Pasaba
y, sin querer, miré por la ventana,
me gustó lo que vi, quizá, no lo esperaba,
sentimientos, belleza, ternura y añoranza,
con palabras sencillas, el texto salpicaba.

Me
detuve un momento y me quedé enganchada,
descubriendo rincones, escudriñando el alma
que ha trocitos veía asomarse callada,
susurrando secretos y sueños que guardaba.

Despertaron
recuerdos de experiencias pasadas,
agitando sentidos, removiendo las aguas
de mares de alegrías y ríos de nostalgia,
inundando las horas que leyendo pasaba.

Fue
la imaginación, la que no entiende nada
que no pueda plasmar en imagen humana,
la que no pudo ver con los ojos del alma,
convirtiendo en figura la belleza que hallaba.

Fue
la imaginación, ilusa y alocada,
la que le dio la forma, la que soñó la cara,
la que ideó los ojos e inventó la mirada,
construyendo una imagen a partir de la nada.

Y
me encontré soñando con alguien, que no estaba
sino en mi pensamiento, con imagen trucada.
RIA
(Mayte) 
