Entrevista con Luis Lesur

Presidente del CMIG

Quisiera empezar con la pregunta mas obvia: ¿Qué es la astrología?

Tal vez sea la pregunta mas obvia, pero desde luego no es la más fácil de responder. En primer lugar hay que señalar que existen distintas tradiciones astrológicas y que cada una tiene su grupo de definiciones pertinente. Yo únicamente mas puedo hablar desde la tradición astrológica occidental y como esta se percibe a sí misma al finalizar el siglo XX. Es probable que algunas de las cosas que diré las hubieran podido asumir como propios astrólogos de otras épocas o latitudes, pero prefiero circunscribir explicitamente el ámbito de mis respuestas a nuestro tiempo y cultura.

Te daré dos definiciones, las mas generales en las que puedo pensar y que siento que son complementarias.

La primera sería:

La astrología es la disciplina que estudia las correlaciones entre los fenómenos celestes y la vida en la Tierra.

Y la segunda:

La astrología es un lenguaje, a la vez que una poética, que parte de un conjunto de símbolos-metáforas celestes para ofrecernos un sistema singular de vasos comunicantes desde el cual obtenemos una perspectiva peculiar (y pontencialmente creativa) para explorar y reflexionar sobre el mundo y la conciencia.

Sé que lo que acabo de decir es tan general y abstracto que se presta para casi cualquier interpretación, pero la astrología misma es así. Hace poco fui invitado a un congreso de astrólogos en Atlanta, todos usabamos los mismos signos del Zodíaco y los mismos planetas, pero en un sin número de casos hubiera sido imposible el más mínimo acuerdo. En última instancia aún en nuestro tiempo y cultura hay muchísimas astrologías. No soy el único astrólogo al que le gustaría desvincularse de los horóscopos del periódico, la radio o de los personajes pintorescos que salen en la televisión. Sin embargo eso también es astrología, una forma extremadamente simple de la misma, pero que se apega, nos guste o no, a la segunda definición. Es como si un Chef especialista en repostería se negara a admitir que los Pingüinos Marinela son pasteles. Lo que es injusto es hacer un juicio de valor sobre la repostería basándonos en lo que venden en la miscelanea.

Ya que has mencionado los horóscopos de los periódicos y de los medios electrónicos. ¿Nos puedes comentar un poco mas sobre ellos?

Claro que sí. Primero quisiera hacer una precisión de carácter técnico: la palabra horóscopo es de orígen griego y quiere decir "marcador de la hora" (aunque hay quienes traducen erroneamente como "observar la hora"). Y en la antigüedad clásica era el término con el que se conocía a lo que ahora llamamos "ascendente". Ya en la etapa árabe y en el medievo europeo la palabra "horóscopo" se convirtió en sinónimo de "carta astral" que es el uso que se le continúa dando hasta la fecha entre los astrólogos. Así que la palabra tiene dos asepciones y es a la popular a la que nos referiremos en este momento.

Los horóscopos, como los ha popularizado la prensa, son de orígen relativamente reciente. Los inventa el astrólogo inglés R. H. Naylor en 1930 para el Sunday Express. Antes de eso la prensa y los almanaques, que son sus antecesores, publicaban columnas muy leídas donde hablaban de días fastos y nefastos en general, para todas las personas. Sin embargo en el Sunday Express alguien tuvo la brillante idea de preguntarse si había manera de personalizar un poco esas predicciones para que resultaran de mayor interés. Naylor pensó que la única forma de hacerlo era de acuerdo con el día y el mes de nacimiento de los lectores, ya que esta es una información a la que casí todos tienen acceso. De esta manera la personalización de las predicciones consistió en dividir en doce grupos a la población de acuerdo con su signo solar.

En la actualidad la inmensa popularidad de este tipo de astrología hace que resulte importante analizarla desde varios puntos de vista. Desde la perspectiva astrológica lo primero que hay que subrayar es que idealmente quienes escriben esas columnas si se basan en consideraciones astrológicas. Claro, una gran cantidad de publicaciones, sobre todo en México, hace trampa y pone a cualquier redactor a escribir lo que se le ocurra. En muchas ocasiones ni siquiera un astrólogo notaría la diferencia y esto solo nos habla de lo extremadamente pobre que es ese tipo de astrología. Creo que en el peor de los casos se trata solo de un género inofensivo de literatura chatarra y en el mejor de una manera legítima de comenzar a preguntarse sobre el problema de la identidad. Para mí, y sé que para muchos astrólogos en todo el mundo también, las características de los signos en la literatura popular fueron la puerta de entrada a la astrología que pedantemente llamaré "seria". Para la gran mayoría de mis clientes ocurrió lo mismo.

¿Y que me dices de los horóscopos por computadora?

De ellos puedo comentar dos cosas, la primera es que qué tan buenos o malos sean depende del astrólogo que los haya escrito, así que hay de todo. Conozco algunos de gran calidad redactados por astrólogos sumamente sencibles y sobre todo buenos escritores, pero hay otros malísimos.

Lo segundo que puedo decir es que hay que considerarlos como un paso mas arriba respecto a los horóscopos de los periódicos y no como algo que pueda o pretenda sustituir a una consulta con un astrólogo calificado. Por sofisticado que sea el programa de computadora lo único que va a hacer es calcular una carta natal, identificar sus elementos y escoger los archivos de texto correspondientes a esos elementos. Por lo que siempre tendremos párrafos inconexos alineados uno detrás del otro sin que haya la menor posibilidad contextual o de síntesis.

Lo que nos lleva a la astrología seria. ¿Qué es una carta natal y para que sirve?

Una carta natal u horóscopo (en la acepción "seria" de la palabra) es la herramienta básica y central de la astrología. Se trata de un mapa del cielo para un momento y lugar determinados. Este mapa está compuesto por los signos del Zodíaco, los planetas (incluidos el Sol y la Luna) y las casas, que son doce divisiones del cielo ancladas en el horizonte y el meridiano del lugar. Para levantar uno horóscopo se necesita información astronómica precisa. Afortunadamente para quienes no tenemos facilidad para las matemáticas hay gran cantidad de libros de tablas de posiciones y logaritmos que reducen el trabajo del cálculo a una serie de sumas y restas sencillas. Y desde luego hay montones de programas de computadora que nos dibujan el mapa con gran precisión dejandolo listo para la interpretación.

Esa fue la parte fácil de responder de tu pregunta. Qué es una carta natal desde un punto de vista simbólico tal vez solo se pueda responder con una serie metáforas: La bóveda celeste vuelta espejo de nuestro rostro, un mapa de carreteras de nuestra psique, el cielo nocturno interior, nuestro canon privado de mitos griegos.

Lo que puedo decirte es que se trata de una de las herramientas más poderosas para el autoconocimiento que ha creado el hombre. Su utilidad es amplísima, pero sobre todas las cosas sirve para auxilirnos en la toma de decisiones complejas para las que en última instancia no hay una respuesta correcta y otra incorrecta y que requieren de cierto grado de lucidez respecto a quienes somos y en que momento de nuestra vida nos encontramos.

¿Puedes ser un poco mas específico?

Si claro. Escoger una carrera, aceptar un trabajo, comprometernos con una pareja, cambiar de lugar de residencia y tantas y tantas decisiones que tenemos que tomar a lo largo de la vida que casi nunca tienen una respuesta que sea "La Respuesta Correcta". Es en esos caso donde un astrólogo nos va a ayudar a tener claro qué ganamos y qué perdemos con cada una de las alternativas que se nos presentan, de acuerdo con nuestras propias necesidades desde luego. Toda decisión vital implica siempre ganar algo y perder otra cosa, no podemos escapar de eso. Al mismo tiempo todos tenemos necesidades y aspiraciones contradictorias y cada una debe de ser honrada y atendida plenamente en lugar de buscar una especie de promedio estadísitco de nuestra personalidad.

Lo que dices suena muy bien, muy constructivo, pero conozco muchos casos de personas que han salido aterradas de una consulta astrológica.

Como toda herramienta poderosa, la astrología puede resultar muy peligrosa si no se utiliza con sencibilidad, precaución y sentido común.

Una carta natal, al contrario a lo que muchos piensan, no se lee, sino que se interpreta y siempre te la va a interpretar "alguien". El astrólogo y su carga psicológica son algo que no puede ser borrado de la ecuación. Siempre hay que fijarse quién nos dice las cosas. Un error común es pensar que la astrología es un asunto técnico y que si se domina lo que dijo Liz Greene en su último seminario o Wite en la Alemania de los 20s o Bonatti en la Italia del siglo XIII, entonces ya somos buenos astrólgos. Es un error reducir la astrología a la capacidad para seguir ciertas reglas ya que no es tu cabeza lo que te vuelve buen astrólogo, sino tu corazón. Es mil veces preferible un astrólogo que maneje un número limitado y poco sofisticado de elementos astrológicos pero que esté genuinamente interesado en ayudarte, a un gran conocedor de todos los rincones del arte que tenga serios problemas personales sin resolver. En última instancia la sencibilidad moral y la sabiduría son cualidades de las personas, no de la astrología, ni cualquier otro saber o disciplina.

La funcion de un astrólogo es ayudar, no impresionar. El problema es que la astrología es una herramienta tan poderosa que resulta fácil caer en la tentación de impresionar o jugar a dios. Quienes nos dedicamos a esto somos tan vanidosos como el que mas. Tengo la firme creencia de que cualquier astrólogo que trabaje con personas debe de haber pasado por un proceso profundo (y largo) de terapia. Todos los buenos astrólogos que conozco lo son por sobre otros que saben quizá mas, porque se han respondido a sí mismos con honestidad la pregunta: ¿Qué es realmente lo que estoy buscando al interesarme en la astrología?

Por ejemplo, por una razón que desconozco, es extremadamente común que los astrólogos tengan severos problemas en sus relaciones personales. Cuando los consultantes preguntan sobre sus parejas las respuestas son, por lo mismo, casi siempre descorazonadoras. Claro, los clientes también tienen cierto grado de responsabilidad en esto. A mí me ha sucedido con frecuencia que después de pasar una hora analizando con un cliente la situación de su relación de pareja, al final me pregunta "¿pero me voy a divorciar o no?", Yo le digo: "esa es una decisión tuya, no mia", y me responde: "si, claro, ya lo sé"; sin embargo a la hora de irse muestra cierta disilusión; en realidad lo que quería era evitar la responsabilidad de tomar la decisión por sí mismo.

La astrología es un instrumento increiblemente preciso para el diagnóstico de problemas como el anterior. Un astrólogo capaz te ayudará a aclarar una situación terriblemente confusa donde afectos diversos, aspiraciones, necesidades, lealtades y muchas cosas mas estén enmarañadas mejor y más rápido que un psicoanalista u otro terapeuta. Que sea capaz de hacer eso es ya extraordinario, pero muchas personas quieren mas, sus expectativas son exageradas, quieren que después aclararles las cosas, decidas por ellos. Esto es lo que un astrólogo debe evitar a toda costa pues ahí su juicio es tan bueno como el de cualquier persona y le robaría a su cliente la dificil dignidad de responsabilizarse por su vida. Y mira que estando ahí la tentación de decirles lo que quieren oír es muy grande.

¿Cómo podemos entonces confiar en la astrología si dos astrólogos pueden decir cosas tan distintas a partir de la misma carta natal?

Podemos pensar en la psicología, la sociología, la economía y tantas otras diciplinas sociales que consideramos útiles y cuyos expertos partiendo de los mismos datos llegan a conclusiones distintas. La utilidad de la ciencia médica no puede ser puesta en duda a pesar de que sea tan común hablar de "una segunda opinión" respecto a un diagnóstico. Esta inconsistencia, por llamarla de alguna manera, se debe a que todas estas diciplinas no son ciencias en el sentido moderno y limitado del término. La medicina actual, por ejemplo, se apoya en ciencias como la química, la biología, la fisiología y tecnológías como rayos X, scanners, lasers, por mencionar solo algunas de las más modernas, pero es una falacia decir que un diagnóstico o un tratamiento son "científicos", lo correcto es decir que están apoyados en una o varias ciencias. Y aún así hay segundas opiniones. A pesar de eso la medicina moderan es digna de nuestra confianza, pero te diré una cosa: me gustaría saber cual sería el estado actual de la astrología si la mitad de una centésima parte del dinero invertido en la investigación médica se pudiera invertir en la investigación astrológica.

Yo he sabído de astrólogos que le dicen cosas a sus clientes como: "en marzo del próximo año te vas a divorciar". Y efectivamente la persona se divorcia. ¿Cómo es que un astrólogo puede predecir eso?

En realidad ningún astrólogo puede "predecir" un divorcio. Aunque desde luego la astrología es una disiplina orientada eminentemente hacia la predicción. Quizá sea más fácil de entender esta aparente paradoja con un ejemplo. Sigamos usando nuestro hipotético divorcio.

Vas con un astrólogo y te dice que en marzo próximo te vas a divorciar. Tu matrimonio esta en apariencia bien, pero como te describió varias cosas de tu vida con bastante precisión, estás preocupada. Decides buscar nuestra famosa segunda opinión (cosa que en realidad casi nadie hace). Este nuevo astrólogo también te hace una predicción vinculada con una crísis de pareja en marzo próximo, pero lo que te dice es algo así como lo siguiente:

"Toda pareja necesita construir rituales cotidianos a traves de los cuales relacionarse. Estos nos permiten sentirnos seguros, sabiendo que esperar y como reaccionar frente al otro". "La espontaneidad mantiene viva una relación, pero la hace inestable, los rituales cotidianos la vuelven estable, pero la pueden paralizar". "Es muy factible que tú y tu marido hayan cambiado mucho desde la última vez que se encontraron frente a frente de forma no ritualizada". "Poco a poco está llegando el momento en que los rituales que hacen posible la relación se hayan agotado. Es probable que en marzo algo detone el que finalmente estos resulten insuficientes; entonces tendrán que verse uno frente al otro de forma nueva y esto será desde luego algo muy perturbador". "Les puede o no gustar lo que encuentren. Pueden o no hacer nuevas concesiones, un nuevo pacto, establecer nuevos rituales". "Se trata de una crisis potencialmente peligrosa, pero también creativa, cómo la asimile su matrimonio depende en última instancia de la flexibilidad, apertura y, a fin de cuentas, del amor que se tengan". "Por qué no tratan desde ahora de revisar los roles que cada uno se ha construído y ver que se ha agotado en ellos. Desde este punto de vista la crisis de marzo podría verse como la oportunidad para una nueva fundación".

El primer astrólogo puede predecir con éxito tantos divorcios porque desafortunadamente es mas seguro apostar por la inflexibilidad, la cerrazón y la falta de amor. Sin embargo este mismo astrólogo está quitando de las manos de la pareja el poder de decidir su situación y por lo tanto la dignidad de ser dueños de su destino. Mientras que el segundo, haciendo una predicción de alguna manera mas precisa, está al mismo tiempo dandoles elementos para hacer algo y poder tener el destino en sus manos. Casos como los de los astrólogos que predicen divorcios nos muestran cuantas personas enfermas de vanidad se dedican a esto.

Cambiando de Tema ¿Qué se nesecita estudiar o cómo prepararse para volverse un astrólogo?

Primero que nada tienes que tener claro por qué te quieres convertir en astrólogo. Espero que no sea por el dinero, ya que ni los tres o cuatro astrólogos mas exitosos del mundo son ricos. La única manera de hacer dinero en esto es convertirse en un personaje como Walter Mercado y poner una compañía de psíquicos por teléfono. Y aún así quien sabe.

Pero supongamos que por una u otra razón, el dinero no es realmente un problema. En México tienes dos opciones, o tomar clases particulares o ser autodidacta. Las clases suelen tener la ventaja de que el material se presenta en cierto orden y te obliga a estudiar aún temas que no te resultan particularmente interesantes. El problema principal de las clases es caer en las manos incorrectas. No sólo es común encontrar dando clases a personas cuyos conocimientos son muy rudimentarios, parece ser la norma. Es conveniente averiguar bien las credenciales del maestro antes de tomar una decisión. Siempre es bueno tener como maestro a alguien que tenga algunos años de experiencia práctica y capacidad y paciencia para explicar. Pero si hay que escoger entre alguien que sabe mucho pero no habla bien y alguien que no sabe tanto pero que explica bien, quedémonos con el segundo.

Otra cuestión que no hay que perder de vista es que quienes toman clases particulares tienden a leer menos. Dos horas a la semana de clase, aun que sea a lo largo de muchos años, jamás te dará suficiente material. Hay que leer y leer y leer. Al menos treinta o treinta y cinco libros, sin contar con los de consulta. Pero esto se refiere solo a la astrología y un astrólgo debe de ser alguien con una cultura general extensa; sin una cosmovisión amplia se será incapaz entender y presentarle opciones a nadie. Freud, Jung y Campbell para empezar, pero ¿cómo acercarse a la naturaleza humana sin Cervantes, Dostoievsky o Flaubert? Si Picasso no te dice nada, dificilmente vas a poder entender los predicamentos de tu vecino. El arte refleja el alma humana, la astrología nos da herramientas para entenderla. No debemos olvidar que nuestra asesoría es lo mas parecido a una guía espiritual a lo que tendrá acceso mucha gente.

Luego está el asunto terriblemente importante de la terapia, que ya había mencionado antes, y desde luego la meditación. Hay muchas formas de meditación y casi cualquier escuela de astrología en el extranjero requiere a sus alumnos la práctica de alguna. Yo creo que esto es necesario por varios motivos. Primero, hay algunos conceptos astrológicos que no pueden ser realmente entendidos si no se tiene la experiencia de la meditación. Segundo, vamos a ser incapaces de experimentar el lenguaje astrológico como una totalidad en nuestras vidas cotidianas si no encontramos ese centro que solo da la meditación. Tercero, antes o durante las consultas puede haber momentos emocionalmente tumultuosos y el practicar aunque sea 10 minutos al día de meditación nos permite mantener el equilibrio a pesar de ellos.

No diré mas, porque creo que el tema da para otra larga plática.

Para terminar ¿Cómo funciona la astrología? ¿Por qué es que los planetas en el cielo están vinculados con nuestras vidas? En otras palabras: ¿Cuál es el mecanismo a través del cual ejercen su influencia sobre nosotros?

La respuesta directa y simple a eso es: no tengo la menor idea y dudo mucho que alguien lo sepa. Sin embargo quisiera hacer algunos comentarios al respecto. Una noción central al pensamiento astrológico es que el tiempo no es homogéneo, ni tampoco el espacio. Cada instante, para un astrólogo, tiene una cualidad única. De esta manera podemos pensar que los planetas físicos que están en el espacio, no nos influyen, sino que los utilizamos como a las manecillas de un reloj o las hojas de un calendario, para ubicarnos en el tiempo; esto es, nos ayudan a atrapar las cualidades de un momento, el instante en que naciste por ejemplo. Pueden existir otras explicaciones al llamado efecto astrológico, algunas de ellas mas cercanas al paradigma científico pero lo que acabo de decir no sería invalidado por ellas. Creo que algo que es necesario para entender mejor la realidad es comenzar a olvidar la idea aristotélica de la causa eficiente. Ninguna explicación de un fenómeno, por convincente que sea, descalifica automáticamente explicaciones paralelas y aún contrarias. Cualquier punto de vista que pretenda monopolizar la verdad, empobrece a la realidad.

Quisiera concluir diciendo que la naturaleza del vínculo entre la matemática y la realidad es algo igual o más misterioso que el que tienen los planetas con la misma. Es cierto, los números nos dan poder sobre la realidad, no sabemos por qué. Y de manera automática hacemos la ecuación: poder = comprensión. Ecuación que yo pondría en duda: repito algo que dije al principio, la moral, la sabiduría y el sentido común son cualidades de las personas, no de las disciplinas. La astrología, o cualquier otro sistema de símbolos para el caso, nos ofrece comprensión, sin poder sobre la realidad o con muy poco y, desde luego, de la comprensión también se puede abusar. Yo no estoy en contra del poderoso lenguaje de la ciencia, eso sería imbécil, pero creo que la vida puede ser mucho más rica gracias a los símbolos.


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