Hace ya casi seis meses el PLN inició una etapa delicada y crítica de reconstrucción y reforma. Ese proceso avanza satisfactoriamente. Las subcomisiones de la Comisión Política Nacional están trabajando de manera ordenada y sistemática y pronto se darán a conocer los primeros documentos de trabajo que permitirán el inicio de las jornadas de reflexión en todo el país.

De hecho, el pasado 12 de octubre, con ocasión de celebrarse el 51 aniversario del partido se recibió el proyecto de Código de Ética y vio la luz el primer número del boletín "Nuevo Surco", los dos primeros frutos de los trabajos de renovación de la Comisión Política Nacional.

Quisiera subrayar la exitosa culminación de los procesos internos de selección de candidatos y candidatas para puestos de elección popular en los comicios de diciembre. El PLN ha hecho un esfuerzo extraordinario para movilizar a los miles y miles de compañeras y compañeros que, desde las asambleas cantonales para designar candidaturas hasta el nombramiento de miembros de mesa y fiscales, han demostrado la gran capacidad de nuestra dirigencia en todo el país.

Recordemos que esta tarea de organización proselitista, que no necesariamente llegó al partido en el mejor momento, habida cuenta de las dos derrotas electorales sufridas en febrero y abril y del inicio del proceso de reestructuración, no era un desafío fácil. Y no obstante, una vez más la familia liberacionista sacó la tarea, lo que permitirá victorias en muchos cantones del país el próximo l de diciembre.

En materia de control político es necesario enfatizar el trabajo de acompañamiento que el comité ejecutivo ha realizado junto a la fracción del partido en la Asamblea Legislativa.

La Asamblea Legislativa es la primera trinchera del partido, y se han realizado todos los esfuerzos posibles para fortalecerla. También se ha hecho un esfuerzo, en el cual es necesario admitir que el PLN se ha quedado cort6, en materia de seguimiento de la agenda nacional. Este reconocimiento, sin embargo, tiene como contrapartida la decisión de poner a funcionar los grupos de trabajo temáticos, algunos de los cuales presentarán sus primeras propuestas antes de que termine octubre.

El ejercicio de renovación y cambio del PLN es un proceso que no se agota en un acto. Se puede entender la premura con que se demanda de las instancias decisorias del partido rigurosidad y firmeza. Sin embargo en este momento tan crucial esa firmeza debe venir acompañada de prudencia, de templanza, de discernimiento.

Estoy convencido de que en esta hora tanto necesita el PLN de autoridad como de humildad; tanto necesita de franqueza como de sutileza; tanto necesita de determinación, como de reflexión. No se puede pedir disciplina al Partido, si no hay disciplina en los militantes del Partido; no se puede exigir del partido coherencia ideológica, si no se está dispuesto a deponer el interés individual ante la conveniencia institucional.

El Partido Liberación Nacional ha estado dispuesto a mantener el curso en medio de muchas horas de turbulencia y tempestad; e se ha mantenido firme pese a los pronósticos de quienes han augurado su muerte. Ello ha ocurrido porque prima en la organización el convencimiento de que con todo y todo el PLN sigue siendo grande gracias a su gente; sabio gracias a su historia y digno gracias al espíritu gallardo de sus fundadores cuyo principal mandato no hemos abandonado quienes hoy somos sus abanderados: el de construir un país de oportunidades crecientes para el mayor número; un país libre de la mi-seria; justo e igualitario.

El partido de nuestros fundadores, ivive! El partido que hizo retumbar las montañas con las balas, pero que hizo florecer al pueblo con ideas, ¡vive! El movimiento que trocó las armas en arados; que construyó aulas en vez de cuarteles; que sembró conocimiento, garantizó progreso social, dio salud, inspiró al mundo y amó incondicional-mente a la justicia, ¡vive!
 

Publicado en La República el 24 de octubre de 2002