Las Penas de San Vicente

 
Jesús de las Penas: El Señor de Las Penas es una obra del círculo roldanesco. La imagen escenifica a Jesucristo en una de sus caídas. En el momento anterior a su caida total. Es el único nazareno, en una de sus caídas, que mira hacia un lado, su lado derecho. Para mucha gente, es el Cristo el que te mira. Es una imagen tallada en madera policromada, que se estima que es, como hemos dicho antes, del círculo de Roldán hacia 1700. Mide 1,34 m. de alto. La imagen fue tallada para una hornacina de una convento, el Convento Casa Grande del Carmen, que fue derrumbado. Ello nos responde la frontalidad del Cristo. La misma imagen tenía una gruesa túnica tallada, que fue mutilada, sobre todo en el cuello, cuerpo y mangas, para poder ser vestida. La figura cuenta con tres puntos de apoyo: el brazo derecho y las dos rodillas, mientras que lleva sobre el hombro y con el brazo izquierdo una magnífica cruz de plata y carey. Esta cruz se encontraba en Écija y pertenecía al Jesús Nazareno de esta población. En 1967 la compró la Hermandad. Esta magnífica cruz la hizo Juan Francisco de Pareja sobre 1734 y 35. Rafael Barbero Medina realizó, en 1980 una gran restauración de ensambles, que los resanó, repuso espinas perdidas, encarnó la nariz y limpió la frente y pabellones auditivos. (fotografía: Sevilla Penitente)

María Santísima de los Dolores: Esta magnífica imagen de Virgen suplicante con mirada al cielo es atribuida a Blas Molner en el S. XVIII, aunque carece de refrendo documental. Pero su estado era tan precario, que en 1965 Sebastián Santos realizó una importante restauración. Restauración en la que tuvo que sacar una copia para tenerla de reserva en caso emergente, pero agraciadamente no la tuvo que utilizar, salvando el carismático modelo original. Eleva su mirada a la eternidad, transida de angustia. Es aquí en la imagen en la que el puñal juega un importante papel. Símbolo de dolor: Virgen de los Dolores. Y hay veces que los nombres de algunas imágenes no corresponden a lo que estamos viendo, pero aquí sí. La policromía es obra de Sebastián Santos, es muy artística, juega con los matices pálidos (en las mejillas) y enrojece los pómulos. Esta bellísima imagen procesiona sobre un paso "catedralicio", con un ajuar muy refinado y aristocrático: Mayestático palio, estudiadas orfebrerías, costosos respiraderos, etc. Hay un gran clasicismo en su indumentaria. Suele llevar centros de claveles rojos en la peana, como evocación del Calvario y la sangre derramada por Dios. (fotografía: Sevilla Penitente)

Paso del Señor: Del clásico estilo barroco-rocalla. Está diseñado por Antonio Castillo Lastrucci e inspirado a su vez en el del Gran Poder (paso modelo de casi todos los pasos sevillanos). La ebanistería corresponde a Carlos Alba Lara; la talla y su dibujo pertenece a Antonio Vega Sánchez; los Evangelistas, ángeles y relives son de Barbero Medina, el que hizo la restauración de 1980; el dorado es de Luis Sánchez Jiménez. El paso está alumbrado por cuatro faroles (tambien inspirados en los del Gran Poder), de plata de ley que los hizo Manuel Villarreal Fernández. Festonean estas andas unos magníficos faldones-respiraderos sobre terciopelo, granate y malla con bordados de oro, diseñado por Cayetano González y bordados de Esperanza Elena Caro, autora de las sedas en jiraspes del apostolado, cuyas carnes en marfil son de Rafael Barbero, 1962. Parihuela 2,22 * 3,85 * 1,45 m.

Paso de la Virgen: Es de estilo plateresco. Moldurón en plata de ley de Jesús Domínguez Vázquez, con cartelas de escenas de la Virgen de José Zabala, 1970. Eduardo Seco Imberg hizo los varales, los magníficos faroles de cola y de entrevarales. La peana es de Andrés Contreras. Jesús Domínguez Vázquez hizo los faroles de la peana y los de la delantera del paso. Tambien hizo la peana en plata y otros atributos de oro de ley y la candelería, que parte la hizo Manuel Ríos. Todo en metal plateado. Entre los dos faroles del centro de la parte delantera se encuentra una Virgen del Carmen, de marfil, de Barbero Medina. La cornisa del palio en plata de ley, es obra de Villarreal Fernández y bordados del mismo en terciopelo granate bajo diseño de Cayetano González, y realizados por Talleres Caro. Patrocinio López hizo el manto en tercipelo en azul oscuro, que pertenecían a la Hermandad de San Isidoro. Pasado a nuevo tejido por talleres de Caro. Los faldones-respiraderos de Esperanza Elena Caro, con figuras en relieves de jiraspes con carnes de marfil de Barbero Medina. Parihuela 2,23 * 3,64 * 1,50 m. 

La cruz de guía es en madera tallada y dorada por Vega Sánchez. El simpecado es de Eduardo Seco de 1949. Los paños de las bocinas de la comitiva del Señor, del convento trinitario, 1946 y de la Virgen, de Caro. Libro de reglas y Mediatrix de Eduardo Seco. Casquetes de la cruz del Señor son de Jesús Domínguez de 1978. El juego de potencias es de oro de ley con pedrería de Jesús Domínguez y Joyería Reyes. El puñal de la Virgen de los Dolores es de oro de ley con pedrería y lo diseñó Cayetano González en 1981. La corona es de plata dorada de Jesús Domínguez. 

El escudo de nuestra hermandad está compuesto por:

• La Cruz: Signo del Cristiano y en este caso, la cruz de San Vicente.
• JHS: Jesús Hombre Salvador.
• Corazón: Representa a la Virgen María, con una corona que simboliza a la Virgen como Reina. En él, aparecen clavados 7 puñales, en señal de dolor, y el número, 7, por las "Siete Palabras de Jesucristo en la Cruz".
• Cuervo: se dice que cuando Vicente estaba siendo martirizado un cuervo pasó volando y se apoyó. En el pico del cuervo aparece el instrumento que utilizaron para martirizar a Vicente.