Dignidad política

El ejemplo de Jospin

Adrián Rodríguez Arias
 

La primera ronda de la elección presidencial en Francia, el 21 de abril, podría dar a los políticos costarricenses motivos de reflexión y ejemplo, principalmente a los de Liberación Nacional.

Con un mensaje centrado en los problemas de seguridad, contra la inmigración y contra la integración a la Unión Europea, el ultraderechista Jean-Marie Le Pen logró el 17 por ciento del apoyo popular y pasó a la segunda ronda electoral frente al actual presidente, Jacques Chirac, y dejó sin opción al actual primer ministro, Lionel Jospin, candidato de los socialistas, quien quedó tercero.

Diferencia invisible. El "abuso" del tema de la seguridad, el alto abstencionismo registrado (28 por ciento), la división de la izquierda y la falta de un mensaje atractivo y convincente fueron las causas del fracaso para Jospin. Además, sus cinco años de gobierno al lado de un presidente de derecha hizo parecer al electorado que no hay diferencia entre los socialistas y los conservadores de Chirac. Algo así como los costarricenses que no ven diferencia entre el PUSC y el PLN.

Algunos hechos para meditar:

A Abstencionismo: la tasa registrada es la más alta en la historia de la Quinta República, fundada por el general Charles de Gaulle en 1958.

A División de partidos o alianzas: en la izquierda, los candidatos Jean-Pierre Chevenement (socialista disidente) y Christiane Taubira (radical de izquierda) "robaron" un 6,5 por ciento de los votos al Partido Socialista, sin hablar de los cuatro candidatos de la extrema izquierda que obtuvieron el 15 por ciento y de los dos candidatos ecologistas que ganaron el 7 por ciento.

A Desgaste del poder: La "izquierda plural" que gobierna Francia desde hace 5 años se presentó desunida y el primer ministro Jospin no logró convencer. En palabras del propio Le Pen, este resultado representa la derrota de los dos líderes que han gobernado ineficientemente en los últimos cinco años, refiriéndose a Chirac y a Jospin. Bruno Mégret, candidato del Movimiento Nacional Republicano, llamó a votar por Le Pen en la segunda ronda, este 5 de mayo, para asistir al "mayor rechazo" de la "clase política". Argumentos contra el continuismo y contra la "clase política tradicional" convirtieron a Le Pen en la segunda fuerza política del país.

Así, el alto abstencionismo y un voto "protesta" contra la clase política tiene hoy a Francia en un cisma político. Argumentos similares y la división del PLN también han marcado una nueva era en la política costarricense, donde parece que las segundas vueltas serán comunes si los tres partidos mayoritarios conservan su caudal de más del 20% por ciento cada uno.

La reducción del desempleo y otros logros no contaron a favor de Jospin, como sí contaron en contra las críticas por el aumento de la inseguridad y la violencia. Jospin no pudo convencer. El PLN tampoco, pese al llamado contra el continuismo y el énfasis en la educación como motor del desarrollo.

El resultado es evidente. La segura continuidad de los conservadores a la cabeza del Gobierno francés, el fraccionamiento de la izquierda y una profunda crisis en el Partido Socialista. Por primera vez en la historia de la República, la ultraderecha tiene opciones de disputar "una presidencia".

En su discurso de aceptación de la derrota, un discurso de no más de 224 palabras y cinco minutos, Lionel Jospin realizó un balance de la situación, asumió la absoluta responsabilidad por el fracaso y anunció su retiro de la vida política. Eso es dignidad, un buen ejemplo para nuestros políticos.

¿Qué pasará con el Partido Socialista? Es temprano para saberlo, aunque algunos hablan de "reconstruir" la izquierda, igual que algunas voces liberacionistas hablan de "borrón y cuenta nueva", de renunciar "por dignidad" o de "autoevaluación". Lo cierto es que tanto el PLN en Costa Rica como el PS en Francia, si no realizan transformaciones de fondo, incluso ideológicas o programáticas, parecen no tener un futuro muy claro.

Una sociedad con deseos de expresión y cambio transformó el panorama político de Costa Rica el pasado 3 de febrero. Ahora tocó el turno a Francia, con una gran diferencia: los franceses parecen tener mas dignidad, saben aceptar las responsabilidades e irse para la casa