Diego Blázquez: "Los entrenadores deben ser un ejemplo de cara a sus jugadores"

Diego Blázquez llegó a Corazonistas en la temporada 2000-2001 tras quedar subcampeón de Madrid con el alevín 89 femenino de Estrecho. En su primer año, dirigió al benjamín 91 masculino y al año siguiente llevó al benjamín 92 femenino y al cadete femenino de primer año. Esta temporada se ha tomado un año sabático hasta entrenar al Senior Femenino y colaborar en las jornadas de tecnificación de la FBM. La próxima temporada cogerá de nuevo el alevín 92 femenino y compartirá la labor de director técnico femenino junto a Quique Morán.

En el plano personal, poco os podemos contar de Diego que no conozcáis ya. Es un grandísimo entrenador, un enamorado del baloncesto y una persona de la que podéis aprender mucho como entrenador y, por supuesto, como persona.

¿De dónde vino tu atracción por el ser entrenador baloncesto?

Pues aunque sea absolutamente contrario con mi manera de pensar ahora, empecé en mi antiguo colegio por los dos duros que nos daban a un amigo y a mí por entrenar un Alevín "C" (imaginaos la calidad de un "C" en mi colegio). Después empecé a notar que eso de ir a entrenar y a los partidos me gustaba, y la relación con los jugadores también. Aún así, mi verdadera afición por este deporte comenzó cuando me pusieron a entrenar chicas (generación del 89 de Estrecho), coincidiendo con el año en el que hice mi primer curso de entrenador. Ese curso me sirvió para descubrir la cantidad de cosas que esconde el ser un entrenador, me sirvió para hacerme muchas preguntas en torno a este deporte, y puedo decir que 7 años después de aquello sigo buscando respuestas para esas y otras cuestiones que me han ido asaltando.

Cuéntanos algo de tu etapa como jugador en Estrecho.

Mi historia es curiosa porque empecé a jugar cuando era muy pequeño, pero en infantiles de primer año lo dejé. No volví a jugar hasta juvenil de primer año. Y jugué muy poco, apenas contaba para el entrenador, porque era nuevo y de primer año. En vez de protestar y demás, hice huelga a lo japonés: curraba como una bestia, me volví un especialista defensivo y al año siguiente me hinché de jugar porque de tanto currar el año anterior mejoré muchísimo.

¿Cuál fue tu primera experiencia como entrenador?

Siempre he dicho que uno empieza a sentirse entrenador cuando es primero en un equipo. Así que según eso, mi primera experiencia como tal fue con la generación del 89 de Estrecho cuando eran benjamines de primer año. Simplemente decir que fue un año que cambió mi vida en muchos aspectos. Si algo me ha marcado como entrenador, fue ese año.

¿Por qué equipos has pasado como entrenador? Valora tus etapas.

Año 1º: Alevín "C" Masculino: Un desastre, una panda de golfos y yo de novato. Imagina. Además estuve de segundo entrenador del infantil preferente de James. Aprendí a no ponerme camisas horteras en los partidos (risas).

Año 2º: Alevín Masculino de segundo año: Mucho mejor, un equipo de calidad media. Cometí muchos errores pero menos. Seguía siendo un novato.

Año 3º: Mismo equipo que el año anterior pero en canasta grande. No estuvo mal. Seguía estando muy verde.

Año 4º: Curso de Monitor y Benjamín femenino 89: Empiezo a convertirme en algo parecido a un entrenador. Coincide con el primer año en el que empiezo a planificar y a darme cuenta de que lo que tengo entre manos (educar personas con el basket) es algo maravilloso. Momento clave y punto de inflexión en mi vida como entrenador de baloncesto.

Año 5º: Benjamín 89 femenino (segundo año) Magnífica temporada. Quintas de Madrid en su primer año federadas. En el aspecto personal, genial.

Año 6º: Alevín 89 femenino. Segundas de Madrid. Equipo con 20 jugadoras. Puse en jaque mi capacidad logística.

Año 7º: Llego a Coras, con un quipo masculino (91) muy problemático. Temporada magnífica en cuanto a objetivos cumplidos según estaba el equipo a sus inicios. Quizás una de las temporadas de las que más orgulloso estoy por la progresión de los chavales y su grado de implicación al final del año.

Año 8º: Benjamín 92 femenino. Otra gran temporada. Terceras de Madrid y un gran ambiente en el quipo tras mucho esfuerzo por conseguirlo. Plantilla muy corta en número con un grado de implicación IMPRESIONANTE en las jugadoras en sus padres y madres. Por otro lado, desastre total con el cadete femenino de primer año. Ellas no lo pusieron fácil en ningún momento y yo no estuve a la altura de las circunstancias, pero me sirvió para aprender mucho.

Año 9º: Sabático hasta entrenar al Senior femenino y las Jornadas de tecnificación de la FBM.

Cuéntanos alguna anécdota tras tantos años entrenando...

Pues yo lo de que los jugadores/as lloren en medio de un partido con todo el quipo contrario mirando es algo que no soporto y se lo hago saber siempre al principio de temporada o la primera vez que alguien llora por algo sin importancia.

Recuerdo que con las chavalas del 89 de Estrecho, siendo benjamines, en un contraataque se va una de mis jugadoras más rápidas, la empujan (muy antideportivamente por cierto) y cae resbalándose y rozándose por el suelo unos 4 metros. La chica estaba llena de rozaduras y quemaduras. Yo me acerqué muy deprisa a atenderla. Ella se había sentado en el suelo con ayuda de una de sus compañeras y estaba con los dientes apretados mientras la otra le decía "no llores, Patricia no llores, ya sabes que a Diego no le gusta que lloremos en los partidos". Se me cayó el alma al suelo, la recogí en brazos y mientras me la llevaba al banquillo le dije que podía llorar todo lo que quisiera. Pero no soltó una lagrima hasta que estuvo segura de que ninguna de las jugadoras del quipo contrario podía verla. Creerme porque es verídico.

Cambiando de tema, ¿qué tal ese año sabático?

Muy mal, no se lo recomiendo a nadie, me salvaron el Senior femenino y las jornadas de tecnificación de la FBM.

A mitad temporada, necesitabas baloncesto y te animaste a entrenar al Senior Femenino, ¿qué tal ha sido la experiencia?

Ha sido una experiencia muy gratificante en todos los aspectos, tanto en el humano como en el deportivo. Estoy seguro de que ha sido con diferencia el quipo con más ilusión por aprender que jamás he entrenado. Un grupo humano maravilloso que además día a día iba mejorando en distintos aspectos.

Y la temporada que viene, compartirás la labor de director técnico femenino junto a Quique Morán, ¿por qué era necesaria esa división entre femenino y masculino? ¿por qué aceptaste este reto?

Era necesaria debido a la cantidad de equipos que forman esta temporada el club. Con más personas coordinando es más fácil hacer un seguimiento de los equipos y de los entrenadores, así como se simplifica la labor organizativa. Lo de dividirlo en masculino y femenino era porque prácticamente salían los mismos equipos de un sexo que de otro y además no es lo mismo llevar equipos femeninos que masculinos.

Acepté este reto porque creo que lo puedo hacer bien. Ya son muchos años entrenando y seguro que algo puedo aportar para la buena marcha del club.

¿Qué objetivos colectivos os habéis marcado para la próxima temporada?

Ya sabemos todos que en Corazonistas no existen objetivos deportivos a priori, por lo que los objetivos siguen siendo los mismos que siempre: Implicar a la mayor cantidad posible de jugadores/as para que jueguen al baloncesto la mayor cantidad de tiempo posible a la semana. Educar a través del deporte y de paso transmitir los conocimientos necesarios para poder ver baloncesto de mediana calidad en el colegio.

Por otro lado, vamos a intentar que todo el mundo planifique. Repito, todo el mundo.

¿Y para la sección femenina en concreto?

Conseguir sacar un equipo de la categoría del 88 con 10 jugadoras por primera vez no estaría mal.

Por otro lado la novedad en esta sección es la creación de un Senior femenino que jugará en municipales y que vaya dando salida a las jugadoras que terminan su etapa en el Júnior, de manera que puedan seguir jugando en Corazonistas. Este año saldrá en la liga municipal como experiencia piloto y estará compuesto por jugadoras del colegio y también de fuera. (No hay suficientes jugadoras Senior en el colegio aún).

Por lo demás, los objetivos son los mismos para las dos secciones.

Por otro lado, habéis estado Quique y tú estos días trabajando en las jornadas técnicas, queremos conocer de primera mano que tal os ha ido...

Genial, simplemente genial. A nivel deportivo la experiencia no puede ser mejor. Las chicas aprenden fundamentos nuevos o perfeccionan aquellos que ya conocían, entrenando a un ritmo durísimo y trabajando a un nivel impropio de la altura de la temporada en la que nos encontramos. A nivel humano, jugadoras que llevan todo el mini o infantiles jugando unas contra otras se hacen amigas en poco tiempo y las ves divertirse juntas en los entrenos y en la piscina, en el tiempo libre posterior. Por otro lado, también sirve de mucho a los entrenadores, para aprender métodos de trabajo de otras personas que están metidas en este magnífico deporte y para compartir diversos puntos de vista que jamás habías pensado sobre tal o cual ejercicio. Recomendable para TODO el mundo.

¿Qué jugadoras de Corazonistas han estado? ¿Crees que les ha servido para progresar técnicamente?

A lo largo de la temporada han formado parte de estas jornadas Elena Sicilia (91) ,Eva Estévez (91), Marta Duque (91), Patricia Carrascosa (92), Alicia Berral (92),  María Álvaro (92) y Lucía Domínguez (92). En las jornadas de tecnificación de la última semana de Junio han estado Eva, Marta y Alicia, estando convocada también María que no pudo asistir por lesión. ¿Qué si han progresado? No lo dudes, lo han hecho, y eso que han sido sólo 8 entrenamientos.

¿Qué cualidades tiene Corazonistas que puedan envidiar otros colegios? Y viceversa, ¿qué tenemos que envidiar nosotros de otros colegios?

Pues quizás lo más importante es que el colegio se preocupa bastante por el deporte, al menos en los años que yo llevo aquí es la diferencia más grande que he notado respecto a mi antiguo colegio. También tenemos un pabellón y eso es de agradecer.

¿Envidiar a otros colegios? Sin duda, más campos y más días de entrenamiento. Cada día tenemos más equipos y los mismos campos. Cada equipo solo puede entrenar dos días a la semana mientras que en otros sitios (cada vez más) los equipos entrenan 3 días a la semana. Ese día de diferencia a la semana se convierte en unos 25 – 30 entrenamientos menos con respecto a rivales directos en todo el año, y se notan a la hora de jugar, sobre todo de mitad de temporada en adelante.

¿Qué está en la mano de Corazonistas para mejorar a medio-largo plazo?

Lo repito, entrenar más días y realizar entrenamientos de mayor calidad. Ya nos van rondando algunas ideas para conseguir lo primero, pero este año no podremos verlas aún.

En el plano personal, vuelves la temporada que viene a entrenar al Alevín 92 femenino, ¿qué objetivos te vas a marcar? ¿Qué se puede conseguir?

Esta categoría cada día es más complicada y los equipos se van haciendo más y más fuertes. Los 5 ó 6 primeros equipos de la tabla entrenan 3 días a la semana y se nota. Ante eso sólo puedo prometer mucho trabajo y mucho sacrificio. Lo que se pueda conseguir depende muchísimo de las jugadoras con las que contemos y a día de hoy el asunto no está muy claro.

¿Qué mensaje mandarías a todo el cuerpo de entrenadores que estará en Corazonistas la temporada que viene? ¿Y a los jugadores? ¿Y a los padres?

A los entrenadores: Que no dejen de formarse, que lean libros, fichas de ejercicios, que naveguen por Internet que cada vez ofrece más y más información sobre baloncesto, desde ejercicios y clinics hasta planificaciones completas. Que vayan a ver entrenamientos de más gente del club y si pueden, de gente de fuera. Que adquieran un compromiso importante con sus equipos y, por favor, que sean UN EJEMPLO de cara a sus jugadores.

A los jugadores: Que no falten a entrenar ni a los partidos, que respeten siempre al propio y al contrario y que trabajen para mejorar día a día.

A los padres: Que animen a sus hijos/as con el mayor respeto posible de cara a terceras personas. Que sean un ejemplo a seguir fuera del campo y que dejen la labor de entrenador a aquellas personas designadas para ello. Y por supuesto, agradecerles siempre que depositen tanta confianza en nosotros año tras año.

Muchísimas gracias por atendernos, Diego. Un placer.

El placer ha sido mío. Un saludo para todos. Nos vemos en las canchas.

Entrevista realizada por Nacho Ruiz-Jarabo