La REFLEXOLOGÍA PODAL, sirve igualmente como medio de diagnosis,
pero además goza de destacadísimas propiedades terapéuticas;
funcionando a través del sistema nervioso, del que se sirve para
hacer aparecer múltiples reacciones reflejas. Nuestros pies son
muy sensibles, debido a la gran cantidad de terminales nerviosas de que
están dotados, lo que permite la aparición de PUNTOS REFLEJOS.
Un PUNTO REFLEJO, es la forma que tiene el cuerpo de "avisar" externamente, una disfunción interna, volviendose dicho punto, doloroso a la presión. Manipulándolos puntual y adecuadamente, entran en acción impulsos nerviosos creando una "comunicación" entre el Punto Reflejo y su órgano correspondiente alejado del mismo.
Cuando se activan los puntos reflejos de los pies, automáticamente aparecen las respuestas en los órganos y glándulas relacionados con ellos, estimulándolos e influenciándolos de forma positiva hacia su curación.
La REFLEXOLOGÍA PODAL tiene en cuenta al hombre como un SER TOTAL;
que cualquier disfunción en alguna de sus partes afecta a todas
las demás, por lo que su objetivo primordial es ayudar a este SER
TOTAL a SANARSE y ARMONIZARSE a SÍ MISMO.