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BOLSA MEDICA - PAUL SUAREZ
Bolsa Médica inicia una serie de entrevistas de Paúl Suárez García al Doctor Enrique Sánchez Delgado, médico internista y farmacólogo clínico, para abordar sobre los premios Nobel más destacados de siglo XX y los acontecimientos científicos médicos que hicieron avanzar al mundo en respuestas clínicas, quirúrgicas, farmacológicas y sobre todo, que permitieron un avance en la expectativa de vida de los habitantes de nuestro planeta.
Al iniciar el siglo XX, en el año 1900, la expectativa de vida era menor de 50 años, a duras penas alcanzaba los 47 años, muy contrario a lo que conocemos a través de las historias bíblicas sobre los primeros hombres de la Tierra en los que prevalece como ejemplo el famoso Matusalén de quien se especula una prolongada vida de 969 años.
En los últimos 500 años la expectativa de vida del ser humano ha sido corta y en casos muy aislados y contados, se ha llegado a 120 años.
Para el 2000, cuando se inicia el siglo XXI, la expectativa promedio es de más de 75 años, alcanzando a las mujeres con 80 años en los países más desarrollados. En Nicaragua la expectativa en el 2000 alcanza los 65 años.
Durante el Siglo XX, la genética del ser humano no ha cambiado tanto, sobre todo si nos asociáramos a la teoría de nuestros orígenes basados en la evolución, donde obligatoriamente se han saltado los diversos procesos mutantes.
En la segunda mitad del Siglo XX, los grandes avances en la prevención y tratamiento de las enfermedades crónicas principalmente las cardiovasculares y metabólicas (diabetes, infartos, etc.).
El gran temor o la gran preocupación hacia el Siglo XXI será el recrudecer de las enfermedades crónicas (cardiovasculares - diabetes - alzheimer - ostroporosis - etc.) por causas de obesidad y sedentarismo a la par de un aumento de las enfermedades psicoafectivas como depresión, causadas por el stress como consecuencia de problemas y cambios socio - económicos - culturales.
¿Cómo inició el milenio?
El primer gran avance fue la comprensión de la anatomía y la fisiología humana (estructuras y funciones del cuerpo humano).
El primer gran anatomista del renacimiento fue Andrés Vesalius, (Siglo XVI) en la Europa en pleno desarrollo de la conquista de América).
El siguiente gran anatomista del Siglo XVII fue el médico inglés William Harvey, quien descubrió y describió cómo funciona la circulación de la sangre (anatomía y fisiología de la circulación de la sangre) del corazón, los vasos sanguíneos, pulso, la presión arterial, etc., que más tarde permitió al alemán Werner Forssmann (Siglo XX) realizar cateterismo cardíaco y a grandes cirujanos cardíacos como Denton Cooley y Michael DeBakey realizar sus hazañas quirúrgicas, de manera que fueron Vesalius y Harvey los que sentaron las bases de la comprensión de la anatomía, la fisiología, la medicina clínica y la cirugía que culminaron con los grandes avances del Siglo XX.
El segundo fundamento fue el descubrimiento de las células y sus estructuras. Las bases de esto los sentó el holandés Antonio Van Leeuwenhoeck en el Siglo XVII que permitió identificar los primeros microbios y posteriormente las primeras células.
Posteriormente, gigantes como Rudolf Virahow entre otros, con técnicas de tinción y microscopía permitieron entender las estructuras y los cambios de los tejidos, las células y los procesos patológicos.
Pero no fue, sino hasta 1930, cuando Ernst Ruska hizo el primer microscopio electrónico que permitió entender las estructuras y funciones de los organelos intracelulares la cual se ha ido perfeccionando hasta nuestros días.
El tercer gran pilar fue la comprensión de la química de los seres vivos que comenzó con la comprensión del proceso de fermentación por ejemplo de la vid (jugo de uva) alcohol y vinagre, a esto contribuyó el químico Antonio Lavoisier, que sentó las bases de la química y la bioquímica moderna y del inigualable Louis Pasteur que en la mitad del Siglo XIX sentó las bases de la microbiología y de la medicina moderna.
Paralelamente Amadeo Avogadro aclaró su ley que permitió determinar la estructura molecular y el peso atómico de las sustancias y aclarar las reacciones enzimáticas como las de oxidación que producen la energía para los seres vivos.
A principios del Siglo, Sir Hans Krebs (quien nació en 1900) descubrió el ciclo del ácido cítrico o de la producción de energía en forma de ATP que lleva su nombre. Para nuestro entrevista, doctor Sánchez Delgado, le es de muy gratos recuerdos haber departido con Sir Hans, durante el Congreso de Premios Nobel de Medicina en Lindau, Alemania en 1981, año mismo en que falleció.
Los procesos enzimáticos, bioquímicos y hormonales así como la importantísima función de los iones, como el Sodio, Potasio, Calcio, Magnesio (Na, K, Ca, Mg) en el balance celular electroquímico así como en la circulación y los procesos metabólicos se han definido cada vez con mayor precisión y son la base de la biología molecular la cual a su vez sienta el fundamento para la medicina del Siglo XXI.
Abordamos en la entrega anterior, los tres pilares fundamentales del avance de la medicina en el siglo XX, a saber, el primer gran avance asentado en la comprensión de la anatomía y la fisiología humana, un segundo pilar fundado en el descubrimiento de las células y sus estructuras y un tercer cimiento en la comprensión de la química de los seres vivos, base de la biología molecular, que sienta las bases de los actuales descubrimientos y experimentaciones para el siglo XXI.
El cuarto Pilar del desarrollo de la medicina en el siglo XX, se refiere a los avances en la Aplicación de las matemáticas a la medicina
La corriente más fuerte de ello fue la Medicina basada en evidencia: que implica una fuerte aplicación de matemática y estadísticas.
En el Siglo XVII, se desarrollan grandes acontecimientos, uno de ellos en el que John Graunt en Inglaterra, describió los primeros cálculos de expectativa de vida (que fue el origen de la Industria de los Seguros).
Otro de gran interés, fue el del matemático alemán K.F. Gauss, quien desarrolló la estadística moderna (promedios, desviaciones, estándares, distribución estadística "campana de Gauss", etc.); algo que anecdóticamente para nuestro entrevistado, doctor Sánchez, le recuerda en sus estudios realizados de bioestadística en medicina en Alemania, con un profesor casualmente apellidado Gauss.
En el mismo siglo que analizamos, el teólogo y matemático inglés Thomas Bayes fue el primero que introdujo el razonamiento probabilístico que aún se usa en medicina.
También, James Lind, en Inglaterra, hizo uno de los primeros estudios clínicos (en 1747) comprobando diferentes bebidas contra el escorbuto en tripulaciones de barcos de la armada británica, donde demostró que los cítricos lo previenen. Posteriormente se confirmó que esto era por deficiencia de vitamina C. En esta confirmación, usó el principio de las comparación de grupos y control. El padre de la epidemiología moderna fue John Snow quien en 1854 logró cortar una epidemia de cólera en Londres al demostrar con estadísticas que era transmitido por agua contaminada de un pozo de la ciudad.
La figura más importante de las bioestadísticas modernas a principio del Siglo XX, fue el británico Sir Ronald Fisher, que introdujo los análisis de varianzas y los principios de la randomización experimental, para evitar sesgos en los grupos estudiados.
Los estudios clínicos randomizados modernos comenzaron en Inglaterra, Alemania y Estados Unidos a mitad del Siglo XX (años 50 - 60) y predominan al día de hoy apoyados en su exactitud con los estudios de Sir David Cox en los años 70 agregada la informática moderna.
El Pilar número cinco viene a ser el Desarrollo de la Anestesia. Existe evidencia de prácticas quirúrgicas desde el comienzo de la historia usando sustancias como el opio, la marihuana, el alcohol y otros para producir anestesia o insensibilidad, analgesia y amnesia.
Posteriormente en la Anestesia moderna se entendieron los principios básicos de la hipnósis (dormir), analgesia no sufrir dolor y relajación muscular, esenciales en la cirugía moderna.
Anecdóticamente, muchos anestesiólogos dicen que el primer anestesiólogo fue Dios mismo, al dormir a Adán para extraerle la costilla y crear a Eva.
En 1799 (hace dos siglos) Sir Humphy Davy utilizó por primera vez en Inglaterra el ácido nitroso o gas hilarante contra el dolor de muelas. Para 1844 Florace Wells dentista norteamericano, usó con éxito el óxido nitroso; posteriormente, su socio William Morton acumuló experiencias en Boston con el uso del éter en anestesia quirúrgica. Sus trabajos se publicaron en la revista ya existente y que actualmente se conoce como New England Journal of Medicine.
El obstetra escocés Simpson utilizó en 1847, cloroformo, durante un parto. En 1942, Harold Griffith en Montreal comenzó a utilizar de rutina los relajantes musculares derivados del curare (veneno del amazonas).
Hoy en día la anestesia ha mejorado notablemente, perfeccionando estos principios con nuevos fármacos y métodos modernos de monitoreo (EKG, oximetría, etc.) y ventilación, mientras que la cirugía se hace cada vez menos invasiva.
Hasta los grandes pioneros de la cirugía cardíaca como Denton Cooley se inclinan cada vez más por la cirugía menos invasiva, endoscópica o laparoscópica.
Continuará |