De
cara a la Nación, con las manos limpias y la frente en alto, afirmo
que llego a esta contienda política con una vida de servicio que
me avala, con hechos concretos en favor de la gente.
Condeno
los financiamientos vergonzantes, que obligan a componendas en lo oscuro
y de espaldas a la Nación, para mantener los privilegios de unos
cuantos.
No
estoy de acuerdo con el cambio por el cambio. Con la promesa fácil
para engañar al pueblo. Eso es demagogia. Como el pueblo está
cansado de sufrir, se le promete el cambio como solución, porque
es lo más fácil de aceptar.
Quiero
decirles lo que sí traigo y lo que no traigo a esta campaña.
No traigo dinero sucio, no traigo manchas en mi pasado, no traigo mentiras
ni sensacionalismos. No traigo demagogia.
Lo
que sí traigo es una gran pasión para escuchar la voz y tocar
las manos de millones de mexicanos. Lo que sí traigo es emoción
por nuestro país y por este gran pueblo, al que quiero servir para
que alcance su destino de grandeza.
Tengo
el carácter y la experiencia para convertir los anhelos de los mexicanos
en resultados y en hechos.
Quiero
ser Presidente de México para que, juntos, hagamos un mejor país,
para que recuperemos la confianza en nosotros mismos y la esperanza en
el futuro de México.
Francisco
Labastida Ochoa