Nadie se podía imaginar que el equipo verdiblanco iba a perder un partido que a los 62 segundos ya había encarrilado gracias a un penalti que Jordi Bargalló ejecutó con maestría. Los coruñeses no eran los de los últimos encuentros, pero no importaba demasiado. El Vilanova, con una defensa al hombre incómoda, muy pegajosa y en algunos momentos violenta -a los 35 minutos dos jugadores catalanes ya habían visto la roja por acumulación- impedía que los verdiblancos hiciesen su juego habitual. Aún así, llevaban el partido controlado hasta que a los doce minutos el Vilanova empataba gracias a otro penalti. Comenzaron a encenderse las luces de alarma cuando dos después, los catalanes daban la vuelta al marcador con un gol a la contra en la que a varios jugadores del Liceo les pesó el culo a la hora de bajar. Dos minutos después, las luces de emergencia se apagaron al sacarse un gol Martinell de la manga cuando no tenía ni categoría de oportunidad: salió por detrás de la portería de Vadillo y se la enchufó por abajo. Hasta el descanso, las fuerzas también se equilibraron.
Cuatro claras oportunidades tuvieron los verdiblancos para adelantarse en los tres primeros minutos de la segunda parte, pero la falta de definición que ha acusado el equipo durante toda la Liga volvió a aparecer. Vadillo también ayudó al construir un muro delante de su portería. El Vilanova estaba agazapado y su primer lanzamiento no llegó hasta los cinco minutos, pero tres después volvió a ponerse por delante. Los catalanes sí que eran efectivos. En su cuarto disparo tras el descanso llegaba el gol, mientras que el Liceo había lanzado el doble y sin premio.
Los verdiblancos tocaron zafarrancho, pero la falta de acierto ante la portería contraria les condenó a la desesperación como les ha condenado durante toda la Liga: disparó en 31 ocasiones en la segunda parte (21 entre los tres palos y 10 fuera), por la mitad del Vilanova. Ayer, el Liceo parecía que no le podía marcar ni al arco iris. Hasta dispuso Jordi Bargalló de un penalti, que paró el portero, cuando aún faltaban ocho minutos y de una falta directa que se estrelló en el palo cuando el Vilanova ya había puesto la puntilla con el 2-4. El Liceo había empezado mal la Liga regular y mal la acababa.
Vilanova: Vadillo, Pablo Martín, Grasas, Julivert, Delriu -cinco inicial-, Edo, Domínguez.
Arbitros: López y Benítez. Tarjetas rojas por acumulación a Lamas, Grasas y Delriu.
Incidencias: Ultima jorndad e la OK Liga disputado en el Pabellón de Riazor ante unos 600 aficionados.
Gol | Minuto | Jugador |
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1-0 | 1 | Jordi Bargalló (P) |
1-1 | 12 | Domínguez |
1-2 | 14 | Grasas |
2-2 | 15 | Albert Martinell |
2-3 | 33 | Domínguez |
2-4 | 43 | Julivert |