamada "Afrag", para que sirviera de refugio a los forasteros, comerciantes y tropas que se vieran obligados a pasar la noche fuera del casco urbano de la ciudad medieval, al mismo tiempo que constituía el primer elemento de su defensa adelantada.
En 1.968 y 1.980 este monumento fue restaurado por la Dirección General de Bellas Artes y de 1.989 a 1.991, los alumnos del Taller Escuela, reconstruyeron, con las mismas técnicas construtivas que en el siglo XIV cuando fueron levantadas, una extensa porción de sus lienzos.
EL FUERTE DEL PRINCIPE ALFONSO
Está situado al S.E. de la Barriada de igual nombre, dominando las barrancadas que bajan al arroyo de las Bombas y el paso fronterizo del Tarajal.
Es una sólida fortificación de planta rectangular con altos muros rodeados de un foso seco de cuyo flancos salen tres bastiones en punta de flecha, menos en el del sur que está dotado de tres cañomeras: dos en sus vértices achaflanados y otra en el centro de la muralla. En el subsuelo de su amplio patio hay un aljibe para almacenar aguas pluviales.
Este fuerte de estimo neomedieval, proyectado por el Comandante de Ingenieros D. Paulino Aldaz fue construido, junto con otros que coronan las cimas más altas de la línea exterior del campo de Ceuta, al término de la Guerra de Africa (1.859-1860), para vigilar y en su caso defender la nueva frontera pactada con Marruecos en el tratado de Wad-Ras.