LAS LEÓNIDAS EN EL 2000

Una incógnita centenaria empieza a ceder

Antonio Martínez Picar

La lluvia de estrellas de las Leónidas ha sido un dolor de cabeza para los astrónomos desde hace ya algún tiempo debido a su caprichoso comportamiento. Sin embargo, por los resultados del 2000, pareciera que ya estamos empezando a domesticarla.

 

En la noche del sábado 17 para el domingo 18 de Noviembre de 2000, un grupo de amigos aficionados a la astronomía, reunidos en una localidad cerca de la modesta población guariqueña de Palenque, se preparaba para recibir una fuerte actividad de la lluvia de estrellas que, en 1998 les había brindado bólidos maravillosos. En esta ocasión, la Luna sería un acompañante indeseado, sin embargo, nada disminuyó la expectativa que embargaba al paciente grupo y, poco después de la medianoche, se dispusieron a llevar a cabo su observación de la bóveda celeste.

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Bólido fotografiado por Laszlo Tarlos el 18 de Noviembre de 2000 desde Palenque, Edo. Guárico (VENEZUELA).
 
Estela persistente fotografiada por Antonio Martínez el 18 de Noviembre de 2000 desde Palenque, Edo. Guárico (VENEZUELA).

El grupo lo conformaban Aniuska Albertos, Suyin Perret-Gentil, Beriozka Rodriguez, Juan Fernández, Rómulo Liporacci, Julio Nava, Laszlo Tarlos, Rodrigo Velásquez y Antonio Martínez, miembros del Centro de Estudios De Astronomía -sección San Antonio- (CEDA-SA) y de la Sociedad Universitaria de Astronomía (SUNA). Estaba contemplado utilizar técnicas visuales y fotográficas para el registro de la actividad. La nubosidad que se presentó en las primeras horas de la noche fue disipándose lentamente, como si nuestras peticiones hubiesen sido complacidas por algún antiguo dios griego.

A partir de la 1h10m am, Hora Legal de Vzla. (HLV), comenzaron a verse los primeros bólidos y todos sentimos un alivio: no nos iríamos con las manos vacías. A pesar de la Luna presente, la calidad del cielo del lugar de observación se hizo patente al poder registrarse estrellas de hasta magnitud +5.69 [1].

La actividad de la lluvia fue incrementándose a medida que transcurría la noche. En Caracas la nubosidad negaba la posibilidad de apreciar la lluvia tan ansiosamente esperada. En un intento por no perder la oportunidad, un grupo de observadores independientes liderizados por Juan José Downes y Jorge Rojo se desplazó (a última hora) hacia el litoral central. Desde La Guaira tuvieron la oportunidad de apreciar la actividad y hasta se lograron algunas interesantes fotografías.

Simultáneamente, en el occidente venezolano, Christian Castillo desde el norte de la ciudad de Maracaibo registraba por métodos visuales y radioeléctricos la actividad de la lluvia. Las Leónidas definitivamente decidieron brindarnos un nuevo espectáculo en el año 2000.

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Gráfico de Actividad de las Leónidas en 2001 realizado por Rainer Arlt y Marc Gyssens (IMO).

En la figura anexa se muestra un gráfico de la actividad registrada en el cual, el cálculo de la Tasa Horaria Zenital (THZ -ZHR en inglés-) se realizó en base a un total de 614.22 horas de observación recopiladas por observadores de todo el mundo el cual fue extraído del trabajo de Rainer Arlt y Marc Gyssens publicado por la International Meteor Organization (IMO) [2]. Se aprecia que la actividad máxima registrada alcanzó una THZ=480±20 hacia las 3h12m  am (HLV), un valor bastante superior a la THZ=200±16 registrada en 1998 [3]§.

Una característica notable en las Leónidas de 2000 es la alta presencia de bólidos, muy similar a la mostrada por la lluvia en 1998. Este aspecto viene a contribuir con las incógnitas que aún se tienen al respecto de esta lluvia ya que no se esperaba tal característica en 2000 [4]. A pesar de esto, las predicciones de David Asher y Robert McNaught [5] parecen haber dado finalmente en el clavo del caprichoso comportamiento de esta lluvia. Sus predicciones señalaban dos máximos de actividad, uno de los cuales -el segundo de ellos- se podría apreciar con comodidad desde Venezuela hacia las 3h53m am (HLV). Y en este caso, considerando un error de apenas 40 minutos, parece haberse cumplido la predicción realizada.

Para 2001, las perspectivas se muestran muy interesantes. No existirá interferencia de la Luna, lo que brindará la oportunidad de obtener cielos realmente oscuros. La Tierra atravesará varios filamentos del enjambre, produciendo varios picos de actividad entre el 17 y el 18 de Noviembre. En Venezuela, se podrá apreciar -si los pronósticos no varían- el máximo que debe ocurrir hacia el amanecer del domingo 18 de Noviembre de 2001 [6]. Cualquier novedad o ajuste de las predicciones acerca de la actividad de las Leónidas de 2001 serán publicadas en METVEN, por lo que invitamos a los interesados a visitar nuestro WebSite para mantenerse informados al respecto.

§ Hay que recordar que el valor de THZ representa la cantidad de meteoros que podrían registrarse bajo condiciones perfectas de observación (con el radiante en el zenit, sin obstrucciones en el campo de visión y con un cielo cuya magnitud límite sea +6.5m). Dicho de otra manera, la THZ no indica necesariamente el número de meteoros contabilizados durante la observación.

Referencias.

[1] Martínez, A., 2000, Reporte de Observación de las Leónidas en 2000.
[2] Arlt, R. y Gyssens, M.; 2000, Bulletin 16 of the International Leonid Watch: Results of the 2000 leonid Meteor Shower, WGN, 28 (6), pp. 191-204

[3] Martínez, A., 1999, Las Leónidas desde Venezuela en 1998. Análisis Global de Actividad, en METVEN,
http://www.geocities.com/metven/leoven98/LeoVen98.htm
[4] McBeath, A y Arlt, R., 2000, Meteor Shower Calendar: October-December 2000, WGN, 28 (5), pp. 92-93.
[5
] Asher, D., 2000, Leonid dust trails, en el Web Site del  Armagh Observatory, http://www.arm.ac.uk/leonid/dustexpl.html
[6] McBeath, A y Arlt, R., 2000, IMO Meteor Shower Calendar 2001, en el Web Site de la International Meteor Organization, http://www.imo.net/calendar/cal01.htm


Última Actualización: Julio de 2001