. | ![]() Comité Central del Partido Popular Socialista | México |
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Prensa Socialista en la Vida Nacional El 5º Informe de Gobierno. ¿Qué podría decir el presidente Zedillo a la Nación? Nada bueno para el pueblo. Nada distinto de lo que han venido diciendo los presidentes de la era neoliberal. Por eso hubo poco interés por escuchar su V Informe de Gobierno. El mensaje leído por Ernesto Zedillo ante el Congreso de la Unión, quiso hacer un balance triunfalista de los cinco años transcurridos del actual gobierno y poner de relieve una destacada obra, y para ello tuvo que evadir la realidad. Economía Puso énfasis, por ejemplo, en el tema de la economía. Dijo que ésta "creció a tasas muy apreciables de 5.1 y 6.8% en 1996 y 1997", y que "también en 1998, la economía creció 4.8% a pesar del derrumbe del precio internacional del petróleo y el desquiciamiento de los mercados financieros internacionales". Ocultó que en el conjunto de los cinco años transcurridos desde que tomó posesión, el crecimiento que registra la economía de México es uno de los más bajos de la historia pues apenas rebasa el 1 % per capita. Tampoco dijo que ese escaso crecimiento ha sido acompañado de una distribución brutalmente injusta que concentra en las manos de unas cuantas decenas de individuos y familias fortunas fabulosas, al tiempo que empobrece dramáticamente a la clase trabajadora. Y todavía se atrevió a declarar que "este gobierno dejará una economía sana, fuerte y en crecimiento", y que "no habrá crisis de fin de sexenio", cuando todo el sexenio ha sido de una permanente y lacerante crisis. Desempleo Declaró que el desempleo se ha abatido, dado que "el pasado mes de julio se registró una tasa de desempleo abierto del 2.26 por ciento, la tasa más baja desde diciembre de 1992, y la menor que se haya registrado para cualquier mes de julio". Escondió el hecho de que tales datos provienen de fuentes gubernamentales y para gubernamentales que maquillan la realidad. En efecto, si se utilizan las mismas cifra del INEGI, sólo que desmaquillándolas, los datos del desempleo se acercan al 30%. Eludió también dar los datos correspondientes al llamado sub empleo y la economía informal, que no son sino otra forma que ha ideado la burguesía para ocultar la dramática realidad del creciente desempleo de la etapa neoliberal, y que llegan a poco más del 50% de la PEA, cifra jamás antes alcanzada en la historia de México. Democracia Puso énfasis en lo que llamó los avances democráticos logrados en su gobierno que han conducido a que se viva en "plena normalidad democrática". No dijo que se trata de una democracia puramente formal, una falsa democracia que se rige cada vez más por criterios y mecanismos mercadotécnicos, por lo que los grupos más privilegiados de la clase social dominante, la gran burguesía, grupos que disponen de enormes recursos, pueden asegurarse, con toda anticipación a la elección, los resultados más favorables para sus intereses y, de hecho, decidir qué individuos y cuáles siglas partidarias habrán de gobernar para su beneficio. Una falsa democracia que ha arrebatado el registro electoral al partido de la clase trabajadora y metido la mano en su vida interna con el propósito de sembrar la confusión. Una falsa democracia en la que cada vez más se le ha quitado al pueblo la posibilidad de que sus intereses de clase cuenten y se cuenten a la hora de definir las políticas públicas y escoger a los encargados de aplicarlas. Una democracia sin pueblo, democracia chatarra cuya función es la de perpetuar el régimen de la explotación del hombre por el hombre en la modalidad que ha impuesto el imperialismo en los últimos lustros, la del neoliberalismo. Campo Habló también de "una vida digna y productiva en el campo", y eludió decir que el de los campesinos mexicanos ha sido el sector más duramente golpeado por los gobiernos neoliberales, sobre todo luego de la reforma contrarrevolucionaria al artículo 27 constitucional, y que a estos compatriotas se les ha sometido a niveles de vida infrahumanos. Y todavía se atrevió a declarar que "estamos saliendo de la prolongada crisis del campo mexicano", ¿de qué país habla? La clase trabajadora nada podía esperar y, en efecto, nada obtuvo. El lastimoso sainete en la Cámara de Diputados. A qué triste papel ha reducido el tripartidismo burgués y neoliberal, con sus tres partidos, PAN, PRD y PRI a la en otros tiempos respetable Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. Se trataba ni más ni menos que de la sesión solemne de instalación del período ordinario de sesiones del Congreso de la Unión, en la que el presidente Ernesto Zedillo rindió su 5º Informe de Gobierno. Y en efecto, tan republicano evento devino en un bochornoso herradero, el peor hasta ahora, y eso que ya son muchos los sainetes que se han escenificado, sobre todo en la actual legislatura. Insultos y denuestos, gritos y chiflidos en la que el pueblo ha querido que sea su más alta representación. Qué notoria, qué preocupante la ausencia, cada vez más, de¡ debate de las ideas, de la confrontación de tesis y proyectos de Nación que debiera ventilarse en la Cámara de Diputados. La calculada desvergüenza panista A un Informe presidencial triunfalista, falso y autocomplaciente, contestó un diputado panista con la más calculada desvergüenza, que aprovechó la ocasión para ponerse un disfraz de representante popular crítico y valiente, preocupado por la falsedad de los dichos del jefe del Ejecutivo. ¿Con qué autoridad reclama en ese momento a Zedillo por sus actos contrarios a los intereses del pueblo y de la Nación, si todos ellos sin excepción, los ha apoyado el PAN y hasta los ha reivindicado como sus demandas históricas? ¿Con qué cara critica acciones y omisiones de las cuales el PAN de manera invariable se ha beneficiado? La respuesta es evidente: lo hizo con el avieso propósito de engañar al pueblo. La coordinación parlamentaria del PRI. ¿Ingenuidad supina o conspiración fraguada? Por lo que se refiere al grupo parlamentario del PRI, ¿tuvo razones para indignarse? Sí, claro. Y no fue porque se criticara al presidente ni al presidencialismo, como indebidamente se ha dicho. Los priístas tuvieron razones para indignarse tanto por la desvergüenza del PAN, como por el hecho de que su vocero se haya aprovechado del puesto que transitoriamente ocupa, de presidente de la Cámara de Diputados y del Congreso en su conjunto, el cual lo obliga a no expresar juicios de valor con respecto al informe al que da respuesta: no debe elogiarlo ni criticarlo, en tanto hable en esa calidad, sino sólo referirse al documento en términos generales, una especie de acuse de recibo. Y ya en otro momento, cuando se discuta dicho Informe, entonces podrá dar sus opiniones en los términos que crea convenientes. Pero hay otro hecho que llama la atención: la conducta de la coordinación del grupo parlamentario del PRI. ¿Por qué razón ordenó, o permitió, si tal fue el caso, que todos sus diputados se pusieran a gritar denuestos como desaforados? - Acaso no se daba cuenta que así eran ellos, los priístas quienes más contribuían al escándalo? ¿que le pasaba por la cabeza que as! ayudaba a deteriorar la imagen de respetabilidad que debiera tener el Poder Legislativo y, en particular, la Cámara de Diputados? ¿Y que era la forma más eficaz de presentar a su partido, el PRI, como intolerante, incapaz de soportar la crítica? ¿Y dar elementos para que la publicidad tratara de convertir al diputado panista en una especie de "víctima de su valor civil" y "mártir de la democracia"? ¿Por qué, entonces, actuó así la coordinación priísta? La indignación no lo justifica. Debió hacerse constar la protesta enérgica por parte de uno solo de sus diputados, preferentemente el propio coordinador, en los términos de una moción de orden al panista que estaba violando la ley, y dejando constancia de tal protesta frente a los medios y para la historia, en el Diario de los Debates. En vez de eso, que hubiera sido una respuesta firme y digna, se prefirió el camino del escándalo en desdoro no del PAN, sino del PRI y del Congreso de la Unión. Queda la pregunta: ¿fue por ingenuidad supina? ¿O fue otro plan conjuntamente elaborado por los neoliberales y el PAN para favorecer al partido de la derecha y desprestigiar al PRI, frente a la posibilidad de que gane la candidatura presidencial de éste un elemento antineoliberal? Porque, por otra parte, las afinidades entre los neoliberales y el PAN están ampliamente comprobadas. La alianza histórica entre el grupo neoliberal y el PAN El imperialismo logró imponer en México a sus servidores incondicionales, luego de décadas de intentarlo. Eso y no otra cosa es lo que ha ocurrido durante tres sexenios, desde 1982 hasta hoy, de graves retrocesos en la vida nacional. ¿Cómo se integraron tales gobiernos y cómo pudieron funcionar? Se integraron con elementos que habían sido adoctrinados en los Estados Unidos, para arrancar de sus conciencias hasta el menor vestigio de identidad patriótica, como Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo, Jaime Serra Puche, José Ángel Gurría, Herminio Blanco y Manuel Camacho, entre otros, a quienes hemos llamado el grupo neoliberal Estos individuos fueron llevados al Poder por la vía de infiltrarlos en los gobiernos surgidos del PRI. Fue así como el imperialismo y la derecha lograron su viejo propósito de "panificar" al PRI, que oportunamente había sido denunciado por el maestro Lombardo Toledano. Pero los del grupo neoliberal no hubieran podido cumplir su encomienda de no haber contado en todo momento con el apoyo del PAN, agrupación política que fue creada desde hace seis décadas con el mismo fin de servir al imperialismo. Por eso, el PAN constituyó la fuerza política organizada en la que descansaron todo su proyecto y sus acciones, desde las grandes contrarreformas constitucionales hasta el Fobaproa, pasando por las privatizaciones y la creación de otros instrumentos de política económica. Por eso las "concertacesiones", o sea la graciosa entrega de espacios de Poder que fortalecieran al PAN, de la manera más inescrupulosamente antidemocrática. No podían contar con el PRI -al que acusan de estatista, populista y paternalista"-, porque nunca les ha merecido confianza. Por eso mismo es que siempre han acariciado la esperanza de desaparecerlo de la vida nacional, y convertir al PAN en la "nueva" fuerza gobernante, para consolidar y profundizar la obra iniciada con Miguel de la Madrid. La "Alianza Opositora" un engendro neoliberal El nuevo instrumento creado para tal fin vino a ser la llamada "Alianza Opositora? y fue concebido como una especie de Frente Democrático Nacional, pero al revés, no para derrotar al neoliberalismo, como aquél, sino para garantizar su definitiva implantación en México. Una alianza que agrupara a todos los que fuera posible, encabezada por el PAN en lo ideológico, programático y político. La bandera, para tratar de legitimar tal engendro, sería la lucha por la "democracia?, claro, una "democracia neoliberal... aunque eso no lo dicen. La "Alianza Opositora... y ¿por qué Cárdenas? Eso fue lo que echó a andar Cuauhtémoc Cárdenas, quien sabe aconsejado por quién, con su discurso de marzo en Cuernavaca. Un nuevo FDN, pero de derecha, donde el PRD y el propio Cárdenas estaban dispuestos a participar con entusiasmo digno de mejor causa. ¿Por qué aceptó Cárdenas lanzar tal iniciativa? ¿Acaso se cree el cuento de que el PAN es una fuerza partidaria de la democracia, con la que consecuentemente se puede hacer una alianza para tal fin? Desconoce cómo entiende el PAN la "democracia"? ¿Ignora en qué momento y con qué fines nació ese partido?¿No sabe de sus permanentes alianzas de fondo con los gobiernos de Salinas y Zedillo? ¿Obró por ingenuidad? ¿Por ambición excesiva? ¿Por incontrolables rencores? Tal alianza sin duda fracasará, pero ello no cambiará el hecho que quedará allí para la historia. Cualesquiera que hayan sido sus motivaciones, Cuauhtémoc Cárdenas dejó constancia de sus preferencias. Ha escogido su nueva trinchera y a sus nuevos amigos de manera clara e inequívoca. Ha optado por identificarse con el PAN y el pretexto de una falsa democracia, en contra de las limpias banderas de la lucha por erradicar al neoliberalismo y conducir a México, de nueva cuenta, por las amplias vías surgidas de su glorioso pasado histórico, particularmente de la Revolución Mexicana. Y eso a fin de cuentas no es sino una traición a la vida y la obra de su padre, estrechamente vinculado con nuestra Revolución y, por lo mismo, mortalmente enfrentado al PAN. Una traición también al Frente Democrático Nacional que aglutinó a las fuerzas revolucionarias, patrióticas y progresistas, entre ellas nuestro Partido, contra los neoliberales y el PAN. Una traición al pueblo que le depositó su confianza para que encabezara una lucha que hoy, cualquiera que sea el pretexto, ha abandonado de manera franca y total, para elegir el penoso camino de la claudicación y el engaño. UNAM. Neoliberalismo y crisis de la educación superior La conducta de¡ grupo neoliberal es la que está en el fondo de la crisis cuyos aspectos más visibles han sido primero el asunto de las cuotas y posteriormente el bloqueo de labores al que ha sido sometida la Universidad Nacional Autónoma de México. Los neoliberales han venido atentando de manera sigilosa, como siempre actúan, en contra del modelo educativo que se consagra en el artículo 3º constitucional. En ese camino realizaron las modificaciones de 1991 y 1992 al artículo 3º. Con ellas, en primer lugar, liberaron a las escuelas particulares que imparten educación media superior y superior, de la obligación de regirse por los principios contenidos en ese precepto y, en segundo lugar, eximieron al Estado de la obligación de impartir este nivel de educación. En ese mismo camino, se celebró en 1994, la III Reunión Trilateral sobre la Globalización de la Educación Superior en el marco del Tratado de Libre Comercio. Y fue en ese contexto que, en ese mismo año, fue creado el CENEVAL, Centro Nacional de Evaluación para la Educación Superior, que se ha encargado de la elaboración y aplicación de los exámenes nacionales de ingreso y egreso para el nivel medio superior y superior. Y también en ese contexto fue que surgió el documento denominado Sistema Nacional de Evaluación y Acreditación de la Educación Media Superior y Superior, en 1997, y de él brotó el compromiso de realizar el Examen General de Calidad Profesional. Aquí se usó el pretexto de elevar la calidad profesional de los egresados de licenciatura para encubrir otro propósito: implantar y generalizar el modelo educativo subordinado que conviene al capital financiero del exterior y a las corporaciones transnacionales. Paralelamente se fueron estableciendo los instrumentos coercitivos creados para obligar a las instituciones públicas de educación superior a acatar de manera incondicional el modelo neoliberal dependiente, sus planes y programas, sujetándolas, de no hacerlo, a penalizaciones, a la hora de la asignación del presupuesto educativo gubernamental. Con todo esto, se ha venido tratando de cancelar el libre examen y discusión de las ideas garantizado por la Constitución. Así, el panorama que se presenta tanto a la Universidad Nacional Autónoma de México como, en general, a las universidades e instituciones de educación superior públicas -y con ello, a importantes sectores de la juventud mexicana-, no puede ser peor: o se orienta la educación superior para ponerla al servicio de los intereses del capital financiero transnacional, o simplemente se les reducen los recursos para limitar su acción y llevarlas a la asfixia. A esto hay que añadir la tendencia general a reducir el volumen de recursos públicos que se destinan a la educación superior, rubro que los gobiernos de corte neoliberal valoran en su importancia por debajo de los rescates a los grupos beneficiarios del modelo, como en el caso del Fobaproa. Y al mismo tiempo, se privilegia a los egresados de las instituciones privadas. ¿Formar a la nueva generación que México necesita para su desarrollo independiente, o la que requiere el imperialismo para su servicio? Esta es la disyuntiva, el fondo del problema que afecta a la educación superior. La educación, como es sabido, tiene por objeto preparar a las personas para desempeñar una función dentro de la sociedad. La que se define en nuestra Constitución se propone "desarrollar armónicamente todas las facultades del ser humano y fomentar en él, a la vez, el amor a la Patria y la conciencia de la solidaridad internacional, en la independencia y en la justicia". Además, "se basará en los resultados del progreso científico, luchará contra la ignorancia y sus efectos, las servidumbres, los fanatismos y los prejuicios". Y "será democrática, considerando a la democracia no solamente como una estructura jurídica y un régimen político, sino como un sistema de vida fundado en el constante mejoramiento económico, social y cultural del pueblo". "Será nacional, continúa definiendo el mandato constitucional, en cuanto -sin hostilidades ni exclusivismos- atenderá a la comprensión de nuestros problemas, al aprovechamiento de nuestros recursos, a la defensa de nuestra independencia política, al aseguramiento de nuestra independencia económica y a la continuidad y acrecentamiento de nuestra cultura...... En el texto señalado, como puede verse, se define al tipo de mexicano que conviene a nuestra sociedad en función de su experiencia histórica y del proyecto de Nación que hemos ido forjando. Todo esto en nada encaja con el modelo que, con el pretexto de la globalización, se ha querido imponer durante los últimos sexenios. ¿Qué tipo de mexicanos quiere el modelo neoliberal? Uno que se subordine con docilidad a los intereses del capital financiero del exterior y las grandes corporaciones trasnacionales. Uno que piense en inglés, que haga suya su filosofía y hasta su peculiar sentido del humor, como ciertos gobernantes que padecemos. Uno que en nada se sienta comprometido con "el amor a la Patria", ni con "la conciencia de la solidaridad internacional", cuestiones que, para la manera neoliberal de ver la vida, son meras antiguallas de la época abominable del populismo, el estatismo y del paternalismo. Y los paristas, ¿quiénes son y qué es lo que en verdad, pretenden? Ahora bien, ¿qué pretenden los paristas? "Defender la universidad pública contra el peligro de su privatización y el principio de gratuidad", declaran. "Oponerse al proyecto neoliberal", añaden. Y algunos, por ingenuidad o por oportunismo, se lo han creído de manera irreflexivo. Sin embargo, lo cierto es que no existe conexión lógica entre los propósitos que los paristas declaran y los actos que realizan. El bloqueo de labores que han impuesto a la Universidad ha merecido el repudio de la comunidad universitaria y de la gran mayoría de los mexicanos, porque se ha hecho violentando los principios de la democracia y por la vía de la provocación y la violencia. Y porque está claro que una acción como la que desarrollan en modo alguno tiende a derrotar a los neoliberales y su proyecto antinacional, sino exactamente al revés: cumple la función de demostrar a ojos de todo mundo que una Universidad pública, como la UNAM, es ingobernable, y a dar sustento, por tanto, a las demandas patronales y de la derecha más recalcitrante en el sentido de que se acelere su desaparición, y sustitución por la educación privada y, si se deja en manos de las universidades extranjeras especializadas en formar conciencias desarraigadas de la Patria, como hicieron con los elementos del grupo neoliberal, mucho mejor. Adicionalmente hay que decir que entre los dirigentes de las agrupaciones ultras y megaultras, como gustan de hacerse llamar ellos mismos, que mantienen el bloqueo a la Universidad, son varios los casos de conocidos aventureros de falsa izquierda que, desde hace tiempo, reciben financiamiento de secretarías y otras dependencias del gobierno federal, por lo que, a fui de cuentas, va quedando cada vez más claro que los verdaderos autores intelectuales del paro y sus principales beneficiarios son precisamente los elementos del grupo neoliberal en el Poder, a quienes paradójicamente dicen combatir. El PPS y el Frente Nacional contra las privatizaciones La intención de privatizar la energía eléctrica, en la que se empecina el gobierno de Ernesto Zedillo, no obstante el repudio generalizado que ha concitado, ha logrado la unidad férrea y consciente de los trabajadores electricistas, consecuentes no sólo con la defensa de su fuente de trabajo, sino con la preservación de un recurso estratégico para el desarrollo nacional con independencia y soberanía. Asimismo, otras fuerzas políticas y sociales de formación avanzada y nacionalista participan en la lucha por la defensa de la industria eléctrica, porque entienden que es un recurso de los mexicanos y no puede ni debe entregarse al capital extranjero. En consecuencia, la lucha de resistencia contra la privatización eléctrica, no sólo corresponde a los trabajadores electricistas, corresponde también a todas las organizaciones políticas, civiles, sociales y a personalidades y profesionistas, analistas, académicos y mexicanos progresistas que hacen suya esta causa. Nuestro Partido ha desplegado su esfuerzo en esta importante lucha, al lado de otras agrupaciones del campo democrático y patriótico, a todo lo largo y lo ancho del país, y así habrá de seguirlo haciendo, poniendo en primer término los intereses superiores de la Nación y del pueblo, por encima de cualesquiera otros, por legítimos que pudieran ser, evitando las trampas que pretenden tenderle provocadores que tienen por tarea la de sembrar la confusión y el desprestigio. Es así como el Partido Popular Socialista deja constancia de la congruencia que históricamente lo ha caracterizado. Por qué no se debe abrir la industria eléctrica a la inversión privada Bajo este título, el secretario general de nuestro Partido presentó una ponencia ante las comisiones unidas de Puntos Constitucionales, Energía y Recursos no Renovables y Estudios Legislativos del Senado de la República, documento que mereció entusiastas muestras de apoyo por parte tanto de legisladores como de personalidades del campo democrático y progresista que estaban presentes en el evento y, sobre todo, de un nutrido contingente de trabajadores miembros del Sindicato Mexicano de Electricistas, también asistentes al acto. La ponencia expuso en su parte final, entre otras, las siguientes razones, a manera de conclusiones. No existen razones de orden económico para poner en entredicho la exclusividad del Estado en el servicio público de la energía eléctrica ni declarar que esa exclusividad pudiera llegar a convertirse en obstáculo alguno para su expansión y modernización. Ninguna de las alternativas presentadas por el Ejecutivo es necesaria: no hace falta reducir el gasto social, ni aumentar impuestos, ni quedamos sin corriente eléctrica suficiente. Tampoco hace falta abrir la industria a los capitales extranjeros. Finalmente, puesto que la iniciativa de reformas a los artículos 27 y 28 de la Constitución, que nos ocupa, no obedece, en modo alguno, a razones económicas, ni a las necesidades de desarrollo del país; puesto que la corriente neoliberal la promueve solamente por razones ideológicas y no sólo ha carecido de la capacidad de sustentarla en argumentos válidos dentro de este ámbito, sino que incluso ha rehuido el debate de las ideas, adjetivándolo peyorativamente para tratar de descalificarlo; puesto que sí pone en peligro la soberanía de México y, no sólo eso, sino su viabilidad a futuro como Nación, en nombre del Partido Popular Socialista y de la Sociedad Mexicana de Estudios Legislativos, instituciones que me honro en presidir, me permito demandar de los integrantes del Senado de la República, con todo respeto y, a la ve7, con toda la energía que el caso merece, que se sirvan desecharla por improcedente. |
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