En este espacio vamos a tratar de afinar, de chequear, de dejarlo pronto para el primer vuelo a nuestro hijo mas querido, a este modelo de avión que hemos elegido.
Es el momento más sufrido, junto con otros momentos que vendrán luego, donde vemos los frutos de nuestro trabajo.
Todo modelo, tiene por sus características una forma especial para centrarlo, para balancearlo, para dejarlo de tal manera que cuando vuele, lo haga de una forma tranquila, que no sea un saco de nervios, que reaccione a los comandos de una forma progresiva y no agresiva, que el motor responda bien parejo y una cantidad de detalles que hacen subir la presión arterial del constructor hasta las nubes !!!!!
Cuando uno construye las alas, tiene que tener previsto que cuando terminó de pegar todas las costillas, todos los largueros, todos los refuerzos necesarios, justo antes de comenzar a entelarlas, debemos balancearlas longitudinalmente. Esto quiere decir que debemos tomar esta estructura de madera o del material que fuese, y colgarla de una varilla fina de aluminio, o un trozo de varilla de madera horizontal, donde colocaremos el ala ya unida por su centro, y con el dihedro hacia abajo, para que se balancee y notemos si una semi-ala es mas pesada que la otra. Cuando hagamos esto, tomaremos unos trozos de alambre de cobre desnudo, el cual cortaremos un trozo de unos 30 cm aproximadamente, y lo doblamos al medio y lo colgamos de la punta del ala que se eleva.
Con esto el ala se volverá a inclinar posiblemente hacia el otro lado, y de a poco, cortando de a 1 cm el alambre lo volvemos a colgar de la punta del ala mas elevada, hasta que quede con un trozo de alambre y el ala bien balanceada, haciendo un pequeño movimiento de balanza pero tendiendo a quedarse nivelada con el apoyo central.
Con esto logramos que cuando uno arme todo el modelo, no haga cosas imposibles de corregir y que terminan con un golpe muy feo y con la destrucción casi asegurada del modelo que inauguramos.