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febrero
/ marzo
Dificil salida progresista para elecciones argentinas
Todo
parece que que los argentino definirán una salida por la derecha
en las próxima elecciones del 27 de abril. Ni la candidatura socialista
del binomio Alfredo Bravo / Rubén Giustiniani ni Elisa Carrió
tienen posibilidades reales. Un virtual empate entre los tres candidatos
peronistas, con una mínima ventaja del ex presidente Carlos Menem,
se perfila, según un sondeo publicado el miércoles 26 de
febrero.
Menem es el preferido, con un 17,3 por ciento, una décima de punto más que el gobernador Néstor Kirchner y que el ex presidente Adolfo Rodríguez Saá, empatados en el 17,2 por ciento, revela la encuesta de ámbito nacional dirigida por el consultor Julio Aurelio.
Por detrás de los tres candidatos del gobernante Partido Justicialista (peronista), de los cuales Kirchner es el que goza del apoyo del actual presidente, aparece la diputada centro izquierdista de la Alianza por una República de Iguales, ARI, Elisa Carrió, con un 14,3 por ciento, y a continuación el ex ministro de Economía conservador Ricardo López Murphy, con el 9,3 por ciento.
El principal partido opositor,
la Unión Cívica Radical, que está inmerso en una grave
crisis y para el momento en el que se hizo la encuesta no tenía
candidato definido, sólo reúne un 1,4 por ciento de intenciones
de voto.Los indecisos son el 7,7 por ciento y los que votarán en
blanco o anularán su voto, un 10.3 por ciento. En la anterior encuesta
de la misma consultora, realizada dos semanas antes, Kirchner estaba en
cabeza con el 17,6 por ciento, seguido de Menem, con el 16,3 por ciento.
::INGLATERRA
Rebelión
en filas laboristas
Las duras palabras de la ministra Clare Short contra Tony Blair han puesto en evidencia que el gabinete británico "no está al cien por cien con el primer ministro en la cuestión de Irak", como había asegurado un comunicado de Downing Street. La verdad es que en este país, nadie se lo creía.
Pero el asalto abierto de Short, junto con la renuncia durante el pasado fin de semana de un alto funcionario del ministerio de Comercio, y las amenazas de otros de hacer lo mismo, parece indicar a las claras que la revuelta en las filas del gabinete laborista británico podría adquirir proporciones mucho más serias. Lo que todo el mundo se pregunta aquí es si la renuncia de Clare Short es sólo la punta del iceberg, un iceberg que podría acabar con el gobierno de Tony Blair. El nombre de los otros rebeldes es de todos conocido en este país.
El
de más peso es Robin Cook, ex ministro de Relaciones Exteriores
y actual jefe de los Comunes en el Parlamento británico.
La
situación es más que tensa en las altas esferas del Reino
Unido y la posición de los "escépticos" clara: si
el gobierno británico entra en guerra sin una segunda resolución
de las Naciones Unidas apoyándola, habrá dimisiones y denuncias
públicas de la política oficial.
No
sin la ONU
Por
eso, tanto Blair como su fiel jefe de la diplomacia, Jack Straw, buscan
desesperadamente apoyo en el Consejo de Seguridad de la ONU para asegurarse
un voto favorable que, básicamente dé el visto bueno a una
guerra con Irak. Downing Street - el eufemismo que describe al portavoz
de Blair, Alistair Campbell, y a su equipo de asesores- tiene puestas todas
sus esperanzas en lograr el respaldo de la ONU. La estrategia gubernamental
es: 'logramos el apoyo de la ONU, entramos en una guerra corta y efectiva,
que demuestra que Saddam Hussein tiene armas de destrucción masiva,
y tanto el gobierno, como el pueblo reconocen que teníamos razón.
Estamos salvados'.
Lo
que todo el mundo se pregunta aquí es si la renuncia de Clare Short
es sólo la punta del iceberg, un iceberg que podría acabar
con el gobierno de Tony Blair. El problema es que, tal y como están
las cosas, lograr un consenso sobre Irak en la ONU parece tan complicado
como lograrlo en el seno del Partido laborista británico. Y sin
consenso, o sin armas de destrucción masiva o con una guerra sangrienta
con víctimas civiles, el liderazgo de Tony Blair estaría
entredicho. La revuelta dentro del Partido Laborista -recordemos que 122
legisladores votaron en contra del gobierno en una reciente consulta parlamentaria
sobre Irak- demuestra que muchos correligionarios de Blair ya piensan en
un futuro en el que él no sea primer ministro ni líder del
laborismo.
Ese
debe ser el pensamiento más preocupante para Blair y sus fieles.
Los
pacifistas más conocidos
Claire
Short, ministra de Cooperación InternacionalRobin Cook, ex ministro
de Relaciones Exteriores y actual jefe de los Comunes Glenda JacksonPeter
Kilfoyle, ex ministro de defensaChris Smith, ex ministro de CulturaTony
Benn, el más veterano laboristaMichael Meacher, ministro de medioambienteFrank
Dobson, ex ministro de SanidadTony Banks, ex ministro de DeportesMo Mowland,
ex ministra de Irlanda del Norte
::PANAMA
Torrijos
favorito en interna del PRD
El
secretario general del opositor Partido Revolucionario Democrático
(PRD) Martín Torrijos, oficializó su precandidatura presidencial
para las elecciones primarias de su colectivo en un acto público
en el que acusó al gobierno de la presidenta Mireya Moscoso de corrupto
y antidemocrático. El PRD, el mayor partido en la oposición,
tiene a Torrijos como su principal candidato para encabezar la nómina
presidencial de cara a las elecciones de mayo del 2004.
Sin embargo, primero tendrá que superar en las primarias a sus copartidarios Francisco Sánchez Cárdenas, Carlos Lemm y Mitchell Doens, a quienes muy pocos les ven oportunidades. En un fervoroso discurso, Torrijos volvió a acusar al gobierno de corrupción, de intolerancia y de tomar decisiones antidemocráticas, por lo que es "improbable que puedan quedarse cinco años más en el poder". "He tenido la oportunidad de prepararme para este reto, de recuperar el tiempo perdido y reconstruir este país de la bancarrota económica, social y moral, que será el único gran legado de este gobierno", sostuvo Torrijos como respuesta a los comentarios de que ha sido objeto por no ser más crítico de la gestión del actual gobierno.
Precisó que en el PRD nadie tiene una doble agenda ni una doble moral "aquí nadie se puede dar el lujo de soñar siquiera con perder, porque este pueblo no aguanta más por cinco años de gobierno arnulfista".
Martín Torrijos también tuvo palabras para sus copartidarios Sánchez Cárdenas y Doens, quienes lo han acusado de estar llevando al PRD a una segura derrota. Al referirse a ellos dijo que "algunos desde su casa y sus oficinas con aire acondicionado, no han tenido tiempo de enterarse de qué es lo que estaba sucediendo dentro del PRD, por lo que ahora quieren convertirse en la oposición de la oposición, después de cuatro años de no abrir la boca".
"En el partido nadie coge los 'mangos bajitos' (toma las cosas suaves o fáciles), aquí hay que meterse a la membresía del partido, quienes son los que tienen la última palabra", destacó. "Les aseguro que hoy tenemos un partido renovado, ya que se han hecho los cambios para superar los viejos métodos y los viejos esquemas, sobre todo, para superar la imposición", remató el precandidato.
Las elecciones primarias,
de donde saldrán los candidatos a los puestos de elección
para las elecciones del 2004, están previstas para el 30 de marzo
próximo y se estima que Torrijos alcanzará la mayoría
de los votos sin mayores dificultades. Las últimas palabras del
secretario general del PRD también fueron dirigidas a Sánchez
Cárdenas y a Doens, quienes han señalado que su copartidario
no ha hecho el papel de verdadero fiscalizador, como lo está llamado
a hacer el líder del mayor partido en oposición y esto se
debe, a que éste no cuenta con un verdadero liderazgo ni mucho menos
con el carisma necesario para ganar unas elecciones.
::ECUADOR
Peligra
alianza de gobierno
La
dirigencia indígena le dio al presidente Gutiérrez un plazo
de 30 días para rectificar la política económica.
En caso contrario, amenazan con movilizaciones de protesta en todo el país.
Sin embargo, discrepancias y pugnas dentro del propio movimiento podrían
debilitar esas intenciones.
Mientras el presidente Lucio Gutiérrez estrecha lazos con el Partido Social Cristiano (PSC), la primera fuerza política del país, la alianza de gobierno con el movimiento indígena presenta nuevas fisuras que podrían dar paso a una ruptura definitiva.
Tras la realización de la última asamblea interna de la Confederación Ecuatoriana de Nacionalidades Indígenas (CONAIE), para evaluar el primer mes de gestión del Ejecutivo, su dirigencia resolvió dar al gobierno un plazo de 30 días para que rectifique las medidas económicas adoptadas como parte del compromiso adquirido con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para la suscripción de un acuerdo stand-by por 200 millones de dólares --elevación del precio de los combustibles y de la tarifa de energía eléctrica-- y el cambio del Frente Económico, a cuyos miembros acusan de neoliberales. A estas demandas se suma el pedido de declarar la inconstitucionalidad de la Carta de Intención del FMI, y otras como la repatriación de los banqueros corruptos responsables de la crisis financiera de 1999; la fiscalización y auditoría de la deuda externa, y la congelación del precio del gas de uso doméstico, valor que estaría sujeto a revisión en junio próximo. En el plano de la política exterior, la CONAIE le exige al presidente la no intervención en el Plan Colombia y el llamado a consulta popular sobre la participación en el ALCA.
Leonidas Iza, presidente de la CONAIE, asegura que de no cumplirse con los pedidos "se convocará a una movilización nacional para exigir los cambios que sean necesarios", medida que también es respaldada por las dos organizaciones indígenas más representativas del país: la Confederación de Pueblos de la Nacionalidad Quechua del Ecuador (ECUARUNARI) y la Confederación Nacional de Indígenas de la Costa, para cuyos dirigentes "Gutiérrez ha incumplido el acuerdo de gobernabilidad".
Las consecuencias de una eventual disolución de la denominada alianza 3-18 irían más allá de un distanciamiento o ruptura entre indígenas y el gobierno, llegando a causar división --y el consecuente debilitamiento-- dentro del propio movimiento aborigen.
Así lo dejó entrever la notoria tensión y las discrepancias existentes entre las bases indígenas y su brazo político Pachacutik con respecto al accionar del gobierno en materia económica y de política internacional, situación que incluso podría llevar a la separación de varios dirigentes históricos del movimiento.
La salida inesperada de Miguel Lluco, coordinador general de Pachacutik, y del diputado Salvador Quishpe de la Asamblea de la CONAIE, así como la inasistencia de los secretarios de Estado Nina Pacari, ministra de Relaciones Exteriores, y Luis Macas, titular de Agricultura, a dicha reunión, han originado una ola de rumores.
Tampoco han faltado las condicionantes
por parte de Pachacutik para su permanencia en la alianza. El cambio del
Frente Económico es quizá su demanda más urgente.
"El régimen es el llamado a decidir si quiere gobernar con nosotros
o con el sector empresarial y bancario del país", dice el diputado
Salvador Quishpe, declaración a la que el jefe de Estado no ha dado
mayor trascendencia, respondiendo simplemente que "gobernará para
12 millones de ecuatorianos". *