Mensaje del H. Víctor Manuel Preciado Ramírez,
nuevo provincial de México Occidental,
a la comunidad marista.24 de diciembre de 2003, Guadalajara.
Mons. Rafael Martínez Sainz, presidente de esta celebración
Padres concelebrantes que nos acompañan: Rodolfo, Juan Pablo, Federico
Familiares y amigos
Cohermanos de nuestra ProvinciaMuy buenas noches.
Inicio las palabras de mi mensaje con un AGRADECIMIENTO especial para QUIQUE.
“Quique ha sido muy generoso al entregarse de corazón a acompañar a los Hermanos y comunidades desde el servicio de Provincial”, son palabras de nuestro H. Seán, Sup. General, y que nosotros también reconocemos a través de muchas situaciones sobresalientes:
En primer lugar en el resultado del sondeo para elección del nuevo provincial los HH de la provincia mencionamos elementos muy ricos logrados en el tiempo de tu liderazgo, los cuatro más nombrados:
56 veces se menciona tu dedicación en el trabajo con los Laicos, la misión compartida, su formación; 37 mencionan el trabajo de Planeación provincial, nuestro Plan Pastoral Provincial; 25 hacen referencia a tu acercamiento a los pobres, y también 25 refieren su satisfacción a la atención, acompañamiento de los Hermanos.
Y en el resultado de la evaluación más reciente contestada por hermanos y directivos laicos sobresale en buena medida, el espacio y dedicación a la Entrevista personal y a las Reuniones comunitarias durante las visitas. Finalmente se destaca también la mención a tu presencia y relación con los Hermanos.
Sería largo enumerar más logros tanto a nivel de relaciones personales como organizativas, sólo añado lo que conseguiste con los miembros de tus Consejos, nos integraste como una verdadera comunidad de vida, un verdadero equipo de trabajo y de servicio para nuestra Provincia; y en el último instrumento de evaluación citado se reconoce al Consejo Provincial el haber formulado y puesto en práctica el Plan Pastoral Provincial así como su servicio de liderazgo realizado de acuerdo a principios y valores.
Gracias por todo, Quique y especialmente por el cariño a la provincia manifestado también en tu informe donde nos trazas líneas de acción a través de la visualización de tus sueños en torno a cada una de las llamadas del XX Capítulo General.
Gracias por tus mensajes escritos en las cartitas posteriores a las entrevistas, marcadas con palabras de agradecimiento, de reconocimiento a cada una de nosotros. Personalmente, que he convivido mucho tiempo contigo en tu comunidad y como compañero en el Consejo, te reconozco como un hombre de Dios, un hombre de gran corazón, con una vida austera y el Provi de los cuentitos y de la “manita” que acoge a cuantos se acercaban a ti.
Que Jesús y María te sigan bendiciendo y puedas continuar sirviendo a tus Hermanos con los dones recibidos, en las nuevas misiones que te esperan…”
Nos unimos a tu expresión: Por todo lo pasado, GRACIAS, Por lo que viene, SÍ
Mi palabra de acción de Gracias a la acción de Dios presente en la formación de mi hogar familiar, construido por mis padres con un alto ambiente cristiano, lleno de amor al trabajo y respeto mutuos. Gracias a la presencia de mi madre, y al recuerdo de mi padre en el cielo desde hace 32 años, gracias a la presencia de mis hermanos, sobrinos y demás familiares y amigos; a tantos colaboradores laicos que con su presencia y mensajes de apoyo me impulsan a seguir por el camino de la entrega a la misión que hoy se me encomienda.
MENSAJE PERSONAL
Gracias también, Hermanos por su confianza al seleccionar mi nombre para colaborar conjuntamente con TODOS en el caminar de nuestra Provincia.
A través de la lectura de Don Nacho Martínez escuchamos el comunicado de nuestro Superior General anunciando el nombramiento, ahora les comparto algunas reflexiones sobre mi experiencia personal ante este acontecimiento.
Después de haber aceptado participar en la terna de candidatos, ingenuamente pensando que los resultados estadísticos seguirían favoreciendo la nominación de uno de los otros dos de mis colegas; y después de haber expresado esta idea ante algún grupo de personas, sabiamente uno de nuestros maestros, me hizo notar que Dios no sólo juega con la estadística, sino con los designios que tiene sobre todos nosotros.
Qué palabras tan oportunas escuché en ese momento por lo que reconozco que me queda mucho por “aprender a obedecer a una lógica misteriosa del Dios que tiene proyectos totalmente alternativos a los nuestros e indica caminos que se elevan por encima de nuestros caminos” (Is. 55, 8-9).
En la lectura de la comunicación a la Provincia encontramos también los grandes retos personales y organizacionales que mis cohermanos de la provincia expresaron al emitir su voto. La tarea propuesta por todos es ambiciosa, creo que ninguno en particular podría afrontarla completamente. Para atenderla es imprescindible la integración de TODOS en un gran equipo, cohermanos, colaboradores laicos, amigos y juntos tener muy presentes las palabras del Señor al profeta Elías, recordándonos que no estamos solos:
“No temas, pues yo estoy contigo; no mires con desconfianza, pues yo soy tu Dios; yo te he dado fuerzas, he sido tu auxilio, y con mi diestra victoriosa te he sostenido. Yo, Yahvé, soy tu Dios; te tomo de la mano y te digo: No temas, que yo vengo a ayudarte”. (Is. 41, 10)
Y el apóstol San Pablo también nos ofrece una guía iluminadora en nuestra gran tarea:
“Te basta mi gracia, mi mayor fuerza se manifiesta en la debilidad…” (II Cor. 12, 9-10)
En este mismo sentido les participo haber vivido la experiencia rarámuri del cambio de bastón de mando, en un domingo del pasado mes de noviembre en la comunidad de Pawichiqui, acompañados del H. Alfredo, superior regional de nuestra obra en Tarahumara, de Quique y de varios voluntarios.
En la celebración organizada por nuestro hermano Alfredo con los gobernantes de dicha comunidad, donde una cruz de madera es el centro y ante la cual se ofrecen las ofrendas del tesgüino (bebida), el tonari (carne de chivo cocida), hacia el caer de la tarde y ante una gran comunidad de rarámuris el gobernador nos invita a realizar la ceremonia del cambio de bastón de mando. Primeramente damos vueltas a la cruz y girando sobre nosotros mismos, simbolizando con ello alejar los malos espíritus. Posteriormente y poniéndome de rodillas, el gobernador toma el bastón con el que marca círculos en ambos sentidos sobre mis espaldas, simbolizando también que el espíritu del mal se aleje y deje espacio al espíritu del bien, que sea quien me acompañe y fortalezca en la nueva misión.
Este es el sentido de portar hoy el bastón de mando, recordar el simbolismo y mensaje manifestado por dicha comunidad rarámuri, donde como Hermanos Maristas, hemos querido estar presentes acompañando, trasmitiendo y haciendo vida con ellos y en su cultura los valores del evangelio. Ello lo he aceptado como un llamado muy fuerte a percibir y comprender la diversidad y retos para llevar a cabo el sueño de Marcelino en el mundo de hoy y en las diferentes culturas donde estamos presentes.
TAREAS Y SUEÑOS.
En gran medida los sueños asumen los mencionados por todos nosotros en la carta de realización del sondeo.
Quiero invitarlos a unirnos para trabajar sobre lo que más nos preocupa, colaborando fuertemente para buscar respuesta a nuestras profundas interrogantes reflexionadas los días anteriores inspirados por la carta circular del H. Seán, y las expreso como mi credo de compromiso ante esta gran asamblea:
Creo y me comprometo con el sueño y el carisma de Marcelino, dispuesto a dedicar tiempo y esfuerzos a hacerlo realidad entre nosotros, de una manera adecuada a las necesidades de hoy.
Creo y estoy convencido de que la revitalización de nuestro estilo de vida es posible,
Creo sinceramente que los pequeños hermanos de María tenemos un futuro viable y vital en el México de hoy.
Los invito a unirnos a gastar energías y asumir los riesgos que estamos dispuestos a afrontar durante los años que se avecinan y van a estar determinados, en buena medida, por la respuesta que demos a estos temas.
El ejemplo de las congregaciones que han experimentado uno o más renacimientos a lo largo de su historia puede alentarnos en esta tarea. Estos grupos vieron una visión inspiradora, hubo voces proféticas entre sus miembros y los dirigentes estaban llenos de esperanza.
Gracias a estos factores, los implicados tuvieron la valentía necesaria para responder a 3 retos:
· Iniciar un cambio profundo en los corazones, a partir de un nuevo impulso de fe, caminando hacia una mayor centralidad en Cristo Jesús.
· Redescubrir el carisma fundacional del Instituto, oculto tras la maraña acumulada por la historia.
· Acertar a dar una respuesta transformadora a los signos de los tiempos.
Recuperemos la dimensión mística y tengamos una fuerte experiencia de Dios, que fundamente y renueve nuestra espiritualidad liberadora, encarnada e inculturada, redefina y fortalezca nuestro caminar en la misión.
Asumamos conjuntamente esta gran tarea, es necesario que se transparente la alegría en nuestra vida y en la misión de los que nos hemos comprometido a ser hermanos de Marcelino, y asumiendo también el lema de nuestro Capítulo provincial “la esperanza la construimos todos”.
“Porque creemos que, lo mismo que María hizo con Jesús,
PARA EDUCAR A LOS JÓVENES Y NIÑOS PRIMERO HAY QUE AMARLOS,
Y AMARLOS A TODOS POR IGUAL,
Deseamos a todos, hermanos y familiares, colaboradores y amigos que la Navidad nos permita experimentar esta misión teniendo a MARÍA COMO MODELO
Feliz Navidad y que el Año 2004 Llegue colmado de la presencia de Jesús en nuestras vidas.
De parte de su servidor y de todos los HH. Maristas de México Occidental”
Muchas gracias