Declaración de Principios del Profesor Universitario

Borrador

I. Los profesores universitarios, guiados por una profunda convicción en el valor y la necesidad del progreso del conocimiento, reconocen las responsabilidades especiales que sobre ellos recaen. Su principal responsabilidad es buscar y presentar la verdad como ellos la ven. Con este fin en mente, se esfuerzan por desarrollar y mejorar su competencia profesional. Aceptan la obligación de ejercer la autocrítica al usar, extender y transmitir el conocimiento y practican la honradez intelectual. Aunque los profesores pueden perseguir intereses secundarios, éstos nunca deben impedir, limitar o comprometer su libertad de investigación.

II. Como maestros, los profesores estimulan el libre deseo de aprender en sus estudiantes. Procuran seguir y observar las mejores normas científicas y éticas conocidas para su disciplina. Demuestran respeto hacia sus alumnos como personas, y están conscientes de su función como guías y consejero intelectuales. Ponen todos los medios razonables para promover la honradez académica y para asegurarse de que las evaluaciones de los estudiantes reflejen sus verdaderos méritos. Respetan el carácter confidencial de las relaciones entre profesor y alumno. Evitan cualquier tipo de explotación, acoso o tratamiento discriminatorio hacia los alumnos. Reconocen la asistencia de tipo académico que hayan recibido de sus estudiantes, y protegen su libertad de investigación y de pensamiento.

III. Como colegas, los profesores tienen las obligaciones que se derivan de su pertenencia a la comunidad de académicos. Los profesores no discriminan a sus colegas, ni los acosan en ningún sentido. Respetan y defienden la libertad de investigación de los miembros de su comunidad. En el intercambio de críticas y de ideas, muestran el debido respeto por las opiniones de los demás. Reconocen la deuda académica y procuran ser objetivos en el juicio personal de sus colegas. Aceptan compartir responsabilidades en el gobierno de su institución.

IV. Como miembros de una institución académica, los profesores buscan sobre todo ser maestros e investigadores eficientes. Aunque observan las normas establecidas por su institución --siempre y cuando no contravengan la libertad académica--, conservan el derecho de criticarlas y pedir su revisión. Otorgan la debida consideración a las obligaciones primarias contraídas con su institución a la hora de decidir el carácter y la cantidad del trabajo que hacen fuera de ella. Al considerar la interrupción o terminación de su servicio, reconocen el efecto de sus decisiones sobre el programa de su institución, y notifican oportunamente sus intenciones.

V. Como miembros de su comunidad, los profesores tienen los derechos y las obligaciones de los demás ciudadanos. Miden la urgencia de esas obligaciones a la luz de sus responsabilidades con la disciplina a la que se dedican, con sus estudiantes, su profesión y su universidad. Cuando hablan o actúan como personas privadas, evitan dar la impresión de que hablan o actúan en nombre de su universidad. Como ciudadanos comprometidos en una profesión que depende de la libertad para su salud e integridad, tienen la particular obligación de promover las condiciones que favorecen la libertad académica, y de promover que se comprenda su necesidad.

[Traducido, con ligeras modificaciones, por Moris A. Polanco. Fuente: American Association of University Professors, "Policy and Reports" (1995), en http: //www.uwyo.edu/A&S/phil/cae/ethics.htm. 25/09/1997.]


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