Crisis y Renovación del Socialismo Democrático
 
 

Prólogo de Lisa Pelling
Secretaria General de la Unión Internacional de Juventudes Socialistas  IUSY









Aunque creo que lo podría  hacer también como una amiga personal del  autor, escribo este prólogo en mi condición  de Secretaria General de la Unión Internacional de Juventudes Socialistas IUSY. Así lo hago porque me parece imprescindible rescatar la importancia que este documento podrá tener para nuestro movimiento global.

        Aunque a veces nos parece  -como delegados a un congreso intensivo de la IUSY, donde todo se juega y todo se cambia, o sumergidos en la multitud tan diversa como unida, de miles de convencidos e invencibles en uno de nuestros festivales mundiales-   la IUSY no tiene dueño o dueña. No nos pertenece. Generaciones y generaciones de compañeros que han luchado antes de nosotros nos la han prestado. Nosotros, los y las que militamos ahora, la hemos pedido prestada de la tantas generaciones que seguramente nos seguirán.

        Es por eso que no tenemos el  derecho sino  el   deber  de  contribuir con todo lo que podamos a nuestra internacional juvenil. Tenemos la responsabilidad, otorgada a nosotros y a nosotras con mucha confianza por los "veteranos de IUSY", de utilizar el tiempo -limitado como lo es por nuestra juventud- a hacer progresar nuestra lucha. El autor de este libro es consciente de esa responsabilidad.

        Ser reformista es reconocer que nuestro combate no se gana,  ni  hoy ni mañana, ni nunca. Con revolución o sin revolución la historia no tendrá un punto final. Por eso,  nuestro movimiento juvenil socialista demócratico y socialdemócrata, aunque nos caracterizamos por la impaciencia propia a nuestra juventud, es un movimiento que construye no solamente para lo inmediato, sino también  para el futuro.

        Construimos el futuro tratando de aprender de las experiencias hechas en el pasado, pero sobre todo tratando de averiguar cuales son los desafíos de deberemos asumir en el momento histórico que nos tocó vivir a nosotros. El deseo y la necesidad de educarse y de educar distingue al movimiento obrero en todo el mundo. La escuela burguesa nunca ha sido  y nunca será suficiente. Hemos buscado, y buscaremos, nuestros propios caminos a la verdad.

        Un predecesor mío me dijo cuando asumí la responsabilidad de coordinar por unos pocos años la organización casi centenaria que entonces heredamos: "Trabajar por la IUSY es sobre todo una experiencia educativa. No debemos esperar mucho más. Ni mucho menos."

        Con esta obra, Sergio Moya Mena hace una contribución a la educación y a la formación de los activistas de IUSY de hoy. Igual lo que pensamos unos y otros sobre la llamada "Tercera Vía", no importa si compartimos o no las respuestas dadas a los problemas actuales de la socialdemocracia que se refieren en este ensayo, a todos nos será útil esta obra por su actualidad y su pertinencia.

Será también útil porque intenta revelar e explicar conceptos complejos y relaciones complicadas con una claridad de pensamiento y de intenciones que a menudo hace falta en los textos de Anthony Giddens, Bodo Hombach y los demás.

Espero que esta obra puede ser valorada por  muchos lectores.
 

Lisa Pelling
Secretaria General de la IUSY
Viena, 7 de julio del 1999

 
 

De las palabras iniciales

        En tiempos en que el mercado se pretende constituir  en la nueva instancia de coordinación de la vida social, la  actividad política diaria parece a menudo como algo que únicamente tiene que ver con intereses mediáticos y cortoplasistas.

        Esta realidad por objetiva que sea, no puede y no debe ser satisfactoria para quienes desde una posición progresista, están comprometidos con el cambio social y la democratización de nuestras sociedades.

        En nuestro país, se hace evidente también la existencia de un letargo ideológico y creativo que impera en la actividad de los partidos. Esto tiene su explicación en una serie de factores diversos, pero quizás el más elemental de ellos sea que para ascender por nuestros escalafones políticos no es imprescindible asumir posiciones concretas ante los problemas sociales y económicos. Al contrario, vivir como se piensa y decir lo que se piensa puede constituirse en un obstáculo para una carrera “expedita” a los beneficios del poder. El temor a perder un puesto político es más fuerte que la disposición de aceptar la crítica positiva o destructiva, que lógicamente deviene de asumir posiciones ideológicas concretas.

        Escribir sobre las perspectivas  del  pensamiento  progresista no es una tarea sencilla, por cuanto es claro que hoy en día no tenemos las certezas que teníamos en el pasado. Dilucidar todos los aspectos resultaría imposible en tan poco espacio como el de este opúsculo.   Este esfuerzo  se complica  aún más   cuando el modelo de gestión de nuestras sociedades a que se  aferró el socialismo democrático durante más de cuatro décadas, agotó sus posibilidades desde hace ya bastante años y la ofensiva neoconservadora o neoliberal –aunque en aparente retirada- sigue siendo hegemónica.

        ¿Qué significó  para el socialismo democrático  el impacto de la ofensiva neoliberal? ¿Cuáles  han sido las lecciones que se han tenido que asimilar en torno al cuestionamiento y crisis de muchas de sus estrategias tradicionales? ¿Hemos llegado efectivamente al Fin de la Historia y de las Ideologías? ¿Existe una perspectiva de futuro para el socialismo?

 Las respuestas a estos interrogantes se constituyen obviamente en cuestiones de enorme relevancia para el futuro del socialismo y para las organizaciones juveniles socialdemócratas y socialistas.

        Los caminos que han tomado el socialismo democrático después de la crisis de finales de los años ochentas son diversos, no existe como se verá, un patrón   de conducta  común. Uno de los fenómenos más interesantes es el de la Tercera Vía, que han venido exponiendo –entre otros-  el Primer Ministro inglés Tony Blair. Este modelo -sí se le puede llamar así- ha despertado un gran interés a nivel internacional, aunque también ha generado muchas controversias desde el propio campo de la izquierda. Para algunos, se trata de un esfuerzo sistemático para renovar   a la socialdemocracia  y para otros no es más que un “tatcherismo con rostro humano”. La definición del camino a tomar en la Pos Guerra Fría es la gran discusión teórica de finales de siglo para nuestro movimiento global.

        Es preciso también hacer dos advertencias. Nunca ha sido la intensión de este  trabajo el convertirse en un manifiesto o una perspectiva concreta de lo que el socialismo democrático es en  la actualidad y lo que será en el futuro. Reconozco muy claramente las limitaciones de este trabajo. La intensión ha sido más bien dar a conocer al lector costarricense   los   aspectos más relevantes  del debate que sobre el tema se esta dando a nivel internacional y del que los medios –en forma deliberada- no han informado a cabalidad. Estos nuevos debates teóricos del socialismo democrático pueden de nuevo constituirse -igual que en el pasado- en una fuente de inspiración para  nuestros partidos y organizaciones juveniles.

        En segundo lugar, el análisis versará únicamente sobre el debate que se ha dado en Europa y Norteamérica en vista de que el tema de la renovación de la izquierda democrática en Latinoamérica ya lo hemos tratado en otros trabajos .