|
Acompañado con las lágrimas de
miles de mujeres inocentes, de tumbas desoladas, de las balas asesinas,
todas ellas sin razón.
Nada más anhelado desde lo profundo
de los valles y lo alto de las montañas.
Nada más suplicado y llorado en silencio
en las noches de veredas esparcidas por los caminos de nuestra vieja Colombia
por sus gentes buenas y amables:
Por su pasado, es el aspirante a la Presidencia
que no ha compartido o aceptado de frente(o a mis espaldas) dinero del
crimen ni del narcotráfico.
El tiene la suficiente autoridad moral para
encauzar en su totalidad a Colombia en el camino de la Justicia. Andrés
Pastrana asegurará a los ciudadanos la igualdad frente a las oportunidades
brindadas por el Estado para el desarrollo del bien común, devolverá
las alegrías en las escuelas de los pueblos, hoy más que
nunca hambrientos y moribundos, pueblos éstos en que sus humildes
gentes sin agua, sin pasado ni futuro, esperan ya un cambio radical.
Colombianos, acabemos de raíz los corruptos, cínicos, ladrones y todos aquellos que han convertido a Colombia en un país lleno de cruces sin nombre, abrazados ellos en un solo hecho vergonzoso para nuestros abuelos, nosotros y nuestros hijos: La impunidad.
Colombianos, sin distinción de raza, credo o clase social, los invitamos desde la distancia, en el exilio forzoso, a luchar por el cambio. Porque nuestros ancianos tengan un techo y una vejez digna, porque nuestros niños tengan alimentos, escuelas y una tierra amable llamada Colombia que los acoja en el porvenir de su edad adulta para poder allí realizar y compartir sus sueños felices de la infancia.
Hagamos de Colombia nuestro sueño, nuestra
risa, nuestra lucha.
Ayudemos a Andrés a consolidar ese
sueño.
Vámonos cogidos de la mano con Andrés Pastrana, que representa nuestros únicos sueños que no han sido asesinados por la impunidad.