Carta del Dr.Tabaré Vázquez



Octubre de 1999

Uruguayas y uruguayos:

En medio de tantas dificultades, de tantos problemas y preocupaciones cotidianas

quiero invitarlos a imaginar nuestro futuro.

El Uruguay es un pequeño gran país lleno de posibilidades.

Imaginemos por un instante un país, donde el trabajo no es la preocupación

y la inseguridad de tantos compatriotas, sino la base de nuestro

desarrollo y de nuestro crecimiento.

Imaginemos que nuestra educación, desde la escuela hasta la universidad, es

efectivamente la prioridad nacional, con sueldos decentes, con inversión en

investigación y con la participación democrática de todos.

Y que un sistema nacional de salud coordina y mejora los grandes recursos

que disponemos, para darle atención médica de calidad a todos los uruguayos.

Imaginemos que volvemos a recuperar nuestras ciudades, con tranquilidad y

seguridad, y que la pobreza y la marginación -en particular de la infancia-

no nos aguardan en cada esquina, como una bofetada, como una derrota para todos.

Un país con un gobierno austero, serio, transparente, que maneja los

grandes recursos del estado honestamente y al servicio de la producción

nacional, protegiendo y promoviendo a nuestra industria, al campo, al

turismo y a los servicios.

Un país que comienza a recuperar ese enorme capital disperso que son

nuestros compatriotas emigrados en todo el mundo.

Un país donde el poder es ejercido en forma descentralizada, es decir con

más democracia y participación de la gente, con el protagonismo de todas

las regiones y de la sociedad civil en su conjunto.

Imaginemos un Uruguay que le da un presente a sus jóvenes y los convoca a

construir con entusiasmo, que le da igualdad de oportunidades a mujeres y

hombres, y que íntegra a sus adultos mayores con una nueva sensibilidad.

Un país posible, optimista, que recupere las ganas de hacer, de soñar, las

esperanzas en su destino.

El próximo 31 de octubre debemos, solamente, darle una oportunidad al cambio.

Un abrazo fraternal.

Tabaré Vázquez