¿Que es Internet?

 

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La red ARPAnet El protocolo TCP/IP La caida de ARPAnet El crecimiento de la red

 


Todo el mundo habla de Internet; igual podemos encontrar referencias en un libro de marketing como en una revista del corazón o en una película, e incluso descubrir que el mismísimo Papa ha trasladado su tarea evangelizadora a esta púlpito digital. ¿Qué tiene de especial esta «red de redes» para atraer tan poderosamente la atención?

Hace no muchos años la palabra Internet pertenecía al vocabulario de un selecto grupo de personas que tenían el privilegio de poder acceder a esta red global de información. Estos personajes, normalmente profesionales o estudiantes de informática, disponían de conexiones bastante lentas y una gama de servicios mucho más reducida que la actual, y desde luego muchísimo menos amistosa para el usuario.

En aquellos tiempos heróicos de interfaces de texto, oscuros comandos de Unix y un ancho de banda espartano ya se empezaban a entrever las posibilidades de esta red. Los primeros pasos para la creación de la «red de redes» los dió el gobierno de los Estados Unidos como resultado de un programa de protección de datos importantes de instituciones militares y universidades del país.

Internet constituye una fuente de recursos de información y conocimiento compartidos a escala mundial. Es tambien la vía de comunicación que permite establecer la cooperación y colaboración entre gran número de comunidades y grupos de interés por temas específicos, distribuidos por todo el planeta.

En Internet es posible encontrar toda clase de software para una gran variedad de ordenadores y sistemas operativos. De modo sencillo se puede establecer una conexión con alguno de los miles de ordenadores dedicados a proveer, de forma gratuita, los ficheros que poseen. Así pueden copiarse programas de uso público, de shareware y aplicaciones comerciales para evaluación, incluidos juegos de ordenador. Los fabricantes de hardware suelen tener servidores donde es posible obtener actualizaciones de los controladores (drivers) de sus productos.

A través de Internet pueden consultarse los catálogos de las bibliotecas más importantes del mundo, acceder a bases de datos con los temas más diversos y transferir copias de los documentos encontrados.

Es posible visualizar y copiar ficheros de imágenes con fotografías de todo tipo o reproducciones de cuadros. Pueden hacerse cosas como conversar a tiempo real. Dos personas, separadas por miles de kilómetros de distancia, pueden comunicarse a traves de Internet escribiendo en el ordenador.

No solamente es posible obtener información o utilizar algún tipo de servicio. El usuario también puede ofrecerlos si lo desea. Una de las formas más sencillas es participar de un grupo de noticias o de una lista de correos. Los artículos que allí se envíen serán distribuidos automaticamente entre todos los miembros de la lista, y éstos pueden ser miles repartidos por todo el mundo.

La lista de cosas que pueden hacerse o conseguirse a través de Internet sería interminable. Lo que se busque o se encuentre depende en gran medida de los intereses particulares y de la ocupación de cada uno, resultando imposible dar una imagen de ello en unas cuantas líneas. Lo mejor es que cada uno explore por si mismo y descubra lo apasionante que puede resultar un viaje a través de las autopistas de la información, un viaje por Internet.

La red ARPAnet

Para evitar que un ataque nuclear pudiera dejar aisladas a las instituciones militares y universidades, en 1969 el ARPA (Advanced Research Projects Agency), una agencia subsidiaria del departamento de defensa de los Estados Unidos, desarrolló una red denominada ARPAnet basada en el protocolo de intercambio de paquetes.

Un protocolo de intercambio de paquetes es un sistema que divide la información en partes y las envía una por una al ordenador de destino con un código de comprobación. Si el código de comprobación no es correcto se solicita al ordenador de destino que vuelva a enviar los paquetes corruptos.

La ventaja de este sistema de transmisión es principalmente su fiabilidad de los datos, independientemente de la calidad de la línea utilizada. Los datos llegan incluso si no funcionan o son destruidos parte de los nodos de la red, factor que influyó decisivamente para su adopción por parte del gobierno norteamericano.

Otra ventaja es que este tipo de sistemas permite distribuir más fácilmente los datos, ya que cada paquete incluye toda la información necesaria para llegar a su destino, por lo que paquetes con distinto objetivo pueden compartir un mismo canal.

Además es posible comprimir cada paquete para aumentar la capacidad de transmisión o encriptar su contenido para asegurar la confidencialidad de los datos. Estas virtudes han asegurado la supervivencia de los protocolos desde las primeras pruebas realizadas en 1968 por el Laboratorio Nacional de Física del Reino Unido hasta nuestros días.

El primer protocolo utilizado por ARPAnet fue el denominado NCP (Network Control Protocol), que se empleó en la red hasta 1982, año en el que se adoptó el protocolo TCP/IP procedente de los sistemas Unix que empezaban a ejercer un silencioso dominio dentro de ARPAnet.

TCP/IP

El protocolo TCP/IP (Transmission Control Protocol/Internet Protocol) proporciona un sistema independiente de intercambio de datos entre ordenadores y redes locales de distinto origen, conservando todas las ventajas que hemos mencionado de los protocolos de transmisión de paquetes. Este protocolo ha evolucionado hasta nuestros tiempos a pesar de que han aparecido otros como el ATM (Asynchronous Transfer Mode), que han demostrado ser más potentes pero menos difundidos.

El TCP/IP permite asignar un identificador numérico de cuatro números (del 0 al 255) a cualquier ordenador conectado a la red (en el caso de Internet a cualquier ordenador del mundo), proporcionando una dirección única a cada sistema, lo que permite un intercambio fiable de datos sea cual sea la línea que utilicemos.

Uno de los inconvenientes de estas direcciones IP es su complicada memorización por parte de los usuarios. Para solucionarlo, se adoptó una tabla denominada «nombre de dominio» que traducía las direcciones IP a una serie de códigos más comprensibles.

De esta manera una dirección IP como «129.89.200.102» puede traducirse mediante la tabla de dominios en «merlin.nasa.gov». La primera parte del dominio indica el nombre de la máquina a quien corresponde la dirección IP; después viene el nombre de la organización a la que pertenece el servidor (en este caso la NASA); mientras que en tercer lugar podemos encontrar un código que puede referirse al tipo de organización a la que pertence el sistema o al país donde resíde. Así, tenemos códigos como «.gov» (organismo gubernamental), «.edu» (universidades o centros educativos), «.com» (redes comerciales pertenecientes a empresas) o códigos de países como «.it» para Italia o «.es» para España.

En 1969 el ARPA instaló el primer servidor de información en un ordenador Honeywell 516 que incorporaba nada menos que 12 Kbytes de memoria. Pronto se añadirían otros servidores por parte del instituto de investigación de Stanford (SRI), de la UCSB (Universidad de California en Santa Barbara) y de la universidad de Utah que formaron los primeros nodos de ARPAnet.

Sin embargo, la red Internet como «red de redes» no comenzó a funcionar hasta después de la primera conferencia de comunicaciones por ordenador en octubre de 1972. En esta convención ARPAnet presentaba una red de 40 nodos y se propuso su conexión con otras redes internacionales. Representantes de varios países formaron así el INWG (Inter Network Working Group) para establecer un protocolo común con el ARPA, empezando a dar forma lo que hoy en día conocemos por Internet.

La caída de ARPAnet

Con el tiempo ARPAnet fue sustituida por NSFnet, la red de la fundación nacional para la ciencia de EEUU, como organismo coordinador de la red central de Internet que en breve también será sustituida quizás por un organismo privado.

Desde los primeros pasos de ARPAnet hasta hoy en día la red ha sufrido pocos cambios comparado, por ejemplo, con los avances de la informática. Los cambios más drásticos se han producido en la infraestructura de la red, aumentando la velocidad de transmisión hasta permitir el funcionamiento de aplicaciones multimedia y la transmisión de vídeo o sonido en tiempo real.

También han sufrido cambios el tipo de servicios ofrecidos por Internet, ya que si bien las utilidades en modo texto han sobrevivido con dignidad hasta nuestros días, la verdadera estrella de la Red actualmente es la World Wide Web, un servicio de consulta de documentos hipertextuales que ha logrado una inmensa popularidad tanto entre expertos como entre profanos.

Uno de los cambios más espectaculares que ha sufrido Internet es el del número de usuarios. Desde los primeros tiempos de ARPAnet en los que tan sólo una decena de ordenadores y un centenar de usuarios tenían acceso a la red, hemos pasado a cifras importantes. Se calcula que existen aproximadamente unos cuatro millones de sistemas conectados actualmente a Internet, facilitando acceso a unos 50 millones de usuarios en todo el mundo.

El crecimiento de la red

Estas cifras son aún más sorprendentes si consideramos que el crecimiento actual del censo de usuarios de Internet es aproximadamente de un diez por ciento mensual. Según estas estimaciones, en el año 2000 el número de personas conectadas a la Red podría superar los trescientos millones.

Estas cifras indican, por ejemplo, que en el siglo XXI los usuarios de Internet podrían alcanzar en número a los que ven televisión actualmente. En resumen, Internet se está convirtiendo en una realidad de nuestro tiempo y puede provocar una pequeña revolución en nuestra formade vida, del mismo modo que lo han hecho los teléfonos móviles o los discos compactos.

Este fenómeno ha atraído los intereses de multitud de empresas de todos los sectores, que ven en Internet un vehículo ideal para actividades comerciales, técnicas o de marketing, además de un medio de distribución directa de software y en general de información de todo tipo.