Jose Emilio Pacheco
Autor mexicano, ha escrito varios libros de poesía y prosa. Ejemplos de ello son: El silencio de la luna, El viento distante, Las batallas del desierto, entre otros.


Horas contadas.

¿Veis a la mosca horrenda? Alabadla. Antes de ser
mosca fue el gusanoque alimento a un cadaver. Sin
ella, sin su labor que roe todas las vanidades, la tierra
sería un inmenso pudridero, agobiado por la carroña
de quienes nos han precedido.

Padre Antonio Olivera: Sermón del 2 de noviembre de 1961 en la Ciudad de México.

Es la mosca que acaba de nacer.
El huevecillo de donde salió
tiene historia y estirpe.
Lo abandonó su madre en la cripta imperial.
Antes de convertirse en mosca anónima
fue el gusano
que devoró los párpados del rey
y el sexo de la joven princesa.

Así pues, en la cuna bebió la tradición.
Su cuerpo está forjado por esa herencia impecable.
Tiene veinticuatro horas para vivir su existencia entera.

Siente el poder inmenso de volar.
Deja la sombra, su dominio es el aire.
Lucha con otras moscas por su trocito de mierda.
Obtiene la victoria. Saborea su alimento.
Busca a la hembra más bella de su enjambre fugaz.
La sigue y la corteja con el vibrar de sus alas.
Qué hondo placer
la unión de sus dos cuerpos en la letrina sagrada.
Ella parte al encuentro de algún cadaver.
Han cumplido con el deber
de perpetuar la existencia absurda.

Y ahora él se enfrenta a la profusión de venenos,
el matamoscas y la cienta engomada:
los infiernos humanos de su especie.

Se ha salvado y no importa porque se acerca su plazo.
Y va a morir. Está muriéndose. Cae
en el río de la muerte que se lleva consigo
a las generaciones de las moscas.

Veinticuatro horas. Una guerra. Un amor.
Miles de huevecillos que serán moscas,
efímeras y eternas como sus padres.

Y él se pregunta al terminar su siglo y su ciclo:
-De verdad ¿eso fue todo?