Donde haya un árbol que plantar, plántalo tú; donde haya un error que enmendar, enmiéndalo tú.
Sé tú el que aparte la piedra del camino, el odio entre dos corazones y los obstáculos de un problema. Hay la alegría de ser sano y la alegria de ser justo, pero hay sobre todo la alegría de servir.

Que triste sería el mundo si todo en él estuviera hecho, si no hubiera un rosal que plantar, una empresa que emprender. Que no te llamen solamente los trabajos fáciles, es tan bello hacer lo que otros esquivan. Pero no caigas en el error de que sólo se hace mérito con grandes  trabajos, hay pequeños servicios que son grandes servicios: adornar una mesa, ordenar unos libros, peinar una niña. Aquél que critica es el que destruye. Tú sé el que sirve.

El servir no es faena sólo de seres inferiores. Dios, que da el fruto y la luz, sirve. Pudiera llamársele así ...el que sirve... y tiene sus hojos fijos en nuestras manos y nos pregunta cada día:
¿ Serviste hoy?

Gabriela Mistral

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