Adiós a Pilar Santiago, dirigente del POUM
Wilebaldo Solano
Pilar Santiago, maestra y educadora, militante y feminista revolucionaria,
una de las figuras más interesantes del POUM, falleció en
Barcelona hace unos días. Para compensar la pena que sienten sus
numerosos camaradas y amigos no hay otra solución que evocar una
vida intensa, dramática, en la que la inteligencia, el coraje y
el espíritu de solidaridad vencieron y alcanzaron sus objetivos
más caros.
Pilar Santiago nació en 1914 en Barruelos (Palencia). Pero su
modesta familia se trasladó a Barcelona y ella se insertó
cuando era muy joven en la vida catalana. Siendo estudiante, se destacó
en la vida local de Sant Andreu y en sus organizaciones populares. Cuando
terminó sus estudios de Magisterio ingresó en el Bloque Obrero
y Campesino y, luego, en la Juventud Comunista Ibérica (POUM). En
1931-32 se unió al movimiento de jóvenes maestros que querían
revolucionar la enseñanza. La República se interesó
inmediatamente por ellos y en poco tiempo modificó sustancialmente
la enseñanza primaria y laica. Se pasó muy pronto del maestro
legendario casi mísero a una generación de jóvenes
formados en cursillos especiales y provistos al fin de sueldos decentes
y de escuelas nuevas. Este cambio social dio un impulso enorme a la Federación
de Trabajadores de la Enseñanza, donde Pilar ocupó en seguida
un puesto de vanguardia. Allí conoció al que iba a ser su
marido, Juan Hervás. Y juntos militaron en el POUM a partir de su
constitución en 1935.
Cuando se venció la insurrección militar y los trabajadores
abrieron el proceso revolucionario de 1936, Juan Hervás fue elegido
secretario general del Consejo de la Escuela Nueva Unificada, organismo
que, prosiguiendo y ampliando la obra de la República, transformó
fundamentalmente al enseñanza y dio a la lengua catalana el lugar
que le correspondía. Pilar trabajó también en este
dominio. Pero tuvo una doble actividad política. Elegida miembro
del Comité Central de la Juventud del POUM, desarrolló una
intensa actividad de propagandista. Estuvo en el cuadro de oradores con
Nin y conmigo, y juntos recorrimos Cataluña y Levante. Todo eso
sin olvidar que trabajó en el Secretariado femenino del POUM con
María Teresa Andrade y fue redactora de Emancipación, la
revista femenina revolucionaria que defendió la política
de NIn en la Consejería de Justicia de la Generalitat (nueva familia,
derecho al aborto, protección de la infancia, derechos políticos
a los 18 años por primera vez en el mundo, lo que llevó a
millares de mujeres jóvenes a las organizaciones políticas
y al trabajo con los hombres). La condición social de la mujer cambió
totalmente.
Cuando se produjo el retroceso revolucionario que supuso la caída
de Largo caballero y la represión contra el POUM; Pilar y Juan Hervás
fueron de las primeras víctimas. Ella pasó por las checas
de Barcelona montadas por la policía de Stalin y luego sufrió
meses de prisión en la Cárcel de Mujeres de Barcelona. Pero
lo peor fue para su marido: movilizado como Comisario de Transmisiones
de la Generalitat, fue asesinado en el frente de Aragón por los
stalinistas. Recuerdo aún el horro y el furor de Lluis Companys
cuando Jordi Arquer y yo fuimos a verle para exigir que se abriera una
investigación sobre el crimen. Pilar se dirigió personalmente
a Prieto, entonces ministro de Defensa, a quien formuló la misma
exigencia con la ayuda de su tío Crescenciano Bilbao, que era subcomisario
general del Ejército.
Pilar Santiago emigró a Francia como tantos otros y después
de una larga estancia en Lyon, se trasladó a México. Allí
prosiguió su actividad política y fue maestra y educadora
especializada en el famoso Colegio de Madrid durante más de 30 años.
Allí se casó con el Dr. Rafael Trueta, hermano de nuestro
famoso traumatólogo. Regresó a España en 1977 y conservó
hasta el fin su pasión política, su amor al POUM y su curiosidad
constante. Ella pensaba que, a fin de cuentas, su generación había
ganado muchas batallas: hundimiento del fascismo, fin del franquismo, naufragio
del stalinismo, revalorización histórica del POUM, modificación
revolucionaria de la condición de la mujer. Algo así le debió
decir a Ken Loach cuando éste me pidió que le pusiera en
contacto con mujeres del POUM para mejor perfilar los personajes femeninos
de Tierra y Libertad. Y esa fue su última tarea importante tras
una vida en la que las dificultades y los sufrimientos fueron compensados
con grandes alegrías.
6 de Junio de 1998, Fontenay sous Bois
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